Durante los últimos días se ha desarrollado una confrontación de parte del oficialismo y del oposicionismo. Unos defienden el derecho que tiene el estado de realizar la planificación y control del proceso educativo que transformará a los estudiantes en miembros de la comunidad que construyan el país que se ha planteado de frente con la realidad del país… los segundos defienden la autonomía que por años han tenido los conductores de los destinos de las universidades sin la intervención del estado venezolano en esa conducción, excepto para que les entregue las sumas de dinero que les permiten mantenerse en ese país dentro del país; eso sí, sin tener ninguna atadura a las políticas del estado ni rendir ninguna cuenta a nadie del uso de esos recursos y de espaldas a la realidad nacional.

Por una parte entendamos que el proceso educativo está dirigido a transformar a los estudiantes en personas que estén en capacidad, luego del proceso transformador de la personalidad, para adelantar los cambios y políticas que ayuden a construir el estado y el país que se ha planteado en la constitución y las políticas de estado… Es así, como el proceso educativo es de vital importancia para el gobierno, porque es a través de él que se capacitarán a los técnicos, profesionales y científicos que adelantarán los programas de gestión que conducirán al país hacia donde se ha planteado desde el ejecutivo. Podemos intuir que a ningún gobierno le interesa entonces, descuidar la planificación y ejecución de los planes educativos del país… y mucho menos dejar que aquellos que tienen el poder del dinero sean quienes decidan que hacer y hacia a donde llevar el país utilizando como vehículo al proceso educativo.

Del otro lado está quienes han encontrado en la educación privada una parcela de poder, QUE EN MUCHAS OCASIONES, SÓLO RESPONDE AL INTERÉS ECONÓMICO PERSONAL, y si no veamos cuantas organizaciones educativas privadas han comenzado a funcionar en edificaciones poco adecuada, sencillas, y con muchas carencias, pero con el paso del tiempo, las cuotas que losa representantes deben cancelar crecen y luego las edificaciones son hasta lujosas para poder seguir incrementando las cuotas a cancelar… pero ¿cuántos padres no hemos experimentado que nuestros hijos egresan de un centro edu8cativo privado, y hasta oficial, y luego van a engrosar las filas de los desempleados porque su carrera no tiene mercado laboral?...

También están las universidades nacionales, cuyas autoridades adversan en decreto 3444 y defienden la autonomía que hasta ahora han tenido. En algunas universidades nacionales la autonomía es una especie de con mi hijo no te metas. La autonomía se traduce en cierta forma, en una especie de dame lo que te pido pero no me pregu8ntes que hago con ello… aquí cabe preguntarse ¿cuántos padres a sus hijos, le dan todo lo que le pidan sin esperar obtener información de cómo será usado y si su destino está de acuerdo con los planes que los padres tienen para sus hijos?... ¿será prudente que un padre o madre sostenga a un hijo pero que no pueda influir en la preparación y formación de ese hijo, o esperar información sobre lo que ese hijo hace?... le dejo esa respuesta al lector…

En parte, la autonomía le ha permitido a algunas autoridades obtener ingresos que desde otra posición no tendrían. Sin entrar a discutir lo legítimo o no de esos ingresos, es frecuentes que algunas autoridades tengan empresas propias, que por medio de terceros contratan con la universidad parta prestar servicios o vender insumos en condiciones desventajosas para la universidad pro ventajosas para el contratante… los planes de estudio por lo general no están actualizados por la rigidez de la estructura universitaria, y a pesar de los avances vertiginosos que tiene la ciencia y la tecnología, los planes de estudio no se adecuan a esos cambios con la misma velocidad. Eso nos pudiese conducir a pensar que la autonomía que se defiende, puede ser la autonomía para hacer lo que se quiera sin rendirle cuenta a nadie. SE DEFIENDE LA CUOTA DE PODER QUE SE GENERA DE ESA AUTONOMÍA.

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