El principio de nuestra interculturalidad radical descansa en la idea de que no siempre la voz del pueblo es la voz de Dios, ni siempre, la Academia o la Universidad es la Casa de Luz que vence las sombras. Esta tiene que ser la base real del diálogo de saberes entre pueblo y academia, porque los pueblos están en el origen de toda cultura y cuando las academias se apartan de los pueblos, su conocimiento se esclerosa y va contra la continuidad de la vida.
8 DE DICIEMBRE DÍA NACIONAL DE GUAICAIPURO, DE LOS PUEBLOS, CACIQUES Y CACICAS DE LA ANTICONQUISTA
Este 8 de diciembre “Día Nacional de Guaicaipuro, de los pueblos, caciques y cacicas de la anti-conquista” se realizó un conversatorio en relación a la fecha referida en la UNEFA de Los Teques. En el inicio del referido conversatorio el Cnel. Alonso Moreno Juárez, como Decano dio las palabras de bienvenida, incluyendo a los miembros del Taller César Rengifo, un arte de la anticonquista, fundado en la historia y la cultura propia, quienes recibirían su certificado de asistencia y participación, de manos del prof.. Pedro Riera, de Rivas-Rivas y del Decano. El taller de Rengifo con una duración de 15 horas fue auspiciado por el Frente Bolivariano de la Cancillería, el Proyecto Intercultural Guaicaipuro, con el aval del Instituto de Altos Estudios Pedro Gual, Fundarte, la Casa del Artista y las Direcciones Generales de Educación Intercultural y la de Cultura y Deportes del Ministerio del poder popular para la Educación.
Entre los asistentes se encontraban, entre otros, el Presidente y miembros del Instituto Municipal de Cultura. Pedro Riera, Gilda Girardi, Pascual Robles, Aníbal Carrasco, Blanca Barreto, los asistentes al taller de Rengifo y un nutrido grupo de alumnos de la UNEFA que desbordó el auditorio de la Biblioteca.
SÍNTESIS DE LAS PALABRAS DE SAÚL RIVAS-RIVAS, COORDINADOR DE LA CÁTEDRA DE INDOSOCIALISMO
El conversatorio sobre la vigencia histórica de Guaicaipuro, los pueblos, caciques y cacicas de la anticonquista comenzó a las 2 de la tarde con la intervención del prof.. Saúl Rivas-Rivas como Coordinador de la Cátedra de Indosocialismo, y del Proyecto Intercultural Guaicaipuro:
BAJAR A LOS CONQUISTADORES DE LAS PLAZAS Y DE SUS PEDESTALES Y HACER VISIBLE AL INDIO VIVO DE LOS PUEBLOS Y COMUNIDADES
Señala Rivas-Rivas en el marco de su intervención que en el 2001, cuando incorporamos con el Presidente Chávez al Cacique de los teque y caraca al Panteón Nacional el 8 de diciembre, partiendo de una tradición de la Municipalidad de Guaicaipuro del 26 de abril de 1938, se pensaba que se trataba sólo de un culto al indio muerto para ponernos de espalda al indio vivo, al indio concreto de carne y hueso de los pueblos y comunidades actuales. Pero cabe relatar que el Proyecto Guaicaipuro al Panteón Nacional siempre estuvo acompañado de una consigna anónima de la Guerra Federal ¡Patria para los Indios!
Con ello habíamos encarnado en 27 años de lucha, la vieja aspiración de incluir en la Constitución Bolivariana los Derechos Originarios, Históricos y Específicos de los Pueblos y Comunidades Indígenas. Por otra parte, bueno es señalar que el Presidente Chávez al convertir cada 8 de diciembre en Día Nacional de Guaicaipuro, destacaba la defensa irreductible de su tierra y territorio como máxima justificación de su inmolación, teniendo que escoger como decía el Prócer Francisco de Miranda en su Manifiesto de 1801, entre morir de pie o vivir de rodillas. Por eso el derecho a la tierra y hábitat de los pueblos y comunidades indígenas, como derecho originario es hoy irrenunciable y por eso el Estado Bolivariano está en el deber de saldar esa deuda histórica con los pueblos indígenas actuales.
PRIMER ACTO DE CULTURA PARA EL COMANDANTE CHÁVEZ: ENCONTRAR A GUAICAIPURO EN SU DÍA Y MÁS ALLÁ DE SU DÍA EN CADA REFUGIADO CLIMÁTICO
Decía Bolívar en su tiempo que “La Independencia es el primer acto de cultura”. Decía Amílcar Cabral que “La liberación nacional es el primer acto de cultura”. Francisco de Miranda al ser sorprendido por el terremoto de 1812, encontró el primer acto de cultura en la recolección de escombros junto con el pueblo, así como hoy para el Presidente Chávez el primer acto de cultura hay que encontrarlo en la sobrevivencia del pueblo frente a la vaguada y por eso se pone al frente operativo en ese aquí y ahora y del ¡qué hacer! de la política. Es por ello que hoy DIA NACIONAL DE GUAICAIPURO, DE LOS PUEBLOS, CACIQUES Y CACICAS DE LA RESISTENCIA A LA CONQUISTA, tenemos que encontrar el rostro de Guaicaipuro, de Apacuana y de Nígale, de Terepaima, Tamanaco, Sorocaima, Yoraco, de Aramare y de Naiguatá, de Catia y de Tiuna en el rostro vivo de cada refugiado climático. Y así, nos destaca el Presidente Chávez, señalando que duelen sin duda los bienes y las pérdidas materiales, pero primero es la gente, como ha recalcado el Comandante. La vida, la reproducción de la vida, sólo será posible garantizando la continuidad de los ecosistemas, agregaríamos nosotros desde la óptica del Indosocialismo y del ecosocialismo. Tenemos que cambiar el sistema para atender de fondo el cambio climático. Pero tampoco olvidemos que esta cultura occidental, no sólo ha emprendido la voraz conquista contra los pueblos sino también una voraz conquista de la Madre Tierra que hoy amenaza la continuidad de la vida y de la vida humana sobre el planeta. Y si no cuestionamos de raíz este modelo de anti-desarrollo, presentado como falso progreso, el mismo puede prolongarse en el socialismo del siglo XXI, con su falsa dicotomía entre ancestralidad y modernidad, entre “civilización o barbarie”. ¿Por qué encontrar a Guaicaipuro en cada refugiado climático? Porque las principales víctimas de las vaguadas y del cambio climático son los descendientes de los pueblos indígenas, de los afrodescendientes, de los indomestizos, de los campesinos, de los blancos de orilla, de los marginados sub-urbanos. Y dentro de todos estos sujetos, las más oprimidas son las mujeres por la sociedad patriarcal. Son los que pagamos la mayor cuota de la destrucción del planeta por el capitalismo.
El Día Nacional de Guaicaipuro es una buena oportunidad para ahondar en la memoria de grandes luchadores contemporáneos contra la conquista y colonización. Como Antonio Makerán González, enfrentado a la transnacional Hato La Vergareña, expulsado a la isla del Casabe y quien recibió la Orden Guaicaipuro post morten. O de otros como el sabio yecuana Barné Yavarí de la película “Yo Hablo a Caracas” de Carlos Azpúrua. Del poeta wayuu Ramón Paz Ipuana. Del yecuana Horacio Acisa, quien expulsó de su comunidad a las misiones norteamericanas Nuevas Tribus. De Alfredo Almeida como cariña descendiente de la Mesa de Guanipa. De Herman Pocaterra como primer maestro de La Guajira. De Miguel Ángel Jusayú como otro guardián de la lengua materna… O de aliados indodescendientes sea por la vía de la sangre, de la cultura o por ambas vías como César Rengifo, Gilberto Antolínez, Pedro Centeno Vallenilla, Efraín Hurtado, Miguel Acosta Saignes, Jorge Mosonyi, Gerardo Clarác, entre otros.
CUESTIONAR DE FONDO EL ESTATUTO DE FUNDACIÓN DE LOS PUEBLOS Y CIUDADES DE HISPANOAMÉRICA, EXCLUYENTE DE LA HISTORIA INDÍGENA DE VENEZUELA Y AMÉRICA
El día nacional de Guaicaipuro es también una oportunidad histórica para seguir cuestionando el estatuto y la orientación historiográfica de la fundación de los pueblos y ciudades de Hispanoamérica, incluyendo a Caracas como capital de la República. Por tanto es conveniente hacer un llamado urgente a los cronistas de pueblos y ciudades para que junto con los pueblos y comunidades comiencen a profundizar en la investigación participativa de las historias indígenas locales como un espacio irremplazable en cada pueblo o ciudad de la totalidad de la historia nacional. Historia indígena, que como lo entendió César Rengifo se remonta a los mitos de los orígenes, como el mito de Amalivacá, a la anticonquista como la resistencia de Guaicaipuro, de los pueblos, caciques y cacicas de la resistencia a la conquista y la colonia. La participación indígena en la Independencia, todavía invisibilizada bajo las denominaciones de llaneros, campesinos, mestizos, pardos. Sigue siendo todavía la participación más invisibilizada en las luchas de independencia, a pesar de la extraordinaria participación indígena en la Batalla de Chirica o de San Felix al mando del General Manuel Carlos Piar, que es la batalla que abre la navegación del Orinoco a la causa de la Independencia, lo que permite el Congreso de Angostura y la formación de La Gran Colombia a partir de 1817-1819.
SIGUE LA LUCHA DE LOS PUEBLOS Y CACIQUES DE LA RESISTENCIA COMO LOS INTENTOS DE RECONQUISTA DE LOS VIEJOS Y NUEVOS CONQUISTADORES
Destaca Rivas- Rivas que en esta coyuntura de la revolución bolivariana se reactivó la vieja intención de los pueblos y desde los pueblos, de bajar a los viejos y nuevos conquistadores del pedestal de las plazas y de sus estatuas para encerrarlos en los museos y sacar del mundo de los museos y del folclore a los pueblos y caciques de la anticonquista, a los pueblos y al indio vivo para dignificarlo en cada presente histórico. Para dignificarlo como persona y como pueblo, en su actualidad y en su pasado, porque son los pueblos los que hacen la historia y son los pueblos el origen de toda cultura. De allí que debemos terminar de enviar con sus estatuas a los museos a los viejos y nuevos conquistadores y sacar al indio vivo de la exclusión y de la invisibilidad. Porque una cosa son las legítimas herencias culturales y lingüísticas del mundo hispánico y occidental y otra cosa muy distinta es el culto a los viejos y nuevos conquistadores. A los viejos y nuevos verdugos.
¿POR QUÉ NO VEMOS NI SENTIMOS QUE EL PLANETA SE ESTÁ CAYENDO SOBRE NUESTROS PIES?
Es una pregunta necesaria, que se la hacía ya en su tiempo el poeta Walt Whitman. ¿Por qué se nos olvida que estamos hecho de tierra y agua, y aire, de árboles, de pájaros y cuadrúpedos? Es la misma pregunta ancestral del indio americano. O nos preguntará Antonio Brailovski, ese extraordinario historiador de la ecología: ¿sería usted capaz de echar las heces y las aguas negras en el tanque de agua de su edificio o de su casa? Por supuesto que no. Pero ¿por qué lo hacemos con los ríos, quebradas y manantiales? ¿Por qué ya los tequeños no pueden sentir que las aguas del Paraipa, del río San Pedro corren por sus propias venas? Precisamente, porque lo hemos convertido en una cloaca y cuando el poeta y escultor Edgar Corrales planteaba en la década del 70 la necesidad de rescatarlo y depurarlo, todavía no teníamos sentido siquiera de lo que era el valor del río.
NO SIEMPRE LA VOZ DEL PUEBLO ES LA VOZ DE DIOS, NI SIEMPRE LA ACADEMIA O LA UNIVERSIDAD ES LA CASA DE LUZ QUE VENCE LAS SOMBRAS
Finalmente entendamos, señala Rivas -Rivas, que no siempre la voz del pueblo es la voz de Dios, ni siempre la Academia y la Universidad es la Casa de Luz que vence las sombras. Aquí, en este encuentro necesario, imprescindible entre pueblos y academias, tiene que estar la base real de una interculturalidad libre y radical, que permita la construcción participativa de la unidad de nuestros países desde nuestra compleja, necesaria y oportuna diversidad cultural, étnica y lingüística. Porque no sólo nos caracteriza el idioma español, la herencia hispánica y el catolicismo. Esta exclusión de medio milenio de nuestras herencias originarias y culturales múltiples, ha tenido un gran costo social, cultural y espiritual para la dignidad de nuestros pueblos y la construcción participativa de nuestra identidad nacional, sin detrimento de todos los sujetos históricos, de todos los actores y actoras que están en la génesis y desarrollo de la formación de nuestra nacionalidad y del proceso de integración bolivariana.
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