Lluvias. Lluvias. Hablar de este tema no es fácil por lo que implica. Por el drama humano que trae aparejado. Hay más de cien mil damnificados en todo el territorio nacional y con declaratoria de emergencia para varios estados: Caracas, Vargas, Miranda, Falcón, Zulia, Trujillo, Mérida y Nueva Esparta. La contingencia cubre todas las regiones centro norte costeras. Se han desbordado ríos, los diques de varias represas han colapsado. Falcón y varios municipios de Miranda, están bajo las aguas.
El sistema vial de esos puntos se ha afectado, con las repercusiones que se han visto a través de los reportes noticiosos. Después de una larguísima sequía, con las consecuencias que vivió el país en los primeros meses de este año, estamos afrontando un fuerte período de lluvias incesantes, con las calamidades consecuentes.
Estos fenómenos climáticos dispares que azotan a diversas naciones han generado desórdenes ambientales que han afectado ciudades en diferentes puntos del planeta, corroborando lo que se ha venido denunciando en importantes foros mundiales acerca de la contaminación y las secuelas generadas por el desarrollo industrial que ha lesionado el planeta.
La situación de hoy en Venezuela es consecuencia de un desarrollo desigual que generó los problemas estructurales, todavía no resueltos pero que se vinculan con el modus operandi de los gobiernos de la IV república. Frente a la explosión del desarrollo petrolero, se abandonó el campo y se fomentó de manera irresponsable el proceso migratorio del campo a la ciudad en busca de fuentes de empleo sin ningún tipo de planificación.
El tema de las lluvias y sus secuelas, ha servido a una oposición irresponsable para tejer todo tipo de especulaciones. Grandes titulares y amplias fotografías en la prensa escrita y una alharaca sin freno en los medios audiovisuales culpabilizando del fenómeno climático al Presidente. El gobierno bolivariano está afrontando de manera responsable esta dura contingencia.
Tanto el Presidente como los gobernadores, alcaldes, el tren ejecutivo y los consejos comunales están abocados al problema, desplegados por todo el territorio. Esta situación estructural, profundamente humano, toca todas nuestras fibras. Corresponde al Estado resolverlo en el mediano plazo.
Periodista / Prof. universitaria
