Viendo el terror y miedo de la oposición a entender el socialismo, porque creen en el terrorismo que imponen las empresas privadas mediáticas al servicio del imperio; siento preocupación por el futuro de sus hijos y sin ir muy lejos, por ellos mismos que son los culpables de lo que está perdiendo su generación, por la enfermedad que la disociación incrusto en sus genes y solo puede curar la revolución.
Hoy puedo decir que padezco el mismo mal; la revolución en estos 12 años que llevamos, me ha creado grandes satisfacciones, expectativas, sueños que no quiero imaginar si los pierdo; todos mis pensamientos están en función de lo que hemos construido y juro temo perderlos.
Ya tuve la posibilidad de existir en la IV República, hoy tengo las de vivir en la V, disfrutando lo beneficios que tiene la comunidad y la PATRIA de la que formo parte, ando descubriendo con mis propias experiencias los caminos de dignidad que estamos recorriendo y el vivir viviendo, que solo la mezquindad de unos traidores puede esconder con tanta vehemencia, para que los que vienen naciendo no se enteren, que este tiempo es el que nos puede ayudar a que mañana tengamos PATRIA sana , sin las anormalidades que ellos y sus descendientes quieren que vuelva hoy en día.
Quiero confesar que siento miedo, pero no es el mismo que ellos tienen, cuando temen que le quiten sus propiedades, que no tienen, sus tarjetas de créditos endeudadas, sus carros, sus sueños de mentiras creados por el imperio para mantenerlos adormecidos ante su bienestar, que no se den cuenta que están engañados y que son una clase media pobre; yo también ahora siento miedo.
Pero mi miedo no es a la superficialidad; mi miedo es a que desaparezcan las pensiones de la tercera edad, a que los CDI sean privatizados por unos depredadores que están al acecho y obstaculizando para que no funcionen, a la educación gratuita que proyecta esta revolución y que poco a poco vamos alcanzando en todos los niveles. Miedo a que se detenga el sistema ferroviario que avanza por toda la PATRIA, la atención a los desfavorecidos, atacados por la miseria que le construyeron y sin dolor de sus almas sucias abandonaron en los barrios y quebradas de esta PATRIA.
Tengo miedo entre tantas cosas, a que se detenga progreso que se está obteniendo con el rescate de nuestro casco histórico para la ayuda en la reafirmación de los valores, tengo miedo, estoy aterrorizado y no puedo ocultarlo; pero a que vuelvan a detener todos estos avances y que nos cueste 200 años más volver a comenzar otra revolución, si no tenemos la valentía de defender esta que es el sueño de nuestro padre Libertador y que desarrollaremos, porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.
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