(Frente Político)

Chávez, Steve Ellner y El balance del Proceso (I)

Culminado el proceso de comparencia de los Ministros del gobierno ante la Asamblea Nacional y realizada la evaluación del debate, cabe dejar a un lado las pasiones y mirar un poco más reflexivamente el desempeño del gobierno, porque con todo el avance logrado hasta ahora en el plano social, efectivamente queda “baches” que es necesario tratar y evaluar para que la acción del gobierno sea más eficaz, eficiente y por supuesto más efectiva.

En esta oportunidad, tengo la intención de tomar parte de las ideas expuestas por Steve Ellner en una artículo publicado en la Revistas Cuaderno del CENDES con el título: “La primera década del gobierno de Hugo Chávez Logros y desaciertos”. Tomo este artículo y las consideraciones formuladas en este trabajo, porque observo que este investigador ha sido una persona que la noto cerca del proceso pero muy  crítica y  asume este balance con objetividad. No se muestra indiferente ante los problemas y situaciones negativas que ha confrontado el proceso en su primera década.

Ellner aborda el balance estableciendo que su diseño fue formulado con el siguiente propósito:

 “superar las fallas del debate sobre su desempeño en todos lo niveles (…) La visión mixta resultante refuta tanto la satanización de su gobierno como la tendencia contraria de los medios oficiales. También promete reestructurar el debate no sólo entre los analistas y escritores políticos pro y anti Chávez, sino también,  la principales corrientes dentro del movimiento chavista”

El balance se realiza a través de tres frentes (Político, económico y social) y en  cada uno de estos frentes se abordan las percepciones de los actores políticos encontrados, que él los agrupas entre los partidarios de la  denomina democracia liberal y los partidarios de la democracia radical. En el frente político, fija que la oposición centra su crítica en el “excesivo poder del Ejecutivo y centralismo” y en la democracia radical, el análisis va por “el gobierno de la mayoría y la participación directa del pueblo”.  No intento tratar las explicaciones e ideas que expone sobre el desempeño de la oposición; simplemente quiero detenerme en las que ofrece sobre el proceso bolivariano, porque de alguna manera su visión encaja con trabajos que hemos publicados en Aporrea.

En el frente político, Ellner reconoce que en este ámbito se ha dado un avance importante, cuando hace referencia a la movilización popular impulsada por el gobierno, fijando que este hecho es único en la historia política venezolana y “clave para la supervivencia política de Chávez frente a las tácticas agresivas de calle de la oposición”

A pesar de ser un hecho a destacarse en el frente político, Ellner asoma que este proceso de movilización que se concreta en marchas y mítines masivos, es  un aspecto del programa con importantes avances, pero no guarda relación con el desarrollo de lo organizativo. Existe, según su opinión una “falta de estabilidad organizativa, que es bloqueadas por obstáculos y se deduce de la lectura del trabajo, que  entre estos obstáculos se identifican la burocratización y la corrupción. Precisa que  “el papel omnipresente de Chávez y la tendencia de los chavistas de depender de él para formular las posiciones oficiales desalientan el debate interno y la creación de mecanismos bien definidos para la toma de decisiones. La movilización no corre paralelo con la participación, si por ello entendemos la posibilidad real de estar activo en el momento de la toma de decisiones.

Este proceso de intensa movilización y empoderamiento que se asume como un evento altamente positivo, tiene su contrapeso o lado negativo, que se concreta en situaciones a las cuales hemos hecho mención en trabajos publicados en Aporrea y que el propio Ellner ha reconocido en notas que hemos colocado anteriormente. Para cerrar esta parte referida al “frente político”, es bueno registrar dos situaciones que han estado apareciendo en el debate y donde se destaca: 1) La falta de autonomía del PSUV frente al estado y 2) la situación de dependencia que los “cuadros” políticos  manifiestan y mantienen frente Chávez. Lo primero se expresa en la doble responsabilidad de los ministros y altos funcionarios y el segundo punto, es un hecho que ha  impedido “el surgimiento de un liderazgo colectivo complementario y la competencia por puesto en la dirigencia”.

Estos obstáculos son unas limitantes en el proceso de transformación de la sociedad venezolana y su sistema político. Se impone entonces y de acuerdo a la opinión de Ellner, que el desafió está en la “solidificación organizacional y la institucionalización. (Subrayado nuestro)

evaristomarcano@cantv.net

 


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Evaristo Marcano Marín


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