El comportamiento social se divide, en principio, entre aquellos que se comprometen con la gente que sufre la tragedia o los que consideran ofrecer el diezmo para librar su alma de pecado. Pero adicional a esto, la posición sobre cómo el gobierno bolivariano responde ante esta situación se divide, en principio, entre los que lo apoyan y critican constructivamente para ser más eficiente su gestión en y los que sólo saben criticar por criticar, de forma destructiva, para ser más preciso, los “miopes” que nunca entenderán el complejo escenario que se vive. Dichas premisas permitirían valorar que:
1.- Dentro de la oposición, la iglesia, los medios de difusión y el empresariado reivindican el ofrecer el diezmo al afectado, y critican destructivamente las iniciativas gubernamentales para enfrentar la tragedia. Todo lo que se haga o deje de hacer es rechazado, y al no aceptar nada, la intolerancia se erige como señal sobre lo que desde esa orilla se entiende como unidad nacional.
2.- Dentro del Gobierno se dirigen esfuerzos para comprometer a algunos sectores económicos con la situación de los afectados, presionando en favor de un pacto social; presión que, en estos momentos trágicos no espera de acuerdos entre las partes, por lo tanto, se toman acciones por vía de Ley y la Fuerza de ser necesario, para asegurar medidas transitorias y definitivas, en beneficio de los afectados. La ejecución del gobierno refiere, al menos, dos actores que chocan entre sí: el hermoso gesto de compromiso voluntario de muchos funcionarios y del pueblo en general dispuestos a construir la patria bonita, versus el terrible mal del burocratismo que traba hace duplicar esfuerzos innecesarios; coarta el desempeño sano de los factores involucrados generando desilusión
Recomendaciones:
Para la oposición: hagan acto de constricción y ofrezcan algo decente, y la limosna no es decente en momentos como este.
Para el gobierno: avanzar de forma ejemplarizante sobre los pilares de la ética revolucionaria, la contraloría social, la gestión eficaz, eficiente y sustentable, de lo contrario, la propaganda oportunista de la canalla burguesía seguirá calando entre los incautos y tomando espacios a favor de sus absurdas ofertas de país al estilo de la “Democracia Social”.