Compatriotas, camaradas y todos los que amáis el derecho, la libertad, la virtud y la justicia, los que conserváis el sagrado culto a la patria; los que habéis sentido los infinitos anhelos y las dolorosas torturas del patriotismo burlado.
Todos debemos estar vigilantes en estos aciagos momentos donde la patria se encuentra amenazada por el poder de las fuerzas del imperialismo yanqui, para hollar el sagrado suelo de nuestra patria, y así apoderarse de nuestros recursos naturales en complicidad con los apátridas y malnacidos opositores a la revolución Bolivariana.
Estos traidores y enemigos de la patria, se están prestando para que los bárbaros invasores cumpla su objetivo, lo acaban de hacer en Libia, con la complicidad de libios traidores que se comprometieron con la OTAN para entregarle la soberanía de su país, y masacrar vil y cobardemente a un pueblo con la intención de robarle su petróleo.
El crimen no se detiene, la carrera de estos asesinos de pueblos indefensos continua, la jornada sangrienta, ellos la practican cada vez que ven menguados sus recursos energéticos.
Estos ejecutores de un designio criminal, poseído de un extraño furor de destrucción, cumpliendo con una consigna estólida de la OTAN. Organismo de dementes sembradores de oprobios, de desolación y tristeza en esos países donde han pasado como un viento de tempestad, sembradores de la muerte, sin valor, sin genio y sin grandeza.
Este gobierno revolucionario que dirige el comandante Hugo Rafael Chávez Frías, debe estar prevenido para no ser sorprendido por invasores en complicidad de la canalla, que busca por todos los medios una confrontación bélica, para que el imperialismo yanqui los coloque en el poder.
Hay razones de lógica que motivaron al general Rangel Silva a preparar a nuestras fuerzas armadas para estar listas a cualquier eventualidad cuando se trata de defender nuestra soberanía. Así mañana no tengamos que lamentar sobre la desdicha de quienes buscan la desestabilización de nuestra patria y ser utilizado por potencia extranjera.
Sabemos que no es fácil enfrentar el peligro que acecha nuestro país. ¡Pero no! Nuestra patria no perecerá. Ella se alzará y vencerá. Se defenderá con sus fuerzas armadas leales a su pueblo, como leona en la frontera del desierto.
Bolívar, San Martin, Hidalgo, Morazán. No fueron hombres, fueron pueblos; y esos pueblos viven; son cóndores que duermen en la cima; ellos despertarán, centellando en el peñón las pupilas somnolientas; enarcando el cuello rojo, como llama de volcán y extendiendo en sus alas el pabellón tricolor de la victoria y así nuestra patria seguirá siendo libre, mientras hallan hijos de Bolívar y Sucre, por los valles, montañas, llanuras, selvas y cordilleras andinas.
Estamos viviendo una revolución, que anuncia la aparición de un nuevo país. Los pensadores, los escritores, los conductores de consciencia y de pueblo, tienen el derecho y el deber de detenerse a contemplar esta hora crepuscular, decisiva que está viviendo nuestro país, para que muy pronto vean el brillo de una nueva aurora.
Esta es una revolución socialista que lucha por el bienestar de todos los venezolanos sin distinción de credo, religión, ni colores políticos.
La esperanza que el pueblo venezolano sentía por aquellos dirigentes de la cuarta república, ha muerto; no habrá fuerza ni idea que lo convenza volver a ese tenebroso pasado de engaño, de mentira, miseria y dolor.
Hoy hay mas razones para escuchar y acatar los mensajes de nuestro comandante Chávez, que se ha convertido en un crepúsculo luminoso, como un sol sobre las multitudes que creen en su causa, que es la causa de nuestro pueblo, el cual nos motiva a reelegirlo por cuarta vez y llevarlo el siete de octubre de 2012 a Miraflores.
¡Paria Socialista, Viviremos y Venceremos!
Rangeljuan1@hotmail.com