El director de cine español, Luis García Berlanga dice que en “los años 60, el régimen franquista desarrolló una campaña bajo el lema: Siente un pobre a su mesa, y eso me permitió hacer la película Plácido”.
El 13 de noviembre de este año murió García Berlanga, a la edad de 89 años bien vividos. Y busqué nuevamente la película Plácido. Con guión de Rafael Azcona y la actuación del humorista Cassen como Plácido y José Luis López Vásquez como Gabino Quintanilla, decidí volver a verla para disfrutar la ironía y el humor negro de Berlanga.
Hay una verbena donde las familias más acomodadas terminan llevándose un pobre a su casa para compartir la cena navideña. Mientras tanto Plácido anda angustiado buscando cómo pagar una letra para que no le quiten la motocarro que tiene.
Los diálogos son geniales. “Mira a ver qué haces con tu pobre”. “Vamos a ver qué tal es el pobre que nos tocó a nosotros”. También está un periodista que cubre el acto para informar al país lo bien que se lleva “la gente decente con los pobres”. Y mientras un pobre está disfrutando de una pechuga de pollo, el periodista lo entrevista y le pregunta cómo se siente compartiendo y comiendo en esta navidad con gente honrada. Y sigue diciendo. “Esta navidad, la gente honesta da una demostración de que todos podemos ser felices”.
A una de las familias el pobre se le enferma, y tienen que buscar a un médico, y lo más cercano que existe es un odontólogo, que también está compartiendo con su pobre pero tiene que ir a verificar el estado del pobre que se está muriendo. Al final descubren que el pobre no era casado por la iglesia, vivía con una mujer –pobre, también- que en ese momento estaba disfrutando su cena con una familia rica. Plácido y otra gente salen a buscarla y la encuentran y la llevan a la casa donde su compañero está muriendo, allí, un cura los casa y el pobre se muere. Y “este pobre nos arruinó la cena navideña, cómo se le ocurre morirse justamente ahora cuando por primera vez estaba comiendo bien”,
Al final se escucha un villancico que dice: “Madre, en la puerta hay un niño y gritando está de frío, ande dile que entre y así se calentará, porque en este tierra no hay caridad ni nunca la habrá”
Ese es mi homenaje a Berlanga, después les hablo de El Verdugo, y Bienvenido, Mister Marshall.
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