I
¡Coño, ya basta! ¡hasta cuándo la estéril polémica que se ha generado en torno al programa “La Hojilla” en TV! Aparte de tenernos hasta la coronilla, ha demostrado, cuando menos, el enorme interés que el mismo ha despertado en el público, independientemente de que a unos les guste y a otros no.
El programa “La Hojilla” nació como producto de la idea de Mario Silva García como una necesidad de contrarrestar la avasallante arremetida de los medios de comunicación privados, especialmente de “las cuatro jineteras del Apocalipsis” en contra del proceso revolucionario que lidera el Presidente Chávez. El éxito de dicho programa desde su inicio es inocultable, sin que podamos afirmar que es gracias o a pesar del estilo irreverente de sus conductores, personas que sin ser periodistas, según su propia afirmación, respetan más el código de ética del cual aquellos presumen, pero que no respetan.
¡Cuantas veces han puesto de manifiesto las mentiras descaradas proclamadas por esos medios!. Y no puede caber la menor duda de que esta circunstancia ha influido en la pérdida de credibilidad de los mismos y en la disminución de su audiencia, lo cual ha motivado la salida del aire de alguno que otro de los conductores de esos programas.
Era de esperarse que a raíz del arrollador triunfo del Presidente en los meses de agosto y octubre del 2004, cambiara la tónica de los programas de “las jineteras de los medios”, pero, ¡que va! Siguen empeñados en su política de destacar sólo lo negativo que ocurre en el país, atribuyendo al Presidente la culpa de todos los males que ocurren, incluyendo los desastres naturales. ¡Cómo se han regocijado algunos de esos conductores de programas con la tragedia que aún asuela algunos estados del país! Y entonces ¿qué es lo que se espera de un programa que cumplió tan excelente labor en los momentos más difíciles, sin que nadie lo criticara? ¿qué baje la guardia y permita que los medios opositores, con el inmenso poderío económico que los respalda, vuelva por sus fueros en vista de que ni siquiera la ley “RESORTE” les ha puesto coto?. Olvídense los críticos del programa de pendejadas de estilo que no les preocuparon antes del proceso eleccionario que consolidó el proceso o al menos aporten ideas para mejorar la calidad del programa dentro del mismo estilo con que lo manejan sus conductores.
II
Párenme ahí también la malhadada devaluación contemplada en el presupuesto 2005. El propio Presidente Chávez ha anunciado en su programa de ayer, 20 de febrero de 2005, que la premisa fundamental en la cual se basó ese presupuesto fue totalmente equivocada, ya que estimó el precio del barril de petróleo en 23 dólares y la realidad ha demostrado, tal como él mismo lo había señalado, que estará muy por encima de los 30 dólares lo cual es razón más que suficiente, sin contar con otros factores tales como tener unas reservas internacionales equiparables al monto de la deuda externa, no sólo para no devaluar, sino para revaluar nuestro signo monetario, tal como un grupo de preocupados venezolanos profesionales ha demostrado con suficientes argumentos.
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