La inauguración de la cumbre del CELAC el 2 de diciembre en el Teatro Teresa Carreño, es el acontecimiento más extraordinario que se halla celebrado en nuestro país con la participación de todos los presidentes y jefes de gobiernos y cancilleres de América Latina y el Caribe, para la conformación del CELAC, quedando excluido Estados Unidos y Canadá, quienes son miembros activos de la OEA, los que sólo han servido de perturbación en esa organización para defender sus intereses y bloquear las dignas aspiraciones de nuestros países hermanos de América Latina y el Caribe.
Todos aquellos hombres y mujeres que se sienten orgullosos de ser venezolanos, que aman a la patria de Bolívar, deben celebrar este grandioso acontecimiento lleno de pasiones, sentimientos humanos y de patriotismo.
La fundación de una nueva organización de Latino América y el Caribe, debe ser el antídoto del cascaron de la OEA.
Esta no será una organización al servicio de ninguna potencia bélica o capitalista, estará al servicio de todos los países de nuestra América Latina y el Caribe, para buscar el buen vivir de nuestros pueblos sin discriminación de credo o raza.
Esta organización debe ser la base de las grandes pasiones de todos los pueblos, de la humanidad, de América Latina y el Caribe, quienes han luchado toda la vida por una verdadera democracia y libertad, para conquistar el bienestar social y que podamos vivir en paz, como hermanos que somos de este continente, para no ser lacayos de ningún imperio, por lo que luchó el libertador Simón Bolívar, quien buscaba la unión de todos los países.
El CELAC debe convertirse en la lanza de Aquiles, la que va a curar las heridas que nos dejo el cascaron de la OEA, heridas que han padecido nuestros países bajo el dominio de ésta organización, dirigida por el imperialismo Yanqui, el que ordenó a todos los países a romper relaciones con la heroica Cuba revolucionaria y que hasta el día de hoy le mantiene un cruel bloqueo económico.
Quienes han convertido a la OEA en un culto de la fuerza, quienes se han empeñado en hacernos creer, que Estados Unidos es el país modelo, el país generoso y hermano de nuestros pueblos, a ellos hay que hacerles saber que ese imperio invasor, es una raza voraz desdeñada, es nuestra enemiga, es una raza bastarda y cruel, insolente, y despectiva hacia nosotros, con una idea monstruosa de superioridad y una invisible idea de conquistadores para de esta forma apoderarse de nuestras riquezas naturales.
Ya no les va a ser posible lograr su objetivo porque esta nueva organización CELAC no será tutelada por este imperio rapaz, donde un cascaron de la OEA controlado por ellos con el aval del secretario general de la OEA, señor Insulsa, quien cumple sus órdenes, no podrá meter las manos en el CELAC.
Los mil tentáculos del monstruo imperial abarcan el mundo y lo sumergen bajo la transparencia de una serenidad halagadora.
Ya el cascaron de la OEA presencia su agonía, esperando que muy pronto surja de su despojo la floración del CELAC, el que debe convertirse en punta de lanza para la unión definitiva de todos los pueblos, con esta unión podemos combatir contra los enemigos del continente. ¿Qué haríamos? ¿Qué no seriamos nosotros? ¡Mucho más fuerte!, más numerosos, más aguerridos en la lucha, la unión será nuestra victoria.
Porque pintar ese país del norte, tan orgulloso y dominante, que nos condicionan y nos desprecian, no debemos callar, porque el silencio sólo reina sobre la muerte. El silencio sólo es la causa por la cual mueren los pueblos.
Hoy no se puede callar, hay que sembrar el germen de la verdad y de la vida, para así asegurar el triunfo de la nueva organización, CELAC.
Muy pronto todo debe cambiar y el CELAC es el CELAC, y no el cascaron de la OEA que desaparecerá. ¡Todo lo que promete el Comandante Chávez se cumple!
¡Patria socialista, Viviremos y venceremos!
Rangeljuan1@hotmail.com