Las 3-R/2: ¿El qué, para qué, con qué y con quienes?

Hay consensos que se construyen luego de arduos procesos de debates políticos y otros que se originan en la coincidencia “natural” sobre el origen y las consecuencias de determinados hechos y esto, parece ser la situación actual en el seno del amplio espectro de líderes, directivos, militantes, inscritos y periferia política del PSUV que, ante los insuficientes resultados electorales y sus evidentes causas en el desempeño de la gestión gubernamental, deficiencias político-organizativas del Partido y el dominio ideológico burgués sobre buena parte de nuestro pueblo, ha clamado – al unísono, sin concierto ni acuerdos previos - que se tomen medidas urgentes y efectivas para enderezar el rumbo de nuestro proceso bolivariano y socialista, con el fin de avanzar en esta larga transición al Socialismo, demoliendo el viejo Estado de los Propietarios e ir construyendo el Estado Comunal Democrático y Social de Derecho y Justicia para garantizarle a nuestro pueblo un gobierno que garantice la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de seguridad social, tal como lo dispuso el Libertador Simón Bolívar en su discurso en el Congreso de Angostura.

Sin embargo, “a la hora de las chiquitas”, cuando se trata de identificar cuales son esas políticas de Estado, de gobierno, del partido y el movimiento social sobre las cuales se deben aplicar la Revisión, Rectificación, el Reimpulso y las otras “R” que se le agregan, entonces comienzan las profundas diferencias, por cuanto, en un partido donde no se estudia colectivamente y no se acostumbra a la sistemática discusión política en sus organismos de dirección y de base, es muy difícil que “el análisis real concreto” y sus consecuencias políticas, puedan imponerse por encima del interés personal o grupal de las estructuras de poder, que se han “atornillado” en el Partido y el gobierno, porque ello supondría el reconocimiento autocrítico de responsabilidades, las cuales deberían producir reestructuraciones en los gobiernos y en el Partido, si de democracia participativa y protagónica se trata, realmente.

Este proceso necesita una referencia real concreta a partir del cual se debata y se cuestione el comportamiento de los niveles de gobierno y los niveles del Partido, por lo que debe irse el Plan Político de este gobierno y esta revolución: La Constitución que contiene nuestro proyecto actual de país, el Plan Socialista Simón Bolívar 2007-2013, en el cual se trazan las políticas del Estado en todos los ámbitos de su competencia y, La Declaración y los Estatutos aprobados en el Congreso Extraordinario del Partido, en la cual se trazó la lٕinea estratégica del proceso de transición hacia el Socialismo. Es a partir del conocimiento, estudio y balance de estos tres documentos fundamentales tendrá sentido un estudio real de las fallas, errores y desviaciones en que han incurrido el Partido y el gobierno en sus diversos niveles y se podrán trazar nuevas políticas y acciones que mejoren la calidad y esperanza de vida de nuestro pueblo y fortalecer la revolución bolivariana y socialista venezolana.

En cuanto al “Para que”” pareciera existir una dominante y muy peligrosa tendencia electoralista y reformista ( y por ende, no revolucionaria) en el seno del gobierno y del Partido que coloca, sin ningún otro agregado político estratégico, la victoria en las elecciones presidenciales del 2012, como la “razón primera y última” del proceso de las 3R/2, lo que supone que el problema se reduce a “”arepa, asfalto, policía y casa”, sin que se tome en consideración que, tan importantes responsabilidades de gobierno y de dirección política del Partido, tienen que estar asociadas al proceso de construcción del Poder Popular que, al final de cuentas, para los revolucionarios, es la real y verdadera garantía que, además de un buen gobierno, estemos construyendo un nuevo Estado y una nueva sociedad, en donde esos derechos y todos los derechos sean efectivamente garantizados a todas las ciudadanas y a todos los ciudadano., sin discriminación ni exclusión.

Dice el sabio dicho popular que “nadie es buen juez de su propios actos”, por lo que es evidente que el aparato del gobierno y del Partido, en los distintos niveles, requiere de escenarios y expresiones genuinamente democráticas que permitan el amplio debate sobre nuestras fallas y aciertos y las medidas que a futuro deben tomarse. El Primer Escenario es activar el Pueblo Constituyente en los 336 municipios existentes en el país y de manera especial, en aquellos en los que nuestro Partido es gobierno y mayoría en la Cámara Municipal, no solo para debatir sobre la políticas públicas locales, sino sobre los problemas de los Estados y la República, cuya síntesis debe ser recogida por un plenario de gobierno como el realizado en el Circulo Militar, después del triunfo de las elecciones presidenciales del 2006. En cuanto al Partido, aunque pueda no ser suficientemente legítima su composición actual, la Convocatoria del Congreso Extraordinario del Partido es imprescindible para recoger los debates que desde las bases del partido deben realizarse con vistas a Revisar, Rectificar y Reimpulsar la línea política en el seno del pueblo y en las estructuras de gobierno.

Reactivar el Constituyente originario en el Estado y el Partido e incorporar sus conclusiones a la acción de gobierno y del Partido, son condiciones esenciales para garantizar nuevos triunfos electorales, pero especialmente, mantener el avance de la revolución bolivariana y socialista venezolana.

yoelpmarcano@yahoo.com


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Yoel Pérez Marcano


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