A raiz de la solicitud de apertura de un expendiente a las autoridades de la UNELLEZ por la presunta comisión de una serie de irregularidades, se ha iniciado un ataque personal y malintencionado en contra del actual director de la OPSU, Luis Fuenmayor Toro. Pero, veamos qué es lo que se denuncia en relación con el caso de la UNELLEZ:
1. Apertura ilegal de doce (12) carreras profesionales en sedes inadecuadas, sin aulas ni laboratorios dotados, sin bibliotecas, sin salas de informática, sin programas académicos adecuados.
2. Estas carreras carecen tambien de profesores preparados. Las horas de clases se redujeron arbitrariamente a 40 minutos; y los semestres a sólo 12 semanas.
3. Destitución ilegal de autoridades universitarias y funcionarios universitarios.
4. La instrucción de expendientes a estudiantes que se oponen a la "gestión" de estas autoridades universitarias.
5. Cobro ilegal de matrícula a los estudiantes cursantes de estas carreras ilegales. Y si esto no bastara el propio rector cobra como profesor para dar clases en estas carreras aperturadas de manera ilegal, constituyendo de hecho una estafa en contra de los estudiantes y sus familiares.
6. A esto se agrega, la contratación ilegal de profesores sin contar con partida presupuestaria para ello, y la creación de estructuras administrativas con cargo al Estado venezolano sin autorización para ello.
Bueno esta es sólo una muestra de las irregularidades que estarían sucediendo actualmente en esta universidad. Por ello, me parece extraño que alguna "dirigencia" estudiantil en lugar de preocuparse porque esta denuncias sean adecuadamente procesadas y se adopten los correctivos a que dieren lugar en caso de comprobarse su certeza; se dispongan, al contrario, a impedir que ésta se realice y se impongan las leyes. Sorprende también que para ello se escuden en una supuesta demanda de "equidad" en el acceso a la educación para los pobres; y me pregunto, está demostrado que estas carreras hayan sido abiertas sólo para los estudiantes pobres, y aún peor, se justifica que se estafe así a los estudiantes pobres ofreciéndoles una educación de escasa calidad, que no cubre siquiera los estándares mínimos de la educación superior que se imparte actualmente en Venezuela, que no les garantiza sus títulos, ni el derecho a ejercer su profesión y que! se les reconozca en toda la República como tales, pues en todo caso sus credenciales estarán devaluadas para el mercado profesional... De estar de acuerdo con cierta "dirigencia" estudiantil se estaría avalando una estafa. Yo no me presto para ello ni para secundar acciones de difamación en contra de funcionarios que han demostrado su consecuencia e integridad haciendo adecuadamente su trabajo.
Con esto espero responder suficientemente a quiénes están aún intrigados por mi actitud sobre este tema. Al igual que hago un llamado a cierta dirigencia estudiantil a que se ponga a la altura de los valores que dicen poseer y adopten siempre una conducta íntegra y consecuente con ellos.
Atentamente,
Rodolfo Magallanes
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