Los dos significados
retratan vivamente lo que ocurre siempre al final de cada año, en Venezuela
y en algunos países de America Latina. El Consumismo es estimulado
por la publicidad que convence al público que un gasto es necesario,
cuando se considera un lujo. Además, una de sus causas es, lamentablemente
la falta de identidad de cada una de las personas, al no conocer sus
necesidades esenciales y reales.
El Consumismo,
tiene a su vez un efecto global, al propiciar daño al equilibrio ecológico:
Excesivo consumo de recursos naturales, generando en los procesos de
producción: contaminación. El efecto personal, lo podemos ejemplarizar
cuando nos hacemos un jugo de naranja natural, en lugar de comprar uno
en paquete con conservantes y en envases inorgánicos.
Proponemos
entonces unos consejos para una Navidad sin Consumismo, tratando de
resistir el despliegue publicitario en la Navidad.
Tómese un
momento para leer en voz alta historias de su tradición cultural, para
preparar comidas tradicionales y para comprometer activamente a los
niños y adultos en dar, no solo en recibir.
Una forma de
sentir el verdadero espíritu de la Navidad es desviar la entrega de
regalos familiares, hacia la satisfacción de las necesidades de otros.
Encuentren una familia con menos recursos que ustedes y denles regalos
que necesiten.
Para empezar a reivindicar la Navidad podemos comprar productos ecológicos, comprar productos nacionales, comprar productos usados y, sobretodo, lo más importante es comprar menos.
Dar regalos
que no son adquiridos en las tiendas y que demuestren a las personas
que se los damos, que importan y que tomamos en cuenta sus gustos.
Dar regalos que promuevan el Juego Creativo y no el juego con juguetes electrónicos y
bélicos, que promueven la violencia y sexo. NAVIDAD ES SOLIDARIDAD!
10-11-2011
joseamesty1@gmail.com