Nos sentimos moralmente obligados a escribir sobre ella, porque este caso ha tenido impacto sobre el movimiento popular revolucionario, del cual formamos parte. Una organización social hermana, seria y responsable, como lo es la Coordinadora Simón Bolívar, al igual que un partido amigo, como el PCV, han asumido una posición. Nosotros, desde Clase Media Revolucionaria, otra… Nuestra posición, desde un inicio, fue que la materia internacional es extremadamente compleja. Es difícil sacar conclusiones sobre ella, cuando no todos los elementos de juicio están a la mano. Nos preguntamos: ¿qué hacía Pérez Becerra en Caracas?, ¿había hecho uso de los canales políticos que un militante revolucionario debe utilizar cuando viaja a algún país, “objetivo del imperialismo”? Era obvio que no podía “viajar como Pedro por su casa”, y que, su organización y él, habían cometido errores. Los habían “infiltrado”. Le conocían todos sus pasos. Pasamos a calificar su actitud como “irresponsable”. Podía tener nacionalidad sueca pero era un objetivo político colombiano. Una sola persona, por más identificado y solidario con las causas revolucionarias que fuese, no puede comprometer, con sus acciones, toda la política internacional de una nación y, quizás, de AL. La lucha contra el imperialismo norteamericano no es simple, menos emotiva y no admite errores. Una sola persona no puede cometer tantos errores y, en todo caso, de cometerlos, debe asumirlos. Concluimos que cualquier consideración sobre su extradición debía ser política, no legal. No nos gustaron algunas expresiones críticas. Por ejemplo, la que dice “una revolución verdadera no entrega revolucionarios”. No se puede reducir la acción consecuente de un gobierno, con las luchas revolucionarias, a una consigna… Hay un aspecto con el cual sí coincidimos con la Coordinadora Simón Bolívar y el PCV. El Presidente Chávez no tiene “operadores políticos”. El último fue José Vicente Rangel, cuando estuvo en la VP de la República. Siempre hay que esperar, ante cualquier evento, que el Presidente Chávez se pronuncie. Uno se pregunta: ¿No era pertinente llamar a una reunión a la CSB y al PCV? ¿Por qué ningún Ministro tomó la iniciativa? ¿O algún alto dirigente del PSUV? Silencio absoluto. Y no sólo en este caso. Cuando uno, desde CMR, señala que las ONG de oposición están penetrando en nuestros barrios y socavando, desde la mentira, nuestras bases de apoyo popular. Silencio. Cuando uno clama por la Ley de Cooperación Internacional que le ponga freno a la “vaguada económica” de las ONG. Silencio. Cuando uno razona que el Ministerio de Salud no está acompañando adecuadamente a la Misión Barrio Adentro. Silencio. Cuando uno pregunta qué pasó con Bolivariana de Seguros y por qué seguimos financiando la contrarrevolución. Silencio. Cuando uno busca generar una discusión constructiva, quizás dura, pero transparente, sobre el PSUV. Silencio. Es que, incluso, cuando uno habla de los inmensos logros de 12 años de Revolución, también prevalece el silencio. Uno, igual, sigue adelante y trabajando… Menos mal que, ahora tenemos a Fernando Soto Rojas, actuando como “operador político”, reuniéndose, incansablemente, con las organizaciones sociales y conformando el Polo Patriótico…
Clase Media Revolucionaria
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