La canalla golpista no renuncia a sus aviesos propósitos de dar al traste con el proceso revolucionario pacífico que estamos desarrollando en Venezuela y Suramérica. El blanco es Venezuela, por aquello de que: “Matando al perro se acaba la rabia”. Es lo que piensa el imperio y sus lacayos. Están convencidos de que Venezuela es el mal ejemplo para el continente y por eso todos sus esfuerzos están dirigidos a buscar el aislamiento internacional de nuestra patria, satanizar al gobierno revolucionario como financista y promotor de grupos terroristas internacionales. Mediante el uso de la canalla mediática presentar a nuestro país como el santuario de los violadores de los derechos humanos y de los gendarmes contra las libertades fundamentales, en especial las de prensa y expresión del pensamiento.
Para esa tarea que se han trazado con las recetas de la CIA y demás agencias terroristas internacionales cuentan con los cipayos internos que desde frentes diversos aupan el calentamiento de la calle en busca del caos y proclamar la ingobernabilidad, para de esta manera propiciar la humanitaria intervención de la OTAN, como ha sido la moda en este siglo XXI, donde el imperio del norte y sus aliados de la UE, han encontrado un sicario a quien encomendar las masacres contra pueblos pacíficos, trabajadores y desarmados, que lo único que aspiran es a la construcción de un mundo mejor, libre de odios, guerras y saqueos, con respeto por la vida, la soberanía y dignidad de los pueblos del universo.
La Guerra de Cuarta Generación, es la punta de lanza para satanizar pueblos y gobiernos que luego son atacados de manera inclemente con bombardeos con el uso de la criminal alianza internacional, conocida como la OTAN. Ya los Marines pasaron a la historia, ahora es la coalición, es decir la diversificación del imperio salteador, masacrador y saqueador de pueblos.
El ejemplo patente y patético es el de Libia, donde la verdad es la primera víctima de esa guerra inmoral y cargada de acciones criminales contra la humanidad. La canalla mediática mundial, solo habla del dictador, del tirano Mohamar Al Khadafi y sus crímenes, pero silencia los bombardeos por parte de la OTAN, a hospitales, escuelas, universidades, campos deportivos y otros objetivos civiles, donde mueren miles de inocentes. Hay una solicitud internacional, contra el Coronel libio, por supuestos crímenes de guerra, dictada por la Corte Penal Internacional. La pregunta a esta majestuosa instancia es: ¿Donde están las requisitorias contra los señores de la guerra: Obama, Sarkozy, Berlusconi y Cameron, que son los responsables de los crímenes de la OTAN?
En Venezuela tenemos un dicho popular, que es una verdad axiomática: “La salsa que es buena para la pava, es buena también para el pavo”. Si esa instancia no quiere quedar como la celestina de los pandilleros que recorren el mundo con sus armas asaltando y matando, debe entonces unir a la lista de Khadafhi, a los señores de la guerra.
Pero volviendo a Venezuela tenemos que aquí están los cabezas de playa, preparando el terreno para el artero ataque a nuestra soberanía. Las provocaciones están al día. Un panfleto editado con dólares imperialistas ofendió a la población femenina venezolana, mediante un montaje fotográfico editorial y por ende a todo el pueblo, porque todos somos hijos de mujeres, excepto estos hijos del estercolero de la historia que llegaron a tanto. La acción privada por parte de la representación femenina no se hizo esperar y vino el acto de justicia. Eso sirvió para que los lacayos, tratando de confundir, obviando la acción judicial salgan a pregonar que el régimen está cerrando periódicos y encarcelando periodistas.
Las amenazas de huelgas y guarimbas surgen desde diferentes frentes, incluyendo los que tapan su complicidad con la MUD y demás factores desestabilizadores, bajo el manto de las boinas y franelas rojas rojitas. Y la sospechosa consigna “Con Chavez todo, sin Chavez nada”. Hemos sostenido en otras oportunidades que esa arenga es un arma de doble filo. Puede ser muy radical, pero también puede ser un mensaje solapado
La banalización del estado de salud del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, de manera solapada, con diversas acciones incluyendo la de raparse el cráneo en pose de burla.
La descalificación de la Fuerza Armada, intentando por todos los medios darle “casquillo” a sus integrantes para tratar de romper la unidad pueblo fuerza armada, base fundamental del proceso bolivariano, que lidera el Comandante Presidente Hugo Chávez.
La proyección de Venezuela, como el país más violento del hemisferio, lo cual apoyan con la ejecución del sicariato político, que no es ningún invento, solo hay que ver como son realizados algunos actos violentos con saldo de víctimas inocentes, a quienes no les roban ni siquiera la trenza de los zapatos. Pero son combustible para el incendio mediático que acosa al país por los cuatro flancos.
El calentamiento de la calle avanza cada día y ahora con la utilización del sector laboral, a través del gancho crematístico. La forma más usual para llevar a la masa trabajadora por desfiladeros peligrosos es tocándoles el bolsillo y es allí donde debemos tener cuidado.
No hay un día que en los medios privados no sea reseñado algún conflicto laboral.- Presuntos bolivarianos y oposición hacen causa común en esta jugada de los medios controlados por los grupos que continúan montados en la dinámica del golpe. Ya no lo ocultan para nada y tratan de desprestigiar a todas las instituciones del Estado Venezolano, incluyendo la Asamblea Nacional, donde la bancada opositora ha abandonado su rol de legislar, para abrazar el de arlequines, que ridiculizan y ofenden la dignidad de ese espacio. Hay que estar “mosca”, porque el tren golpista está mostrando sus vagones.
(*)Periodista
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