El problema no es que los quinta columnas (como nos nombran) que defienden la revolución queramos ser radicales de nuestro lado, o sea del lado de nuestro máximo líder, el inconveniente que cargamos en la espalda es que el imperio avanza y los otros quinta columna (los verdaderos que están del lado de la traición) lo permiten con anuencia de componendas formadas por ellos mismos para evitar que no avancemos junto al pueblo, que sigamos llegando hasta esta la otra parte del pueblo que mantienen engañado y ellos tener la posibilidad de seguir forzando un regreso, si los dejamos montar su cuarta república, en una sesta que imaginan.
El efecto Nicaragua nos está acechando, crece en nuestros ojos, no por los oposicionistas de aquí que son incapaces de planificar ni siquiera una junta de condominio; es por la dirección que viene desde el norte, apoyada con toda la artillería mediática que poseen y la capacidad que tienen para captar despatriados y alistarlo en una fila que sin rebuscar un nombre están llenas de traidores; sabemos de un pueblo que se está formando, pero también de una oligarquía que nos está atacando sin medida de compasión , arreciando con todo lo que les queda, porque no están dispuestos a perder el imperio que han construido acuesta de la sangre de los pueblos.
Hay un grupo de quinta columna (entre los que me encuentro) que estamos dispuesto a evitar el avance, no dejar que estén en nuestra revolución manipulando conciencias intermediarias, haciendo creer que están de nuestro lado, sabiendo que se quedaron en la tercera vía que mi amigo personal planteaba al principio de este proyecto y quedo atrás porque no es posible interrelacionar capitalismo con comunismo, a la larga terminaremos devorados por la traición que representa un monstruo con cartas escondidas y que está infiltrado a nuestro lado haciendo ver que somos los de raíz los enemigos.
Tal vez volvamos a quedar por fuera como en otras oportunidades, pero tiene que quedar claro que la conciencia rebelde de un revolucionario no se rinde, estamos obligados a buscar caminos y seguir insistiendo, por encima de infiltrados que no han podido nunca estar del lado del pueblo, porque la oligarquía supo convertirlos en arrastrados, en una revolución que no tiene
marcha atrás.
Tarde o temprano serán descubiertos por las bases del pueblo y seevidenciaran ante los ojos de las comunidades organizadas, que aun en
contradicciones internas sabemos que vamos andando y somos los de raíz que podemos confirmar de verdad, que
PÀTRIA SOCIALISTA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE. HAZTE CONCIENCIA.
