Ahora es el mismo escenario, la canalla Malinche, encontró acomodo en el parlamento, desde donde siendo minoría plena, se autoproclama representante de 60 por ciento del pueblo, es decir la mayoría. Esta mentira repetida diariamente y cada minuto a través del poder mediático nacional e internacional y coreada por la mafia que acogota al pueblo norteamericano y sojuzga al mundo desde la Casa Blanca, avalada por la podrida cúpula de la Iglesia Católica, la colonialista canalla comunicacional europea, es e l soporte para el golpe que preparan para abril y cuya cuenta regresiva ya iniciaron.
La Ley Habilitante, no es afondo del asunto, señor Presidente, la Ley de Universidades tampoco. Son simples pretextos. Fíjese que Ud., devolvió la Ley de Universidades y en seguida salieron exigiendo que devolviera la habilitante, devuelve la habilitante y le pedirán que se declare, culpable de gobernar de manera espuria desde 2005 a la fecha, porque lo hizo sin la representación nobiliaria de los Sangre Azul en el parlamento. En otras palabras reconozca que ha sido un mulato dictador comunista y merece enfrentar la JUSTICIA DEMOCRÁTICA, en consecuencia tendrá que renunciar a su cargo y ponerse a disposición de la “Honorable Corte Suprema de Justicia”, que sería resucitada para garantizarle un juicio justo y transparente.
Olvídelo, señor Presidente, la jauría de hienas hambrientas, no se conforma con sangre, quiere la CARROÑA de Hugo Chávez Frías y de quienes le acompañamos en la construcción de este proyecto de patria nueva, libre de cadenas y signada por la igualdad frente al progreso de la nación. Ya basta de concesiones Señor Presidente. Acoja la voluntad popular representada en quienes desde el parlamento, tras arduo y sincero debate lo habilitaron para que cumpla con su pueblo.
La historia está plagada de episodios desagradables, producto del exceso de confianza y buenas intenciones. Hasta Bolívar cayó en esa trampa frente a Páez y Santander.
Ahí, en ese escenario, esa minoría con caras bisoñas y miradas frías y calculadoras, están los mismos que trabajaron afanosamente durante 2001 y 2002, para dar al traste con las conquistas de ese pueblo que ellos detestan y que ahora bajo engaños y guerra sucia volvió a tropezar con la misma piedra y cayó por inocente dándoles el voto para llevarlos al parlamento desde donde repetirán su tarea. No les queda otra alternativa, para eso Washington y la hasta derecha fascista internacional les paga bien en dólares y euros, además de cumplir el sueño de esclavos voluntarios, como es tomarse una foto en la White House de la mano con el amo.
Señor Presidente el diálogo, la confianza y las buenas intenciones, solo con su pueblo. Con el enemigo Ojo Pelao. No tropiece con la misma piedra.
(*) Periodista