Respuesta a Juan Manuel Sivira

Ciertamente: hay reliquias

        Es lamentable, pero hay que reconocer que ciertamente subsisten entre nosotros “reliquias de la prehistoria“, tal como lo expresa el camarada Juan Manuel Sivira en su artículo publicado en APORREA con esta misma fecha, pero quiza la primera reliquia no sea como a el le parece, nuestro ejército burgués, reaccionario, anacrónico, incapaz, obsoleto... quiza la primera reliquia de la historia sea el propio camarada Juan Manuel Sivira que tan alegremente despotrica.

        Nuestra fuerza armada –camarada-, como la de cualquier otra parte del mundo, tiene un carácter estamental, como lo tienen los gremios profesionales o el clero y en consecuencia no puede ser metida en la caja de zapatos o la horma de un análisis superficial, como los son todos los “y que“ análisis de tanto sesudo opinador que anda suelto por ahí.

        Trate de imaginarse solamente que Trotsky en 1917, en lugar de ganarse a fuerza de persuasión a los cuadros militares del ejército del Zar, los hubiera mandado a la cárcel o de licencia a su casita, solo porque eran “reliquias de la prehistoria“. Le aseguro que en lugar de consolidar el poder de los soviets contra viento y marea, contra los alemanes primero, contra Inglaterra despues, contra las bandas blancas de Kolchak, Denikin, Kornilov, etc. Trotsky hubiera pasado a la historia como un gran mentecato.

        Los Denikin y Kornilov de 1917, són por así decirlo, los Gonzalez Gonzlez o Rosendo de 2002: Canallas “preñados de buenas intenciones“ cuya conducta no es motivo para cubrir de ignominia a toda la Fuerza Armada Bolvariana

        Nuestra fuerza armada no es ni burguesa ni proletaria, es un estamento en cuyo seno se reproducen las mismas tensiones que en el resto de la sociedad venezolana, y por el mismo motivo: ¡Por la lucha de clases amigo!, ¡por la lucha de clases!, que no es una frase manida sino un hecho cotidiano y constatable. Calificar a la fuerza armada de forma tan mostrenca como usted lo hace no es útil a la fuerza armada y mucho menos a la revolución. Si acaso, semejante juicio satisface las pulsiones narcisistas de quienes creen que hacer la revolución es salir a la calle con una banderita que diga “Hasta la Victoria Siempre“ o “Chocolate con churros para todo el mundo“

        Por otra parte yo le preguntaría ¿quienes son a su juicio los que “se regodean diciendo que la sociedad burguesa es una reliquia de la prehistoria“?. Cualquiera que esté en uso de sus facultades mentales se da cuenta que esa sociedad está vivita y coleando y que usted y yo por ahora formamos parte de ella.

        El compañero Salvador Allende y con el, el pueblo chileno, le aseguro que hubiera corrido mejor suerte en 1973 si hubiera dispuesto de una modesta “reliquia de la prehistoria“ como la que tenemos nosotros. La lucha cotidiana por construír el socialsmo se da en todos los terrenos, incluída la Fuerza Armada, donde –quien lo duda- seguramente existen enemigos de la revolución sin que eso nos permita hacer juicios rotundos y maniqueos.

        Podríamos ir mas lejos. El capitalismo ha sido definido como un “sistema mundo“ y por consecuencia nunca será cabalmente derrotado mientras no seamos capaces de sustituírlo por otro sistema mundo que hemos convenido en llamar socialismo. La historia reciente nos dice que el socialismo en un solo país fué una estafa. Luego de sesenta años, parece que la historia terminó por darle la razón a Trotsky y en este caso hago la reflexión porque sin la fuerza de las armas, nuestra incipiente semilla de socialismo sería aplastada en un instante. El ejército rojo, amigo Sivira, no se creó por decreto ejecutivo de nadie, se fué transformando en la lucha por la sobrevivencia de un pueblo agredido por todas partes, tal como hoy se agrede a Venezuela desde todos los frentes, tanto externos como internos. A nadie le sirve ponerle una etiqueta de “burguesa“ a nuestra fuerza armada. Sería entre otras cosas olvidar que los soldados son pueblo, olvidar que sin el papel que esa fuerza armada jugó el 12 de abril de 2002, en el mejor de los casos usted estaría hoy escribiendo las mismas torpezas, pero desde el exilio.

        Un último señalamiento le retrata a usted de cuerpo entero: Nos dice en su artículo que “hemos de saber que, una verdadera revolución sólo puede ser dirigida por verdaderos revolucionarios (Brillante revelación); los reformistas, hombres “sensatos”, moderados y “equilibrados” sólo pueden conducir a los explotados a la bancarrota“  ¡Bravo! Debe entenderse entonces que los “verdaderos revolucionarios“ deben ser “insensatos“ y “desequilibrados“, y como no voy a cometer la insensatez de debatir sobre sus criterios de “verdad“, seguramente usted me colgará la etiqueta de reformista.

        Es lamentable, repito, pero hay que reconocer que ciertamente subsisten entre nosotros “reliquias de la prehistoria“



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Pedro Calzada


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