En defensa de Henry

Hace dos días el señor Ángel Vicente Rivas (Ángel en pelota) escribió un artículo en este medio titulado El pueblo va por ti Henry Ramos Allup en el cual utilizaba diversos calificativos para designar a este y otros personajes de la fauna política venezolana, pensando tal vez que de esta forma lograría provocar la ira del mismo, olvidando que este “señor” (lo de señor es un decir, como dice Alberto Nolia) es inmutable (otros dirían caradura) que ni siquiera se alteró cuando lo encontraron mostrando a la prensa la espoleta de una “granada” que acababan de tirarle a la casa conocida como el bunker de acción democrática.

El señor Rivas se hace una serie de preguntas cuya respuesta es conocida de antemano, respecto al comportamiento de esta excrecencia humana, la cual cada vez que abre la boca es para emitir aullidos de dolor por el bien perdido o más bien lo que consideraba el botín particular suyo y de otros cuantos “compañeritos” que hacían vida en común dentro de las filas de lo que se conoció en sus orígenes como el partido del pueblo y para denigrar del Presidente de la República con la secreta esperanza de ser privado de libertad, como era usual en los gobiernos de la IV-R, para mostrarse como un mártir del Rrrrégimen sobre todo para los gobiernos de otros países a los cuales no les conviene la presencia de Chávez en la presidencia de Venezuela.

Ahora bien, independientemente de las demás características que se le puedan atribuir a Ramos Allup, no se le puede, encima, decir que “siempre ha sido  un vago declarado”. Está bien que haya sido un homúnculo que vivió del antiguo Congreso Nacional sin aportarle nada al país venezolano, pero no se le puede negar que se movía intensamente cada vez que era necesario reunir a la fracción adeca para la aprobación de alguna ley que lo favoreciera junto con su grupo o para repartirse los principales contratos para lo cual tuvo que moverse previamente como un boxeador en entrenamiento siguiendo y cargándole el maletín a CAP (de lo cual le quedó como secuela el brazo derecho más largo que el izquierdo). Pero cuando se movía como un peso pluma era cuando defendía en el extinto CN la adjudicación de los mejores contratos a la compañía Dayco Construcciones propiedad de su suegro Franco Dagostino, uno de los doce apóstoles durante el régimen de CAP. Y, sin contar otras menudencias como la de interpósitas personas que actúan en su nombre en la constitución de algunas compañías como el “doctor” Eladio Lárez, quien es accionista de la empresa Dayco Host, casado con la hermana gemela de su esposa, es decir, también hija de Franco Dagostino.

Así pues, señor Rivas, que estoy de acuerdo con usted en todo cuanto expresa respecto al cacaseno Ramos Allup, excepto la de calificarlo de flojo. Lo que ocurre es que su exceso de energía siempre lo ha utilizado para su propio provecho y el de su camarilla, sin importarle un carajo Venezuela como lo está demostrando con esta campaña que está haciendo en contra del Presidente Chávez, como si este fuera candidato, a falta de candidatos de su club a quienes defender.

lostienelocos@intercable.net.ve



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Ño Leandro


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