Hoy 5 de diciembre de 2010, cuando son aproximadamente las 05:00 pm, he oído con especial asombro y tristeza, como el ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, anuncia, en un pase desde el Estado Vargas, el aumento de la cota para la construcción en las faldas del Cerro “Waraira Repano” o, como se ha conocido anteriormente, “El Ávila”. Decisión que en mi opinión no deja de ser, una vez más, una respuesta inadecuada a una emergencia, que si se hubieran adelantado los objetivos estratégicos planteados en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007, no habría adquirido las dimensiones que hoy nos arrinconan.
Es precisamente en el momento en el que me encuentro escribiendo un largo análisis sobre los elementos del discurso desarrollista, que ha caracterizado, tanto al capitalismo como al socialismo en las últimas seis décadas, discurso que no ha sido deconstruido por la Revolución “Socialista” Bolivariana, y que la ha llevado a un afianzamiento e incluso a una homogeneización de lo que debería ser la respuesta diferenciada de los grupos sociales a cada una de sus realidades, donde parece que la única solución que podemos obtener del estado es mediada por un funcionario ideológicamente incoherente, cuya única preocupación es no ser regañado por el presidente. Observo, con alarmante tristeza al presidente siendo aclamado en el Núcleo Endógeno “Fabricio Ojeda”, cuando anunciaba una “ayuda económica” para los damnificados y/o refugiados (esta es la respuesta homogénea a la que me refiero anteriormente, “capitalista”), y debo hacer énfasis los “DAMNIFICADOS”, por cuanto en los años 1999-2000, la palabra se había execrado del léxico revolucionario por el de “DIGNIFICADOS DE LA PATRIA”, ¿Qué ha pasado, que hasta la visión crítica del uso del lenguaje revolucionario ha involucionado?.
El presidente ha expresado que los estudios para la utilización de espacios pertenecientes al único elemento natural que le queda a la ciudad capital, están hechos, y no habrá afectación alguna para el mismo, sin embargo, pregunto por los estudios para dotar de servicios a estas “soluciones de vida” que se plantearían (agua potable, manejo de desechos sólidos, sistemas de manejo de aguas de lluvias y de aguas servidas, electricidad, vialidad, etc.). Pregunto, es que acaso, ¿Caracas ya no estaba en emergencia antes de este temporal de lluvias?, ¿es que acaso una ciudad en la cual se ha, más que duplicado el parque automotor (gracias a políticas revolucionarias como el plan Venezuela móvil de los años 2006 y 2007, recordemos que el sector automotriz rompió record de producción de vehiculos y se instauró el mercado paralelo de ventas de vehículos nuevos como usados, al doble de su costo original), colapsando todos los corredores viales, y sin planes para mejorarlos o desarrollar soluciones viales nuevas, una ciudad que presenta problemas para disfrutar adecuadamente de un servicio de agua potable aceptable, una ciudad que carece de un servicio de recolección de basura eficiente, una ciudad que carece de un sistema adecuado de transporte público, no estaba en emergencia?, no quiero hacerme eco del problema de inseguridad, por ello no lo incluyo en el grupo anterior. Señor presidente, la solución para estos “DIGNIFICADOS DE LA PATRIA”, probablemente no está en la ciudad de Caracas, es necesario producir un “Plan de Desconcentración Territorial del Eje Centro Norte Costero”, es imprescindible darle solución definitiva al problema de migración permanente hacia el mismo, en varias oportunidades he propuesto que cada Ministerio sea trasladado con su personal hacia regiones más pertinentes a su misión, por ejemplo: el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras debería estar en Guárico, Portuguesa, Zulia, Monagas o Yaracuy; el Ministerio del Poder Popular para la Salud y su personal debería estar en un estado donde se pueda crear una verdadera ciudad de la Salud, con grandes hospitales de especialización, donde se puedan compartir servicios conexos tales como hoteles para familiares de los enfermos, laboratorios de alto nivel, planes estratégicos de servicios de energías principales y alternos de sostenimientos y protección de equipos de alto nivel tecnológico; el Ministerio del Ambiente y su personal en el estado Amazonas, en custodia permanente del reservorio de biodiversidad más importante de la humanidad, como es la selva del Amazonas; etc. Con ello, se debería potenciar el crecimiento organizado de cada una de estas regiones, con el correspondiente desplazamiento de los servicios asociados a las actividades administrativas del estado, tales como servicios bancarios, servicios de transporte aéreo, comercio, etc.
¿No le corresponde a los procesos revolucionarios acometer las grandes empresas?, estas son simplemente ideas, indague entre los DIGNIFICADOS DE LA PATRIA, si es posible, que con las condiciones adecuadas, estarían dispuestos a migrar fuera del eje Centro Norte Costero, deles la oportunidad de convertirse en sujetos de transformación política, social y económica.
No permitamos que el Waraira Repano sea intervenido por la visión errada del desarrollismo que no ha solucionado en 60 años el problema esencial del pueblo, su dignificación como ser humano. El socialismo no es tener la suerte de ser hallado por el presidente, EXISTIMOS, no nos dejemos reducir a la visión tecnocrática de los burócratas “alacranes”, con intereses sospechosos en el entorno del presidente. Es necesario que los revolucionarios verdaderos alcemos la voz.