Dice la psicopedagoga y médica cubana, Aída Jarón Hernández, quien inició la misión José Gregorio Hernández allá por 2007 en Guatire que “Toda sociedad que se respete debe dedicar gran parte de sus recursos e influencias para facilitar el disfrute de la vida de toda persona con discapacidad”. Y el Presidente Chávez, interpretando fielmente tan noble principio filosófico, empleo toda la fuerza de su liderazgo para que se aprobara la Ley de atención al Discapacitado (LAC), que ha permitido la atención de miles de estos camaradas conjuntamente con sus familiares. Al principio aplicó el programa “calletano baila bembé” previendo que La Canalla fuese a decir que Chávez se aprovecha de todo, hasta de los ñecos para hacer proselitismo. Desconociendo miserablemente el encomiable valor humano de tan noble misión.

La Revolución Bolivariana de Venezuela ha invertido miles de millones bolívares en la atención, curación e incorporación al trabajo y a la sociedad de personas con retardo mental, autismo, sordomudos, síndrome de Down, mudos sin distingo de credos, raza ni inclinación política. La única condición es que sean venezolanos, que resida en Venezuela no importando sí es ex extranjero o nacionalizado. La acción ha comprendido estudio genético, evaluación del entorno socio económico del enfermo, asistencia médica y dotación de ayudas técnicas, así como equipamiento del hogar.

La LAC comprende también la incorporación de discapacitados a fuentes de trabajo. Por eso vemos como hoy algunas empresas por ley-no todas- han incorporados a sus nóminas a muchos de ellos.

Le Educación Gratuita también es un derecho de los discapacitados. Deben recibirlas En aulas debidamente equipadas con personal docente especializado. Asimismo deben contar con transporte y alimentación. El programa de educación incluye actividades complementarias como el deporte y la cultura. A propósito de esto último paso a contarles lo que vi en el acto de fin de año del Taller de Educación Laboral Anzoátegui TELA, con actuación de 170 jóvenes y adultos discapacitados que estudian en tan noble institución.

Confieso que me emocioné, cosa que por razones de salud me está vedado por ahora, al presenciar como 170 de esos seres, que por razones congénitas padecen de determinada discapacidad física mental, cantaron bailaron y presentaron una densa muestra de artesanía, que incluyó cestería, madera, murales y dulcería. Fue un humilde acto sin esa parafernalia que suele acompañar a otro tipo de actos de menor trascendencia; pero de mucho boato. Sin la presencia de los medios ni de altas personalidades del gobierno ni del sector público, Eso sí. Estaban todos los padres de esos seres, los docentes, el personal administrativo y los de mantenimiento y servicio de TELA. Yo había acudido atendiendo una invitación de mi esposa, que es licenciada en Educación Especial formulada por una de sus compañeras de graduación que labora en dicha institución.

Por momentos vi en todos ellos, en algunos más que otros, como pajuelas de normalidad conductual. Muchos, si los llegase a ver fuera de la escuela jamás imaginare que eran seres discapacitados. Bailaron música venezolana y moderna, incluyendo el Waca Waca del Mundial de Sudáfrica. Hubo quienes aprovecharon, sobre todo los varones, para solicitar formalmente la mano de sus novias a los padres. También en este nivel se cumplen los cánones de la caballerosidad y la feminidad.

El acto de Fin de Año Escolar del Taller Laboral de Educación Anzoátegui se realizó en una cancha ubicada al frente de la sede del plantel, del barrio barcelonés La Montañita. Cuya ampliación acomete el Gobernador Tarek en una obra dotada de todas las bondades de ingeniería civil: fuerte, amplia, segura y duradera. Me informó una de las docentes que las aulas actuales son cómodas, cuentan con aire acondicionado y el plantel está dotado de filtros de agua potable. Igualmente que en el TELA están esperanzados que el Gobernador les dote de un autobús, y de un laboratorio de informática, una de las enseñanzas más apetecidas por los educandos.

Con la entrega de certificados de reconocimientos a alumnos y docentes se dio por concluido el acto de Fin de Curso del TELA. Y yo me retiré regocijado y convencido, una vez más, que por fin los discapacitados en Venezuela sí son tratados como gente gracias a la Revolución Bolivariana. No como en los Gobiernos Cuartorepublicanos que los consideraban simplemente como ñecos, patulecos, gagos, chasis rotos.

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En el acto de Fin de Curso del TELA me encontré al buen Régulo Hurtado, tremendo pana de infancia y de juventud, hermano del finado Pablo Emilio Hurtado quien junto con mi hermano José Jesús fueron despedidos en 1960 de la escuela petrolera de Menegrande Oil Company por docentes revolucionarios. Régulo tiene una hija discapacitada (Maite). Rebobinamos la cinta del recuerdo y la pasamos muy bien.

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Alejandro uno de los personajes del TELA, es travieso y juguetón. Me preguntó que porque no estaba en TVO. Le dije que estaba en Vargas, con el Gobernador Carneiro. En medio de la conversación hubo un pequeño problema con el sonido. A lo que Alejandro dijo: “voy a llamar a la Guardia Nacional para que ponga orden con el audio”.

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La Canalla continúa asomando sus garras golpistas. Esos diputados derechistas de Chile que pretenden venir dizque como observadores del 26 no son más que una camada de fascistas que vienen a echarle paja a esos comicios. Que vienen a gritar fraude sin pruebas. Por supuesto que la potestad de invitados especiales a ese evento electoral es del Gobierno Venezolano. No todo el mundo porque le sale del forro va a venir de afuera sin invitaciones a este acto soberano y patriótico nacional. Todos los últimos actos de La Canalla expelen perfume de derrota. Pero no hay que caer en el triunfalismo. Hay que seguir echándole u.c.d.b al 26 S.

americoarcadio@yahoo.com