El mismo comportamiento de siempre: altaneros, chabacanos, indecentes, dueños de la situación. Creímos que con el nuevo Alcalde este mal iba a ser parte del pasado. Nos equivocamos. La P.M. sigue incólume, con sus desteñidos policías, que andan por las urbanizaciones haciendo lo mismo de siempre. Detrás del camión de cerveza que sube el cerro, sirviendo de protectores al que lleva el gas, con las motos por el barrio, la parroquia en horas que no son laborales,-¿por qué no se les prohíbe llevarse las motos a sus casas?- cargando a las novias, la amante, el malandro, el mercado en la parrilla, visitando los remates de caballos, apostando o cobrando peaje, o tal vez cuidando al dueño del mismo. En los barrios asaltan los lugares donde venden droga y luego le quitan el dinero y las pertenencias al jíbaro, so pena de llevarlo detenido. Esto hace que el infeliz vendedor de droga, se vea en la obligación de crearle una “cajita” al policía para que lo deje vender tranquilo, mientras los jóvenes se suman cada día más y más a la marga experiencia sin retorno positivo del vicio y el descalabro psíquico social. La P.M. está viciada. Eso lo sabe el pueblo.
Muchos de los agentes que la componen son señalados por la comunidad y por los mismos antisociales, como personajes de la trama hamponil. Hace falta una transición, por favor. Es fácil hacer un cambio en la P.M.Yo sugiero, por ejemplo, que se visite a los centenares de liceos del país venezolano. Allí hay jóvenes que al salir del bachillerato, les gustaría seguir la carrera policial. Pues, se les invita a ser policías. Claro que lo primero que debe enseñárseles es querer y respetar a su Constitución, a su país, a sus instituciones, a sus leyes, a sus congéneres. Y además deben ser dirigidos por una fuerza de mando que no sea corrupta. Que sea aséptica, que no tenga vicios y que sepa, en profundidad lo que significa ser un representante de la ley.
La P.M. debe desaparecer. Su currículo está lleno de perversidades. Entre ellas la del 11-A la metamorfosis es urgente. Mientras no se haga nada por eliminar esa guarida de hombres y mujeres-en su mayoría. Que se han creído siempre con Patente de Corzo para delinquir, estaremos muy mal. Es cuestión que algunos supervisores de esa policía se den unas vueltitas por Catia, Los Mecedores, El Cementerio, Caricuao, los días de carrera de caballos, para que vean con sus propios ojos, la verdad de lo que les estoy escribiendo.