Una de las iniciativas más novedosas y revolucionaria que las que ha acordado el comandante Hugo Chávez Frías en sus ya doce años de gobierno bolivariano de Transición al Socialismo, es la denominación de los Ministerio del Gabinete de Gobierno como “Ministerios Del Poder Popular”, con el inequívoco propósito de marcar su dirección y acción política hacia la defensa de los intereses generales del pueblo trabajador y demás sectores explotados, oprimidos y excluidos del Estado Capitalista, aún viviente, y el desarrollo de mecanismos, formas e instrumentos de participación democrática y protagónica del pueblo en los niveles superiores del gobierno nacional, que hicieran posible cumplir una de las consignas fundamentales de la propuesta de reforma constitucional democrática y socialista no aprobada en le referendo del año 2007: “Todo el Poder para el Pueblo”.
Tal decisión no solo contenía una clara definición ideológica respecto al carácter popular y revolucionario del gobierno al romper con la tradicional concepción burguesa y burocrática de los órganos superiores de gobierno como instrumentos de elites gobernantes para la ejecución de políticas al servicio de los grupos de poder o, en beneficio paternalista de los sectores sociales menos favorecidos; sino que también estaba dirigida a la apertura de un espacio de Poder Político para el pueblo organizado, la cual avanzara, desde la experiencia de la Contraloría Social a la participación del Poder Popular en la toma de decisiones políticas fundamentales de los diversos Ministerios en los que se reparten las atribuciones y funciones el Ejecutivo Nacional.
Tal decisión, a ese nivel, fue una medida ejemplarizante y guía para el resto de la Administración Pública de los Estados, los municipios y las Juntas Parroquiales bajo el control de gobernantes electos con el apoyo de los partidos bolivarianos, quienes desarrollan su acción de gobierno concentrada en la decisión y dirección personalista del gobernante, en “contacto” directo con las necesidades del pueblo, “oyendo” sus reclamos y necesidades, pero reservándose las decisiones fundamentales o, compartiéndolas, en el mejor de los casos, con el círculo más cercano de sus colaboradores y asesores, con prescindencia absoluta de la participación democrática y protagónica del Poder Popular.
No extraña entonces, que a lo largo del país, a pesar de la vigencia de una de las Constituciones republicanas más avanzadas del planeta y a decisiones y lineamientos políticos del comandante Hugo Chávez Frías, para avanzar en la transición del Estado Capitalista al Estado Comunal, en tránsito hacia el Socialismo, la declaratoria de los “Ministerios del Poder Popular” no haya podido avanzar más allá de la respuerstas directas y persobnalizadas a situaciones importantes que afectan a sectores populares y a los insuficientes mecanismos de recepción y tramitación de quejas y reclamos, dejando intacta la vieja arquitectura jurídica e institucional de las decrépitas bases jurídicas e institucionales de los Ministerios y que, todavía en nuestras Gobernaciones, Consejo Legislativos, Alcaldías, Concejos Municipales y Juntas Parroquiales persistan las viejas prácticas del Estado Burgués, de exclusión del Poder Popular efectivo en la toma de decisiones fundamentales.
Esa resistencia al cambio, a la experimentación revolucionaria, a la ruptura con el pasado y a iniciar la construcción de la ‘utopía posible”, tiene mucho de la cultura de la vieja política partidocrática y “caciquil” de la Cuarta República, inoculada en parte del liderazgo de los partidos y movimientos que soportan el gobierno de la revolución bolivariana y socialista, pero también se origina y se viene sosteniendo en las preocupaciones y los miedos que en ese sector de la dirección revolucionaria y los cuadros de la gerencia pública nacional, estadal, municipal y parroquial les produce, el escenario político electoral, colocando lo ”urgente” por encima de lo importante, lo que termina por frenar – y con ello hacer retroceder – el proceso de cambios estructurales que se tienen y deben seguir realizándose para desmontar las bases ideológicas, políticas, jurídicas e institucionales del viejo Estado Burgués de las elites y los “iluminados” paternalistas, para que pueda emerger y consolidarse el Estado Comunal en Transición al Socialismo, teniendo como fundamento la participación democrática y protagónica del pueblo, es decir, el Poder Popular.
Cuales podrían ser esas medidas progresivas que conduzcan a que los “Ministerios del Poder Popular” , dejen de ser un propósito loable para llenarse de contenido de Poder Popular, sin que se anarquice el ejercicio del gobierno y se reserven niveles de información y decisión sensibles a la seguridad y defensa nacional, del pueblo y de la revolución?.
Por ejemplo, nada impide que, inicialmente, los Ministerios del Poder Popular para la Salud, la Alimentación, la Educación, las Comunas, las Mujeres, el Deporte, de Educación Universitaria, para Cultura, de Obras Públicas e Infraestructura, para Agricultura y Tierra, Electricidad, Industrias Básicas, para el Sistema Penitenciario, para la Banca Pública y la Comunicación e Información; pudieran elegir, teniendo como referencia la escogencia de los representantes del Poder Popular en el Consejo Federal, a un calificado grupo de venezolanas y venezolanos como voceros del Poder Popular, para integrar un Consejo Consultivo Nacional, en el cual se pueda rendir cuenta anual de la gestión ministerial (esos tomos ilegibles e inaccesibles que se presenta en la Asamblea Nacional cada año), exponer el contenido del proyecto de Plan Operativo Anual y convocarse ordinariamente cada seis meses y extraordinariamente cada vez que el Ministro o la Ministra del ramos o la mayoría calificada de sus integrantes lo decidan, para discutir temas relevantes de la acción de acción política en esas ramas de gobierno.
El escenario electoral del venidero año 2012, tan importante para la continuidad y profundización de la revolución bolivariana y socialista, pareciera un escenario adecuado y conveniente para modificar leyes y tomas decisiones políticas en a todos los niveles de gobierno, que confirmen el determinante papel del Poder Popular en la dirección del proceso de cambios revolucionarios y de esa manera, agrupar y fortalecer las fuerzas del pueblo en el ejercicio de su papel de instrumento fundamental de la Revolución Bolivariana, bajo el mando del comandante Hugo Chávez Frías; frente a una derecha antipopular , aliada del imperialismo norteamericano, que no sabría responder a tales medidas por estar atada al modelo partidocrático y excluyente de la feneciente Cuarta República Burguesa y tener como propósito el derrocamiento del gobierno revolucionario para reimponerle al pueblo venezolano la dictadura del Capital. “ O inventamos o erramos”. “Simón Rodríguez)
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