Respuesta a la respuesta de Carvajal

Ahora Carvajal habla de Enrique Dussel y del poder obedencial.
Bueno, al menos se ha venido a un terreno donde tal vez pudiéramos entendernos. Porque en su artículo inicial no comenzó así.
Lo que textualmente escribió entonces hablando de mí, y llamándome “flamante ministro”, que lo siguiente:
Debe ser que, como muchos “revolucionarios”, cambiaron la agitada Caracas por el plácido sur – este (El Hatillo, Prados del Este, Alto Prado, etc.), premio residencial de algunos “esforzados luchadores sociales”, ahora reconvertidos en nuevos ricos…. Es decir, que comenzó ofendiendo.
Escribe de nuevo Carvajal en Aporrea, con el mismo espíritu. Una vez más recurre al consabido recurso de hablar en nombre del pueblo y del poder constituyente (no sé quien le dio esa vocería) para diferenciarse de quienes supuestamente no podemos hablar sino como funcionarios y en nombre del poder constituido.Pero lo que dice Carvajal es pura retórica.
En realidad lo que hace es eludir el problema al que me refiero en la entrevista de Encontrarte. Como si ese problema no existiera.
Cientos de miles de familias, (que por cierto, sí, son pueblo, verdadero pueblo del sufrido, del explotado, al que hay que oír con ánimo obedencial) demandan vivienda porque hoy viven en Caracas en condiciones muy difíciles, hacinados, arrimados o en lugares totalmente impropios.
Ante eso sigue en pié la pregunta. ¿Qué hacemos? ¿Cómo responde la Revolución a su demanda?
He visto hasta ahora tres tipos de respuesta. Las enuncio de forma muy resumida. Primero está la de una cierta izquierda teorizante y despegada de la realidad que defiende la idea de que esos cientos de miles de familias deben irse a otra parte, a poblar el país, para lograr un mayor equilibrio territorial. Me preguntó: ¿Cómo se hace eso en el corto plazo? Un señor llamado Polpot lo pretendió en Camboya desde el poder, y a consecuencia de su intento perdió la vida más de un millón de personas, en la aventura del éxodo obligado. Y si me hablan de mediano y largo plazo, ¿qué hacemos mientras tanto? ¿Corremos la arruga? Luego está la respuesta de la derecha que, como consiste únicamente en atacar al gobierno y pedir profundísimos estudios, ni siquiera es una respuesta. Ya sabemos que en el fondo lo que la derecha quiere es dejar las cosas como están, o mejor dicho como estaban, porque los pobres poco les importan.
Y la otra, una tercera respuesta posible, a mi juicio la verdaderamente revolucionaria, es que nos pongamos a trabajar sin demora para darle vivienda digna a las familias que ya están aquí, que no son pocas, que son “la otra Caracas” que decimos que cabe en la Caracas donde vive Carvajal.
Con la construcción de vivienda, aprovecharemos hasta donde sea posible para renovar profundamente a Caracas, para hacerla mucho más humana, como la necesitamos. Y para terminar le aclaro al camarada que el ¿por qué no te vas tú? no es una ofensa. No tiene nada que ver con el gesto borbónico de soberbia. Todo lo contrario ¡Es un argumento! Viene a significar: Si alguien se tiene que ir, ¿Por qué no comenzamos dando el ejemplo?


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Farruco Sesto

Arquitecto, poeta y ensayista. Ex-Ministro de Estado para la Transformación Revolucionaria de la Gran Caracas. Ex-Ministro de Cultura.

 @confarruco

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