Carta a Santa (De un escuálido)
Santa, te escribo a ti porque eres más cool, eso de Niño Jesús me suena a pesebre y lo de pesebre a soberano, así que bien lejos... No tengo muchas cosas materiales qué pedirte, a mi familia le ha ido muy bien en los negocios, eso sí, no por el Gobierno, que está empeñado en quebrarnos, sino por el sudor de nuestra frente.
Te pido por todos los que como yo están hartos de este mono que tenemos como Presidente. Yo lo que quiero es que Chávez y los chavistas se vayan, que desaparezcan, por lo menos de mi vista, de mi ciudad. Pero para que el loco se vaya nos hace falta algo muy importante, un líder, por eso te pido Santa que nos traigas antes de febrero que serán las elecciones, un líder con las siguientes características:
Que no sea negro, ni bembón y mucho menos con verruga. Necesitamos a un presidente que represente la belleza que nos caracteriza, que es lo más preciado que tiene Venezuela, por lo que somos conocidos en el mundo entero. Qué suerte tienen los colombianos en tener un presidente tan guapo, tan gentleman, pero nosotros con ese niche... qué pena con Bush, Tony Blair y los de la ONU, cada vez que este señor va a recorrer el mundo a mí me da espeluquina de sólo pensar que está pisoteando el mito de la belleza nacional.
Que tenga el visto bueno de los “americanos”, eso es esencial, ellos siempre han sabido qué es lo que nos conviene, siempre tan preocupados por estas desvalidas repúblicas tercermundistas, siempre ofreciendo su mano para salvarnos del abismo de estos salvajes caudillos, lo ideal sería que nos enviaran un presidente de allá ¡que suerte tienen los puertorriqueños!, pero no te preocupes Santa, no se puede pedir tanto.
¡Se me olvidaba, Santa! Que este ansiado presidente convierta las Escuelas Bolivarianas chavistas en Centros de Enseñanza de Feng Shui, Yoga y Tai-Chi que tanta falta nos hacen para solucionar los problemas de stress que el Demonio Hugo nos ha causado.
Te pido que no haya más pobres, ni indigentes, ni niños de la calle... no sé qué vas a hacer con ellos ni para dónde los vas a mandar, eso es lo de menos, lo que quiero es que no sigan mostrando su miseria a nuestro paso, huelen tan mal, son tan patéticos. Definitivamente ese es el peor mal de este país, si ellos no existieran todo sería diferente, mi ciudad se vería tan hermosa sin esos ranchos en los que ellos se empeñan en vivir, si todo fuera como el Este, si todos fuéramos instruidos y bellos, pero no, con este Presidente que pone los derechos de esos por encima de los nuestros seguiremos peor.
Bueno Santa, espero que esta vez me traigas mi tan ansiado regalo, eso sí, me lo das en enero porque ni de vaina pasaré mi Navidad en este infierno, ¡qué va!, me voy con mi familia a nuestra casa de South Beach, a pesar de nuestra debacle económica que nos ha pegado tanto, hasta el punto de que el pavo para la cena de nochebuena ya no es de seis kilos... Nos tendremos que conformar con uno de cuatro... ¡Qué miseria!
Carta al Niño Jesús (De un antichavista mediático)
Querido niño Jesús, te escribo desde Venezuela, ese país que todos conocen porque está gobernado por un tirano perverso llamado Hugo Chávez. En mi país no hay democracia, los canales de TV han sido censurados y los inocentes periodistas y dueños de medios son perseguidos por la férrea dictadura como nunca antes en la historia.
Yo, al igual que el año pasado, Niño Jesús, quiero pedirte algo que en la oposición necesitamos con urgencia. Es cierto que no tenemos un líder, ni proyecto de gobierno, ni organización política, ni cohesión, ni credibilidad, pero aparte de esos pequeños detalles sin importancia todo lo demás es pan comido y te lo digo con certeza pues estoy muy bien informado, todas las mañanas veo los programas de Marta Colomina y Napoleón Bravo y además reviso la prensa con Mingo.
Debo reconocer que no has sido muy acertado con los prospectos que nos enviaste este año, ni Carmona, ni Tejera París, ni el siempre listo Peñita, ni siquiera los distintos personajes que han desfilado en la tarima de la Plaza Francia han dado la talla. Por eso quiero describirte al líder que necesitamos, a ver si esta vez la pegamos y sacamos al dictador inhumano del poder. Esta vez te pido:
Que sea preferiblemente independiente o de izquierda; aquí entre nos, Niño Jesús, eso nos dará prestigio, ya sabes que los que militan en los partidos tradicionales de derecha están muy desacreditados.
Si es militar o ex-militar mejor, y esto te lo digo porque nadie más leerá esta carta, pero no hay nada mejor que una cachucha para que asuma el control del Gobierno.
Que tenga el don de la palabra, que tenga la capacidad de seducir a cualquier auditorio con su verbo, que atrape las masas y sea capaz de improvisar un discurso por más de tres horas sin que la gente se fastidie.
Es muy importante que a su paso las masas se desborden, sin pan ni circo, que con su sola presencia llene plazas, calles, avenidas, ciudades enteras. Que sea capaz de movilizar miles de personas en todo el país sólo para estrechar su mano, para escucharlo o para verlo a cientos de metros de distancia.
Y por último, querido Niño, que la gente crea en él, que haga nacer de nuevo la esperanza en los corazones de nuestro pueblo.
No te la puse tan difícil Niño Jesús, sé que en algún lugar del país está ese hombre esperando ser descubierto por este grupo de venezolanos desesperados como yo, que ya estamos cansados de pararnos todas las noches en la Plaza Francia viendo cómo unos cuántos ineptos vestidos de camuflaje nos defraudan. Señálame el camino, dime dónde está ese líder. Todas las noches y todas las mañanas veo Globovisión, Televen, Venevisión, Radio Caracas, con la esperanza de encontrarlo, pero lo único que consigo es llenarme de odio. ¿Será que me están ocultando algo?