En Venezuela, otra justa acción del gobierno revolucionario, se manifiesta frente la expropiación de la Compañía Owens Illinois(OL). De origen gringo. En 1903 desplegó su auge tecnológico con la extraordinaria invención de la maquina de hacer botellas ocupando todos los confines del planeta. Se convierte en la Transnacional líder, de fabricación de botellas y frascos de vidrio de altura uniforme, forma, color, tamaño y capacidad. Empresa que además de avanzar con creces en las tecnologías del reciclaje de vidrio y aluminio, todavía se mantiene fabricando los envases de vidrio para las industrias de perfume, fármacos, alimentos y bebidas, incluyendo cerveza, vinos, licores y bebidas no alcohólicas. Como toda transnacional globalizadora, sus relaciones de producción han sido signadas por la irracional utilización de los recursos naturales y la típica explotación laboral, en detrimento de la salud y estabilidad laboral de los trabajadores. Se dan o no razones para expropiarla y transformar las relaciones sociales de producción y avanzar hacia nuevas formas de organización? Por supuesto que si! Lo afirmamos y nos solidarizamos con el proceso de transformación que dicha transnacional será sometida.
En los distintos procesos revolucionarios que sobresalen y las nuevas formas de organización social y laboral que emergen, las relaciones de producción deben basarse en las relaciones de propiedad sobre los medios de producción. Si la propiedad es social, los miembros de la empresa deben tener una relación de equidad, equilibrio y armonía con respecto a los medios de producción e imperando en la dinámica laboral, unas relaciones de hermandad, apoyo y colaboración mutua. Estas necesariamente deben de transcender e integrarse en las diferentes formas de organización social como anclaje y articulación para un determinado avance del proceso social en cuestión.
La expropiación ambiental de OL nos proporciona una originaria posibilidad para que las diferentes comunidades, comunas, consejos comunales y otras tantas organizaciones de productores y sociales participen. No sólo para arreglar los entuertos laborales económicos y poner al día los pasivos e indemnizaciones ambientales generados por dicha transnacional. También se trata de administrar y gestionar gran parte de sus medios de producción: la organización de la distribución de la materia prima en la manufactura de los distintos envases de vidrios. Los consejos comunales, podrían sustancialmente colaborar en dicha tarea. Que se sepa, por la escasez de materia prima para la producción de frascos y botellas, a nivel mundial, el uso del vidrio re-ciclado esta por el orden de un 36%, ello implica un ahorro significativo en la compensación de las emisiones de gases de efecto invernadero. Cálculos estiman que el 10% del vidrio reciclado en la producción, pueden recortar la emisión de carbono en un 5% ahorrándose el 3% en el consumo de energía.
Es oportuno plantearlo, los 21050 consejos comunales establecidos que hacen vida en la Venezuela revolucionaria, potencialmente pudiesen montarse en organizar escuadras de reciclaje no sólo de vidrio y abastecer las demandas productivas de la vieja OL. También debiesen desplegar acciones encaminadas a darle uso a las tecnologías del re-ciclaje. El papel, el cartón, plástico, aluminio(también para OI) y tantos desechos orgánicos deben incorporarse en las actividades diarias, generando nuevas cadenas de producción sobre la base de las tres r. A saber: re-cuperación, re-utilización y re-ciclaje de los desechos. Es menester expresar que estas propuestas técnico-políticas no son nuevas, desde hace varias décadas en otras sociedades están consolidadas. Más bien diríamos, que nuestro proceso revolucionario esta en deuda, por alcanzar metas como sociedad progresista y participativa que debemos asumir de inmediato. De la cuarta república mal-mente heredamos el perverso ciclo: producir, consumir y botar-despilfarrar, sin todavía poder valorar las distintas implicaciones ideológicas que ello encierran en nuestra condición y accionar revolucionario.
En el mejor entender, la expropiación de OI debe estimularnos, por y para llegar hacer las vainas; los procesos productivos y las relaciones sociales de trascendencia, mejor que la antigua empresa gringa lo hacía. Allí los aventajamos: nuestro pueblo participa, tiene su nivel de organización; el arrojo por emprender las acciones de vanguardia y la voluntad de transformación que el gobierno revolucionario ha venido emprendiendo.
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