El 11.06.10 se publicó en esta página un artículo, AIPO denuncia "Plan Cascada" el cual denuncia presuntos actos de corrupción en la empresa PDVAL, filial de PDVSA creada con la finalidad de combatir la especulación en materia alimentaria y prevenir contra la ocurrencia de hechos como el de los años 2002 y 2003, cuando se pretendió derrocar al gobierno utilizando los alimentos como arma, al privar a la población de los mismos mediante el acaparamiento y el contrabando de extracción. A pesar de que esta denuncia y otras de naturaleza semejante, también presentadas por AIPO desde el año 2004, se vienen presentando en otros sectores de la economía y en empresas de prestación de servicios, con el fin de socavar las bases del gobierno, no ha sido sino hasta ahora cuando, a raíz del lamentable incidente de los containers que se han iniciado (esperamos) averiguaciones y hay algunas personas de PDVAL detenidas por estos hechos. Sin embargo aún hay mucho tejido enfermo que cortar en algunos Ministerios, Gobernaciones, Alcaldías, los cuales valiéndose de la figura de creación de empresas dependientes de ellos, a través de funcionarios que visten de rojo rojito hasta el pañuelo, menos los interiores que son blancos con rayas horizontales verdes o viceversa (tal como los uniformes de algunos presos comunes en otros países) anulan los esfuerzos del Presidente por hacer un gobierno eficaz, eficiente y, sobre todo, transparente.
¿Cómo operan estos órganos de gobierno? Lo primero que hay que hacer es crear la empresa contratista del organismo estatal, que llamaremos EP, empresa de papel, porque generalmente cuenta sólo con la papelería que la identifica y alguna “cueva” u oficina más grande que le sirve de domicilio. Estas EP vienen a ser las mismas “empresas de maletín” de la IV-R, cuyo papel era de simples gestoras de contratos de obras o servicios.
La dependencia gubernamental. En aras de la presunta celeridad que quiere imprimir el Presidente a la ejecución de las obras, las dependencias gubernamentales burlan la “ley de licitaciones”, la cual exige la licitación de todas las obras que vayan a ser contratadas (más allá de cierto monto establecido), salvo que la ejecución de esas obras sea otorgada a una empresa del Estado, como serían estas EP en las cuales hay participación accionaria mayoritaria de la dependencia gubernamental y, por ende, del Estado.(Nota: en oportunidades no sólo hay una sino dos EP, con lo cual ya podemos imaginar cómo termina de inflado el costo real de la obra)
Presupuesto de la obra. La dependencia gubernamental solicita a la EP el presupuesto para la ejecución de la obra y esta EP solicita a una empresa constructora real (ER) el presupuesto para la misma obra. Cuando la ER pasa su presupuesto, la EP se limita a inflar los precios unitarios presentados por la ER y los presenta a la dependencia gubernamental en papeles con su membrete. El monto presupuestado por la ER es inflado por la EP, sometido por ésta a la dependencia y, sin mayores discusiones es aprobado, se hace el apartado presupuestario correspondiente y se procede a la firma del contrato el cual sale a nombre de la EP y ésta a su vez subcontrata con la ER y se da inicio a la construcción de la obra. Generalmente se establece un anticipo que cobra la EP y que solo paga a la ER cuando ha movilizado todos los recursos y ejecutado parte de la obra.
Progreso físico y financiero de la obra. Periódicamente la ER reporta a la EP. Mediante valuaciones de obra, el progreso físico y financiero de la misma y de nuevo la EP transcribe a su papelería las cantidades de obra y presenta otra valuación al ente contratante como si ella la estuviera ejecutando. Cuando la EP recibe el pago no se contenta con retener su porción por “pasa papeles” o gestora, sino que además retrasa el pago de la ER depositando el monto que le adeuda en una entidad bancaria para devengar, además, los intereses que éste le proporciona, haciendo que la ER pierda en muchos casos la oportunidad de obtener insumos a bajo costo por aumentos debido a la inflación y la imposibilidad de haberlos comprado oportunamente. Las reconsideraciones de precio igualmente son tramitadas a través de la EP mediante la aplicación de fórmulas polinómicas establecidas en el contrato y sufren los mismos retardos o mayores aún en su aprobación.
Paralizaciones de obra. En algunas oportunidades se llega a la situación en que la ER tiene que paralizar la obra por atrasos considerables en los pagos, liquida su personal y retira el equipo del sitio de trabajo, dejando el mínimo de personal indispensable para cuidar las instalaciones y equipos menores, los cuales no obstante suelen ser objeto de hurto. Aunque tales paralizaciones suelen ser reconocidas por la EP, por ser la culpable en el retraso de los pagos, hay que cargar al costo de la obra la movilización y desmovilización de equipos y personal más el tiempo perdido mientras se reengancha nuevo personal.
Además de eso, en muchos casos, el pago a las deudas contraídas con las ER lo realiza la EP justo en los meses de temporada de lluvia, cuando el rendimiento baja considerablemente y durante la cual hay actividades que, definitivamente, no se pueden realizar y así lo tenían contemplado las ER pero que las EP, en su afán por quedar bien en la fijación de plazos de ejecución insisten en su realización y, más aún, cuando se anuncia la visita del Presidente y algunos de sus Ministros, durante las cuales se suelen caer algunas caretas pero sin que sepamos los resultados.
Otro aspecto a considerar es la falta de ética de algunos sindicaleros que para justificar sus cargos suelen ir en contra de los intereses de la empresa, sin que haya un real motivo para ello. A título de comentario vale decir que una empresa que tuviera UN SOLO OBRERO, por exigencia de las leyes y del propio contrato colectivo, debe contar con UN DIRIGENTE SINDICAL, UN DIRECTIVO SINDICAL y UN SUPERVISOR DE SEGURIDAD INDUSTRIAL y aunque las leyes sólo establecen que sólo el obrero es de libre remoción, los otros tres son inamovibles y no solo eso, sino que aunque las leyes establecen que gozarán de una jornada libre semanal, ellos no quieren trabajar ningún día porque así se ha hecho costumbre. Viva la pepa y que siga el festín).
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