En enero de 2084 un joven reportero estadounidense llegó a las puertas de Miraflores con la intención de completar su tesis de grado. Sentada, al frente, en una mecedora de mimbre una anciana bien arreglada se mecía placidamente mientras cuatro setentones jugaban dominó. No había garita ni vigilante, ni guardaespaldas, ni escoltas, ni policía. La entrada era libre y la gente entraba a Palacio como Pedro por su casa.
Un señor entró y al rato salió con una bolsa de pan. Una señora entró para plancharle la ropa al Presidente y otra para llevarle los periódicos. En fin. Miraflores, desde hacía muchos años se había convertido en una casa más de Caracas.
El joven gringo, de 22 años, dio los buenos días:” Good morning”. Y la anciana le contesto: “Good morning boy. ¿What is your problema?”.
-“Lady ¿Do you speak English?”
-“Yes. También le meto al español, italiano, francés, alemán, chino, japonés, mandarín, ruso y cuti, cuti Chá cuti Vez”
-“Hablemos en español entonces, dijo el chamo”.
-“Muy bien. Pero dime ¿a qué se debe su presencia en esta su casa? ¿En qué puedo serle útil?
El estadounidense dijo estar preparando su tesis de grado como comunicador social, que giraba en torno a Presidentes de países productores y exportadores de petróleo y que había venido a Venezuela para conocer algunas cosas.
¿Cómo cuáles dijo la doña?
-“Por ejemplo. ¿Qué pasó finalmente con Sadam Husein?
-“Regreso a Irak y mandó 20 años más. Luego murió en su casa, en sana paz. Déjame decirte que al que ahorcaron fue un clon de Sadam.
¿Y Bush?
-“Se murió de una cirrosis hepática”.
¿Qué pasó con Fidel Castro?
-“Se murió de 130 años. Y Raúl, su hermano, a los 110; a su muerte Fidel retomó oficialmente el mando”.
-¿Quién es el Presidente actual de Venezuela?
-“Mi nieto”.
¿Y quién es usted?
-“Rosinés Chávez”.
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