Cinthya Machado Zuloaga, alumbrando
a punta de belleza natural todo el Centro San Ignacio, sigue diciendo:
“Lo de Leopoldo tiene muertos de la risa a un montón de gente en
la Mesa. Todos lo vimos participar en aquel golpe de abril de 2002,
parando camiones y quitándole las llaves a los choferes, así lo declaró
en televisión, y también estuvo en las guarimbas, y además, carga
encima ese san Benito del cheque que la señora Leonor, su madre, le
arrancó a pdvsa para dárselos a ellos y crear así la fundación
Primero Justicia, ahora parece que este país está recuperando la memoria,
antes esas cosas se olvidaban, ahora todo el mundo lo sabe. Y cada vez
que Julio Borges va a hablar en la Asamblea, mira por si acaso está
por allí Diosdado Cabello, y si está le pregunta si tiene la fotocopia
del cheque. No aprendemos, amigo”.
El mesonero está de pie,
allá, en la barra del café, y tiene la boca abierta y los brazos también,
como queriendo desde allá, atrapar toda la belleza de Cinthya. Ella
toma agua y cuenta: “Mi padre no quiere que lo visiten más. Sobre
todo Ismael García: “El que salta una talanquera una vez, la sigue
saltando siempre”, así dijo mi padre, y Ramos Allup estuvo de acuerdo
y dijo. “Eso es cierto, allí está Eduardo Semtei, que sólo acierta
cuando se equivoca, y también anda diciendo de todo contra mi, que
diga que está apoyando a Antonio Ledezma y listo”. Es decir, amigo,
que la cosa se está poniendo seria en la mesa”.
Sus ojos se cierran por un momento y el mundo sigue andando. Un turista que andaba por allí aprovecha que la ve así y se acerca y le toma una foto. Y ella, riéndose dice: “Pero te confieso que lo de Leopoldo nos tiene muertos de la risa. Ahora que no se le ocurra seguir hablando de dictadura, porque esos 16.344 votos han sido los votos que le han salido más caros al CNE”.