A propósito de las elecciones Rectorales Abril-2005

Obligatorio es decirlo

Una vez más la comunidad UPELISTA de Venezuela es convocada para elegir las autoridades rectorales que encabezarán la máxima instancia de la jerarquía en la UPEL, me refiero al Consejo Universitario. Concluye de esta manera un ciclo más en el desarrollo de una institución que desde su nacimiento fue objeto del asalto por parte de grupos político/partidistas, constituyendo estructuras clientelares que instauraron y profundizaron lo que Orlando Albornoz denominó la Dimensión Provinciana de la Educación, en alusión a la UPEL.
Significa ésta, una excelente oportunidad para poner en práctica una de las más sublimes expresiones de la inteligencia humana, la inquebrantable capacidad de soñar que la determina. Es decir, mantener viva la ilusión de la esperanza, que es lo último que se pierde, a Dios gracia!!!!
Significa también la oportunidad de relanzar a la UPEL, en su pertinencia social y particularmente en su carácter de asesora del Estado Venezolano (tal cual establece su reglamento general) en materia educativa y muy específicamente en lo que a formación docente se refiere. Paso que han dado la mayoría de las universidades nacionales, entre las que destaca la determinación de la Universidad Central de Venezuela de incorporarse al desarrollo de las diferentes Misiones que como parte de las políticas públicas del Estado se están ejecutando en la actualidad.
La UPEL ha tenido y tiene en las Misiones Robinsón, Ribas y Sucre especialmente un extraordinario espacio para la participación. Es adicionalmente, una gran oportunidad para revitalizarse como institución cuya misión es la formación de docentes comprometidos con el desarrollo de la nación y con la libertad de la patria como valor supremo de la identidad venezolana.
Hoy, la sociedad venezolana y particularmente la comunidad universitaria de la UPEL, se encuentran en condiciones inmejorables para dar un giro en positivo hacia una praxis pedagógica que realmente conecte el quehacer cotidiano de la academia UPELISTA con los procesos sociopolíticos y las realidades emergentes en la Venezuela caracterizada por una mayor participación ciudadana, un mayor protagonismo interno e internacional y en fin una mayor y mejor democracia.
Hoy, la comunidad UPELISTA tendrá no sólo la oportunidad, sino el compromiso de elegir la opción más adecuada a los intereses de una comunidad que quiere, necesita y está obligada a trascender académicamente. Por lo tanto, la magnitud del compromiso ético/moral que tiene la comunidad UPELISTA es fundamental. Es un compromiso no sólo por el interés de una comunidad universitaria, tiene mucho más significación que eso. Se trata del supremo interés de una nación, de un país que quiere, lucha y tiene el derecho y el potencial para ser libre.
Hoy, sin embargo, resulta difícil aunque no imposible superar las distorsiones que determinan a la UPEL como la dimensión provinciana de la educación. Ciertamente, una comunidad académica se distingue por las exigencias impuestas a sus integrantes en todos los órdenes de las actividades y procesos que se desenvuelven en su seno. Exigencias que tienen que ver con la Ética como fundamento orientador de un comportamiento virtuoso (moral) sustentado en los valores que entendemos quienes formamos parte de la sociedad occidental moderna como correctos.
Constituye igualmente, una gran responsabilidad y un real compromiso para el equipo rectoral que resulte electo, la tarea de redefinir/reorientar/refundar una institución parcelada, fragmentada, anarquizada y desmoralizada por las arbitrariedades, pragmatismo, incoherencia y falta de compromiso, así como de capacidad con que han actuado sus dirigentes en los últimos años.
Entre otros asuntos, creo como vitales y resalto esto último –porque nos transformamos o pereceremos institucionalmente- corresponderá al Rector, al Consejo Rectoral y en fin al Consejo universitario liderado por ellos, y como expresión más elevada de la jerarquía institucional, ocuparse en lo inmediato y con gran firmeza en erradicar la cultura depredadora de las prácticas politiqueras de las cúpulas/clanes partidistas/familiares que han corroído las bases institucionales y ponen en peligro la existencia misma de esta Universidad, que no el prestigio que ha caído en sus niveles más bajos en los últimos tiempos como consecuencia de hechos vergonzosos que desvirtúan la filantrópica, altruista y comprometida acción que estas instituciones tienen que realizar en conjunción con la sociedad.
Entre otras prácticas, contrarias a la condición de casa de estudios superiores formadora de docentes –cuya trascendencia en la sociedad es insoslayable por constituir esta institución la formadora de formadores; y su producto, los maestros “modelos” en su rol de orientadores y formadores de ciudadanía- se pueden enunciar algunos de muchos hechos que son actualmente públicos y notorios.
Sin que constituya jerarquización alguna, se hará referencia a hechos que han sido denunciados y recogidos en medios de comunicación regional en Aragua. El primero tiene que ver con el último concurso de oposición efectuado en la UPEL MARACAY a finales del año 2004 en el que según el profesor Gustavo González en articulo cuyo titulo IUPEMAR, 33AÑOS:¡ QUE NO TE PASE COMO A CRISTO! señala que
estaba en pleno desarrollo el proceso de concursos para proveer cargos docentes y/o “legalizar situaciones” en una atmósfera “No te inscribas que esos concursos están arreglados” “Se privilegiará a hijos(as) de profesores(as)” “Aquí no entra ni un solo chavista” “Chávez quiere intervenir el Pedagógico”, aunado a la duda que asaltó el pensamiento en torno a la designación de jurados en áreas distintas a su competencia académica; ejemplo, un sociólogo jurado en Filosofía. Llama la atención que de 42 cargos en concurso cerca de 40 adecos resultaron favorecidos, con la correspondiente cuota de B.R. Sobresale el caso del departamento de Física donde gana el concurso un profesional, contrariando los “pronósticos reservados”. La profesora que clasifica de 2da. solicita una revisión de pruebas, el Consejo Directivo,” muy a la torera, pero se le ve el bojote”, en uso de la mayoría adeca, decide anular el concurso, violando la reglamentación institucional.
Gran suspicacia ha creado el alto porcentaje de familiares concursantes y ganadores todos en sus respectivos concursos. Suspicacia también ha creado la anulación y manipulación de uno de los concursos, concretamente en la especialidad de Física.
Un segundo punto, denunciado a través de los medios de comunicación regionales del estado Aragua está referido al proceso de admisión de estudiantes de nuevo ingreso a la UPEL. Puntos oscuros ensombrecen un proceso que debe dar oportunidad en igualdad de condiciones a todos los venezolanos y constituye un retroceso en aspectos que habían sido superados en el pasado reciente en UPEL MARACAY, como son las practicas clientelares político/partidistas (Asignación de cupos a las fracciones políticas afectas a AD) y la corrupción (presunta compra-venta de cupos) que se ha convertido en secreto a voces y práctica impúdica, imposible de detener. El profesor González hace una descripción interesante para ilustrar tal situación al señalar que
Un día, llegando al instituto, observo una escena propia de Fellini. Un profesor que tras él lleva una longaniza de jóvenes, a quienes repartía cupos a discreción. La primera imagen que se me representó fue de esas perras en celo con su arreo de canes perturbados por sus humores.
Le solicité a uno de los directivos nacionales de admisión, una explicación convincente. La respuesta: “hay un orden de clasificación que debe ser respetado en función de la puntuación obtenida...y así por el estilo..y los cupos no asumidos por seleccionados, se asignarán con la aplicación del “Corretaje”...que si patatín..que si patatán.
¡EUREKA! Comienzan las inscripciones y se arma la de San Quintín. Ni hubo tal orden de clasificación, ni hubo tal corretaje, no se informó debidamente a los aspirantes su ubicación.......pero si hubo reparto de cupos a fracciones políticas, denuncias de ventas de cupos, todo esto reseñado por la prensa local. Gracias a que un grupo de estudiantes hizo públicas y contundentes denuncias, incluso en la Defensoría del Pueblo, aparecieron sacados de un sombrero, 300 cupos. Ahora quedan muchas interrogantes. Muchas, pero muchas dudas, a las cuales mis colegas directivos deberán dar satisfactorias respuestas a la Academia. Queda para los profesores(as) activos(as) una responsabilidad grande de dar la cara por la universidad nueva, creativa, abierta, solidaria, de elevada solvencia ética, investigadora, productiva, en fin, humana.

Los hechos referidos y denunciados públicamente, consideramos son sólo la punta del ICE-BERG del deterioro ético/moral de instituciones claves en la sociedad que han sido tomadas por asalto para resolver en la mayoría de los casos el fracaso escolar, el fracaso laboral y hasta el fracaso como ciudadanos de los familiares de quienes ocupan circunstancialmente los cuerpos directivos de las universidades y particularmente de la UPEL. Y lo peor que le puede ocurrir a alguien que posea no sólo talento, sino talante universitario, además de los requisitos para ser miembro de la comunidad universitaria es el estigma de ser parte de las denominadas, Redes Familiares de Poder en las universidades venezolanas (Orlando Albornoz, La Formación del recurso humano en el area de la educación (1979)). El profesor González, supracitado, dice al respecto que, “Lamento mucho, porque seguramente muchos de esos (as) jóvenes que ingresan están debidamente capacitados, pero un fantasma de duda recorre el ámbito académico, y a ellos les afecta”.
Efectivamente, otros hechos que revisten gravedad y que han sido denunciados en su momento, sin que se hayan tomado las medidas pertinentes constituyen la evidencia más clara de la carencia de un equipo rectoral que se ocupe de las cosas importantes para la UPEL, liberándose de las urgencias (en buena parte asuntos irrelevantes)
De las cosas importantes a las que hay que atender en lo inmediato, se tienen:
 La Violencia interna entre los miembros de la comunidad universitaria, que desdicen del carácter civilizado de la UPEL.
 El tráfico y consumo de drogas que han puesto en riesgo la vida de miembros de la comunidad intoxicados en el interior del recinto universitario con sustancias altamente toxicas.
 La prostitución sumergida, que realizan estudiantes universitarias para casas proveedoras de sexo a domicilio. Es alto el índice de enfermedades por transmisión sexual en la UPEL-MARACAY y lo más grave, es que un alto porcentaje es por SIDA.
 Hay que resaltar el elevado “Gasto de Representación” en una institución que no lo amerita, perdiendo la institución por esta vía importantes recursos presupuestarios con los que apuntalar los diversos programas académicos que adolecen de asignaciones suficientes para su desarrollo.
Finalmente, es importante decir que el fundamento de la universidad es la academia. Es el trabajo científico con rigor académico, la savia que nutre la verdadera esencia de las instituciones universitarias. En consecuencia, la comunidad universitaria debe reconocer los meritos académicos de quienes se postulen para dirigir los destinos de la Universidad. No cabe duda, que los mejor formados y preparados al más alto nivel son los que tienen la mayor sensibilidad y sabiduría para realizar una gestión para bien de la Universidad, para bien de la Sociedad Venezolana y para el bien de la humanidad.
En la UPEL contamos con académicos de reconocido prestigio. Hoy, una representación de ellos ha salido en calidad de préstamo del mundo académico al mundo de la política (universitaria). Son ellos:
Dr. Omar Hurtado Rayugzen ………RECTOR
Dr. Carlos Ruiz Bolívar……………...VICE-RECTOR DE DOCENCIA
Dr. Luís Peñalver…………………….VICE-RECTOR DE INV. Y POSTG
Dr. Rafael Valero…………………….VICE-RECTOR DE EXTENSIÓN
Prof. Benjamín Higuerey…………….. SECRETARIO

Convencido estoy de que pondrán sus mejores esfuerzos y capacidades para iniciar la tarea de hacer de esta la Universidad orgullo de los UPELISTAS y de Venezuela. Pero por sobre todas las cosas estoy convencido que no nos defraudarán.

P.D.-
• Quiero hacer un reconocimiento al Señor Profesor Gustavo González Pérez por la iniciativa de plantear a los cuatro vientos, sin cortapisas y alertando una vez más de la delicada situación que presenta la UPEL-MARACAY, que sin duda alguna también afecta a la UPEL en su totalidad. De acuerdo estoy con él, cuando de manera muy sentida señala, respecto a tal situación que: “Es necesario decirlo, gritarlo, denunciarlo, arriesgarse, proponer, actuar. Es necesario, por encima de todas las circunstancias y dificultades, ser humanos y asumir esa condición”.!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
• Quiero expresar mi agradecimiento a un número importante de amigos, compañeros profesores, trabajadores y estudiantes que hicieron comentarios favorables y afirmativos de este articulo de opinión, con el que tratamos de reconocer la delicada situación de la UPEL, como lo hace un alcohólico o cualquier otro enfermo que tiene una enfermedad. La UPEL está enferma y hay que tratarla. El equipo medico lo tenemos, VOTEMOS POR ELLOS. VOTEMOS POR LA UPEL.!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
• Igualmente, quiero expresar que no estamos en contra de nadie en particular. Estamos firmemente en contra de las practicas y mecanismos impropios que dañan y lesionan el patrimonio moral y material de las instituciones sociales y públicas de la Venezuela que todos soñamos y queremos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

(*)Profesor UPEL-MARACAY




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Oscar Colmenares Molina(*)

Dirigente de los Círculos Bolivarianos, comunicador alternativo, Director del periódico La Voz del Valle

 lavozdelvalle2@yahoo.es

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