Sabedor que los diputados electos de la oposición junto con La Canalla Mediática vienen con la intención de oponerse a todos los planes que emprenda el Gobierno, Chávez, que no se chupa el dedo, decidió junto con su equipo de gobierno y de su partido meter chola a fondo. Por eso la habilitante, el Estado de Emergencia, la reforma de la Ley Resorte, la Nueva Ley de Educación, el control y restricción de los aportes monetarios extranjeros a las ONG, control de Internet. Es decir todo un blindaje que deja turulatos a sus enfermizos adversarios.
The Economista dice que “Desde que sus opositores boicotearon las elecciones legislativas en 2005, Chávez ha disfrutado de un Congreso con sello de goma”. No señores británicos. No señores Commonwealth. No es que los opositores boicotearon. Es que sus candidatos renunciaron a ir a elecciones porque creían que con eso descalificaban las elecciones y creaban el caos. Pero les salió el tiro por la culata. Y ahora fueron a elecciones en septiembre de 2010 porque piensan echar vainas desde la Asamblea Nacional buscando un segundo Zelayazo.
Ahora vamos a estar claros. Si el Presidente Chávez pelaba ese Boche Habilitante y esperaba el Parlamento de 2011 le iba a resultar un pelo más difícil desarrollar su Programa de Viviendas, de Seguridad y de Educación. Ahora la tiene de bola a bola: con billete y libertad plena para desarrollar su trabajo. Sin el peso paquidérmico de los procesos burocráticos, que tanto entorpece los procedimientos administrativos.
Y me voy de tubazo. En 2012 se correrá sólo el Clásico Presidencial. Y Chávez está sobrado de lote. En este momento está en la cúspide. Ha manejado muy bien el problema de los damnificados por efecto de las lluvias, y el combate a la estafa inmobiliaria. Hay perfume de casas en cantidades industriales y eso tiene atormentada a La Canalla.
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