Asesinato en Caracas, la larga mano de Miami

Todas las características del asesinato del Fiscal venezolano Danilo Anderson conducen directamente a Miami. Los sicarios aprovecharon el descuido de un hombre clave del proceso. Se trataba del fiscal que más
investigaba a los golpistas de abril. Pero no es cualquier momento. La derecha es hoy más vulnerable porque perdió casi todo el poder político que tenía antes del 31 de octubre. Allí tiran el zarpazo. No será un hecho aislado. Toma aliento en el triunfo de Bus y en la moral de clase que los anima.

La conspiración contra Venezuela
Miami compone junto a Costa Rica, Dominicana y Colombia, el cuadrángulo donde la oposición teje sus conspiraciones contra Venezuela. Pero Miami es el foco principal de entrenamiento militar de la oposición más golpista del país.

Allí funciona desde hace años el grupo terrorista 'Comandos F-4', situados en la Florida, con amplio apoyo en la comunidad cubana anticastrista de Miami y New York. Todo con el aval político de Washington.

Siguiendo las denuncias sistemáticas hechas por el director de Venezuelanalysis.com, Martín Sánchez, tenemos que entre 2002 y marzo de 2004, los 'escuálidos' mayameros hicieron 27 llamados al derrocamiento y asesinato de Chávez, a través de

los medios de TV y radio locales.
Los 'Comandos F4' entrenan militares golpistas venezolanos desde 2002, y de otras nacionalidades desde antes, por ejemplo colombianos. El objetivo es actuar contra procesos

revolucionarios o gobiernos desafectos a Washington. Sus armas provienen de Estados Unidos e Israel.
En su página web (www.comandosf4.org) pueden verse los rostros de varios oficiales de Venezuela en entrenamientos, además de notas regulares sobre la conspiración antichavista.

En la edición del 15/04 de 2003 puede verse , por ejemplo, al Capitán Luis García, de la autodenominada 'Junta Patriótica de Venezuela' haciendo prácticas militares. EN la leyenda de la fotografía dice: 'El Capitán Luis García de la Junta Patriótica Venezolana estuvo en un día de entrenamiento en un campamento de Homestead, donde compartió sus enseñanzas con activistas del exilio integrantes de los comandos F4 de Cuba'.

En otra fotografía, más abajo, reunido con un grupo de militares latinoamericanos, reza la leyenda: 'García' tras una alianza cívico-militar que se suscribió hace varios días en Miami'' Allí también estuvieron los generales Medina y González González.


El ministro de Comunicaciones, Andrés Izarra, exhibe un artículo del diario El Mundo donde se denuncia el entrenamiento de paramilitares en Miami.

El apoyo interno
Las técnicas usadas, así como el modus operandi, con seguimiento paciente y a largo plazo, siembra de expertos en detonaciones, uso de control remoto y material utilizado, coinciden con todos los atentados perpetrados por esta organización de Miami.

Sin duda, se apoyó en la red de conspiración organizada en Venezuela por la oposición y financiada por sus banqueros. Uno de los que más ha aportado dinero a esos entrenamientos, a la infraestructura y al transporte internacional es el Grupo Cisneros.

Algunas de esas operaciones fueron develadas entre 2002 y 2003 por el gobierno venezolano. Igual documentación reposa en salas judiciales de Caracas. Entre septiembre de 2002 y febrero de 2004, se pudieron comprobar varios actos conspirativos en secuencia. Algunos fueron desbaratados, como lo registró la prensa venezolana. En todos los casos las avionetas usadas para insertar mercenarios y armas, eran propiedad de Gustavo Cisneros.

Las dos caras de la bestia

Más comprensible es el hecho criminal, si lo inscribimos en el cuadro político y judicial del momento venezolano. Es la respuesta de un sector de la oposición que no renuncia a los métodos de la guerra civil para tratar de desmoralizar al pueblo bolivariano. El fiscal asesinado era, precisamente, el que más investigaba a los implicados en el golpe de Estado del 11 de abril de 2002.


El presidente Hugo Chávez se solidariza con el padre del fiscal Danilo Anderson.

Después del 15 de agosto y el 31 de octubre la oposición quedó vulnerable. Perdieron casi todo el poder político que tenían. EL encarcelamiento de varios de los golpistas de abril era cuestión de tiempo. En buena medida dependía de la gestión del Fiscal asesinado.

Aprovecharon un flanco abierto -no llevar guardaespaldas a la universidad donde cursaba un postgrado. Con la misma saña aprovechará cualquier punto débil del proceso o del gobierno.

Todos los partidos de la izquierda multiplicaron por centenares de veces sus votantes. Algo inusitado. De la derecha, casi no queda piedra sobre piedra. Eso causa desesperación en sus filas.

Más abajo, en las profundidades de la sociedad explotada, grandes franjas pujan por darle una continuidad al proceso revolucionario que comenzaron en abril de 2002 con la derrota física del golpismo y el siguiente triunfo contra el saboteo a PDVSA. La derecha venezolana y sus consejeros externos saben que en Venezuela se está desarrollando un proceso de construcción de poder popular. Quieren pararlo. Matar al Fiscal es un acto político criminal que le da continuación a los casi cien asesinatos perpetrados en los últimos tres años. Es la otra cara de la negociación por arriba.

La bestia no descansa, ni aún vencida en nueve procesos electorales o en golpes, paros y conspiraciones varias. Su odio es de clase, su estrategia también. Se alimenta de todo lo que perdió en calidad de clase privilegiada y agente del imperialismo estadounidense. Es capaz de cambiar de máscara, usar risitas democráticas o aparecer en la misma foto de la fiesta del voto. Pero jamás, jamás, cambiará sus objetivos, alimentados por su posición de privilegio en la sociedad irreconciliable de clases.

Su mano llegó hasta a Argentina

Los 'Comandos F4' trajeron a Argentina en septiembre de 2002 un grupo de activistas venezolanos opositores a la 'revolución bolivariana'. Llegaron ataviados como soldados dentro del cuerpo de entrenamiento de los Marines de los Estados Unidos, para entrenarlos en la región selvática de Mazaruca (Entre Ríos), como parte de los 'Ejercicios Conjuntos', una acción aprobada por el gobierno argentino.

En aquel momento la investigación llevada a cabo por el periodista entrerriano Fabián Magnota tomó espacio nacional público a partir de la cobertura televisiva hecha por el programa de Jorge Lanata. Nosotros denunciamos el hecho en ARGENPRESS.info y APORREA y confirmamos con el Ministro de Defensa de Venezuela que ninguno de los venezolanos participantes pertenecía al ejército bolivariano.

Información Adicional
Tema: Venezuela tras la aventura golpista
País/es: Venezuela / Estados Unidos
http://www.argenpress.info/nota.asp?num=016155



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Modesto Emilio Guerrero (especial para ARGENPRESS.info)

Periodista venezolano radicado en Argentina. Autor del libro ¿Quién inventó a Chávez?. Director de mercosuryvenezuela.com.

 guerreroemiliogutierrez@gmail.com

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