Aristóteles y los opinadores de la oposición

De alguna clase de filosofía en el liceo me quedó ese concepto de “tabula rasa” que, como recurso explicativo fue usado por Aristóteles para fijar su consideración sobre cómo se generaba el conocimiento. En esa clase, probablemente también tuve que haber fijado la posición de Platón sobre el mito de la caverna, que fue una explicación opuesta a la de Aristóteles, cuyo sustento era el mundo de las sombras (apariencias) y la escapada al mundo del sol, como forma transitar a lo real. Ya en la Universidad, este paradigma fue más inteligible, cuando revisaba el enfoque de la psicología cognitiva, cuyo fundamento epistemológico estaba más cerca de Platón que de Aristóteles.

En estos días, al leer un artículo de un tal Layrise que escribe en últimas Noticias, recordé inmediatamente mis frecuentes momentos de lucidez cuando me ofrecen la feliz y grata oportunidad de leer entre otros, a Ledezma, Julio Borges, Cesar Villarroel, Omar Barboza y Manuel Caballero, que lamentablemente murió recientemente, pensé en esta forma o esquema de “tabula rasa”. La idea me vino a la mente, no porque estos señores tengan un parecido con Aristóteles, sino porque se muestran y son efectivamente como un pizarra en blanco. Piensan y escriben como si fueran una pizarra en blanco. Escriben una mentira e inmediatamente se la borran. Unos días más tarde, vuelven a escribir otra mentira pero no se acuerdan ya de la primera mentira ni de la última y como tienen supuestamente la mente en blanco (tabula rasa), suponen que el resto de los venezolanos, también tienen su respectiva “tabula rasa”.

Escribieron y opinaron a granel sobre el estado desastroso en que se encontraba la economía venezolana entre el 2005 y 2008, justo cuando Venezuela experimentó por varios trimestres consecutivos un crecimiento del PIB. Ese crecimiento se manifestaba con un descenso de los niveles de pobreza y desigualdad social, pero esta realidad no existía para ellos y por supuesto, sobre ella no querían escribir o no lo incluían en sus análisis porque no lo querían ver, oír u oler.

Con estos seres que Aristóteles pudo haber utilizado como ratas de laboratorio para poner a prueba su “tabula rasa”, la realidad es un reflejo sólo de lo que quieren ver, oir o ya han olfateado . Saben hoy que el PIB se encuentra en una fase de decrecimiento, pero “ignoraron” en su momento; el crecimiento por más de 18 tresmestre del PIB. Como tienen su mente aparentemente en blanco y su memoria corta es extremadamente muy corta, no son capaces de recoardar que en otras épocas, había crecimiento enconómico y un incremento de lo que se denominada ingreso per capita, que en ese momento era el indicaor clásico de desarrollo, pero olvidaron igualmente, que este crecimiento del PIB y aumento del ingresos per capita, sucedía en el marco de una concentración de la riqueza en pocas manos y un incremento de la pobreza. No lo vieron y peor aún, no tocaron ni lo sintieron y artsitotélicamente esta realidad no existió. Esa situación tan contradictoria fue tema de reflexión de Maza Zavala, Héctor Malave, los Slva Michelena y los llevó a producr unos cuantos libros. Recuerdo ahora, la lectura y relectura de la Obra: Venezuela Crecimiento si Desarrollo y otras tantas más, con el análisis de esta contradictoria realidad, que no existió.

Ven una violencia, sienten una violencia y cuestionan una violencia que efectivamente es un gran mal, pero no sienten ni perciben los factores que desencadenaron esa violencia. No ven la porquería de violencia que producen y estimulan desde los medios: Drogas, una pesima visión del sexo y viloencia en todas las formas y tipos. Estos “aristotélicos” ven y sienten y escuchan que Estados Unidos es un paraíso, un modelo de país, un modelo de democracia y que hay total y absoluta libertad de expresión, pero no ven ni sienten toda la porquería que sale de ahí, porque para eso tienen una pizarra en blanco. Ven, sienten y escuchan, sólo lo que desean oír y ver. El pasado más reciente, más distante y la realidad, como no la ven, no la siente ni la tocan, no existe.

evaristomarcano@cantv.net



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Evaristo Marcano Marín


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