Este giro nos vuelve al punto inicial y del cual no hemos querido deslindarnos. La realidad y su manejo hacen que los cambios queden pendientes y los riesgos sean también más latentes. Mientras dependemos de la ruleta del voto que juega o es de alguna manera influenciada por las circunstancias del momento, en esa misma medida, el proyecto confrontará muchos más riesgos de lo naturalmente debería tener, porque continuamos apostando siempre a la suerte de una maquinaria electoral y no a la conformación de una partido para la organización y movilización permanente.
¿Por qué hubo que liquidar al MRV y darle cristiana sepultura?
Se indujo al aniquilamiento del MVR porque esta organización se había convertido en una maquinaria para buscar votos y algunos de los arriba habían entendido que se requería un instrumento político que fuera más allá de la práctica IV republicana de buscar votos para ganar elecciones. La intención más reciente de modificar esta conducta y disponer de un instrumento político con mayor capacidad de organización y movilización política, lo percibimos en el documento de “Las líneas Estrategias de Acción Política del PSUV”, que como debemos recordar, tiene entre sus orientaciones, una que nos dibuja el proceso de cambiar el partido maquinaria electoral por un partido movimiento, cuya razón de ser se expresa en este texto:
“El Partido tiene que ejercer su función como “maquinaria electoral”, pero, principalmente, como instrumento para la transformación de la sociedad, desde los sistemas de dirección y gestión general del país hasta la cotidianidad ciudadana (…) Sin embargo, debemos reconocer que en el PSUV, se ha venido produciendo una imposición de la lógica de la maquinaria, donde se concibe el hecho electoral como un fin en sí mismo, y no como una tarea en la lucha por democratizar radicalmente la sociedad venezolana. La amplia base social de la Revolución termina instrumentalizada bajo la forma de “masa de maniobra” electoral en cada proceso, y lo que es peor, con formas organizativas que cada año se redefinen en función del mismo, perdiendo por ende su condición de sujeto”[i] (Subrayado nuestro)Muy poco que agregar a este lineamiento porque recoge lo que todo militante del PSUV, interesado por un cambio revolucionario aspiraría. Un sueño muy bonito y necesario. No por un deseo caprichoso, sino por la dinámica que impone los acontecimientos y los formatos de desestabilización que se impusieron en Libia y están en pleno desarrollo en Siria. Con una política de movilización cuyo centro se reduce siempre una batalla electoral, se apuesta a un proceso circunstancial y no es una estrategia que conduzca al desarrollo de una organización revolucionaria en un contexto de proyectos de desestabilización por parte de los centros de poder mundial.
El giro está precisamente en el verbo del camarada Darío Vivas quien este martes 27/09/2011, pone en primer plano, lo que en una oportunidad anterior asomó ligeramente. Dijo Darío Vivas esto:“A partir del 1 de octubre el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) conformará y capacitará a las bases de patrullas y a las patrullas de vanguardia como parte de su estrategia para las elecciones presidenciales de 2012”
Cada militante sabes que en el 2012 el par de dados está ya dispuesto para jugarnos en una mano a Rosa Linda en la partida mayor. Esta apuesta se ve fácil, aunque las otras partidas tienen sus obstáculos. No hay que insistir sobre la importancia de esta partida mayor, pero es que todos cobran esa importancia porque lo electoral pasa a un primer plano. Los militantes también debemos saber que el formato Libia-Siria, que es una renovación del formato Chile, puede intensificarse en Venezuela y para ese momento no se respetará que en el país se haya dado elecciones y que nuestro candidato sea el triunfador. Sabemos también que nuestros aliados son de negocios y si otro negocio suena mejor, se juega con los que ofrecen el otro negocio.Así pues, que lo urgente es siempre lo electoral, pero lo importante parece ser lo que se escribió en las líneas estratégicas de acción política del PSUV que por lo vientos que soplan, parecen postergarse para atender lo urgente y dejar para después lo importante. Si es así y deseo que no sea como supongo; la vaina comienza a echarse a perder nuevamente y comenzamos otro recorrido al círculo, que ya se vuelve vicioso.