Aleluya, loor: por fin tenemos algo de lo cual todos podemos estar completamente seguros: ¡¡ nadie sabe cual banco es estable ¡¡.
Peor aún, que logren cumplir sus dos esquizofrénicos objetivos: reconstruir sus balances y recapitalizarse para evitar la quiebra. Segundo: seguir prestando dinero. Cuando a la vez, oratemente, se les condena a que ahorren, y obliga, a seguir gastando al mismo tiempo. Locura feliz del libre mercado.
Ante tal apasionamiento por el desastre, ¿cómo seguir confiando en ellos¿, considerando: la cantidad de trampas que nos han hecho y los tremendos récords mundiales que exhiben estas piezas esculturales de la fatalidad capitalista que se bambolean, olímpicamente, entre el boom y las bancarrotas. Parodiando la decencia, diremos que su secreto del éxito se encuentra en la “sinceridad y la honestidad”, principios que son capaces falsificar, demostrando su caradura.
Hay que conservarlos, son piezas insalvables de una economía, que cada día tiene menos razones para confiar en el libre mercado, o sencillamente lo mantienen como un articulo de fe o una creencia casi mística, con sacerdotes y magos que ofician desde los canales de televisión para farolear sobre su honorabilidad y apellidos de estirpe disfrazada: perdonen que los llame caballeros, pero es que no estoy muy al tanto de su alcurnia.
Esta profesión propia de la derecha exhibe récords mundiales inalcanzables: 2007, al North Rock de Inglaterra la gente le retiro por taquilla el 5% de su capital en dos días, monto de 1100 millones de libras esterlinas. Su final: expropiación. Para recuperarlo fue necesario donar al Banco 2500 millones de libras. Cifra que ningún Gobierno del Mundo había entregado antes a una empresa privada. Inicio del record mundial de los desastres de la humanidad.
En 2008, con Fannie Mae y Freddy Mac se produce la mayor expropiación de la historia del mundo. A este record le siguió otro: la mayor bancarrota de la historia del mundo cuando entró en cesación de pagos Lehman Brothers. Al siguiente día se produjo el mayor rescate de una compañía privada financiera de la historia mundial, al expropiar el gobierno de Bush el 79,9 % de la aseguradora AIG. Para mayor ironía esta empresa se había creado por decisión del National Housing Act de 1937 como medicina para enfrentar las secuelas de la Gran Depresión de 1929. Otro record mundial
Seguimos, 2009 Bank of America tomo el control de Merrill Lynch. El 21 de septiembre el mayor banco de inversión del mundo Goldman Sachs y otro monstruo mundial Morgan Stanley, convirtieron su desastrosa situación en matrimonio o “holding”. Por desconfianza de ambas tuvieron que convenir en que solo el bajo el control del Estado salvarían su ruinosa unidad. ¿ Idea contraria al libre mercado ¿
Mismo periodo, Bélgica cayó el Banco Fortis, el mayor empresario privado del país; en Inglaterra se derrumbó Bradford and Bingley; la alemana Hypo Real State recibió ayuda 50.000 millones de euros.
Luego, bajo la temperatura, hasta llegar a la nacionalización de la cual fue objeto la industria automotriz norteamericana de Estados Unidos. Todos enfermos por masticar “activos tóxicos”, que les inocularon los gerentes mejor pagados del mundo en la industria mas grande del mundo y que le da oxigeno al modelo económico mas gigantesco del mundo.
Puros récords mundiales, animados por el oxigeno de los créditos mas contagiados y contaminantes del planeta. Todo manejado como lo dice Charles Morris en Thrillion Dollars Meltdown (2008), (Un millón de millones derretidos) dentro de: “una burbuja crediticia” que es un tipo especial de atmosfera de estafadores. Agrega que el daño total causado estaría por el orden, digo desorden, de los dólares $4 trillones, esto es 4,000,000,000,000 – cuéntenlo, tiene 12 ceros, en español un millón de millones, evaporados.
Sin duda 2008 será recordado como el annus horribilis de los record mundiales del agravio de Wall Street: sus cinco primeros bancos se han vendido, declarado en bancarrota, expropiado, nacionalizado o transformado, en algo muy distinto.
Sin embargo, ser banquero es buen negocio; él, arriesga, hace apuestas con tu dinero, -se supone su oficio-, si gana, el capitalista se lucra y si pierde en la ruleta, el gobierno lo auxilia. Ellos son el poder de la cleptocracia según el autor John Lanchester, (Sept. 2010): “¡¡ Huy ¡¡: por qué todo el mundo debe a todo el mundo y nadie puede pagar”. Edit. Anagrama, Pág. 29, y son los que van a “convertir a USA en una republica bananera”. Libro a consultar
¿A propósito, adonde guarda Ud. sus ahorritos de los aguinaldos ¿.
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