Tristezas en la XVII reunión del SELA

Algunas reuniones internacionales dan la impresión de ser un elocuente
diálogo de sordos, interrumpidos ocasionalmente por el bostezo de unos
mudos que sólo balbucean algo a la hora del refrigerio. Hay mudos a la
fuerza y otros a la plancha (es decir, planchados). Yo estaba entre el
primer grupo como representante de la UNELLEZ en el SELA, en su XVII
reunión de directores de cooperación de América Latina y el Caribe. Las
sesiones se iniciaron el lunes 2 de mayo, y pronto pudimos apreciar la
fortaleza continental de Cuba que adelantándose a todo los delegados
presente tomó la palabra para proponer que la Presidencia de esta XVII
reunión fuese Venezuela, proposición que fue acogida por los asistentes.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del Secretario permanente
del SELA, el embajador Roberto Guarnieri, quien planteó que la
globalización económica es beneficiosa para todos. Pronto caería en la
cuenta de que los ponentes principales, de las clases magistrales, estaban
allí para defender a la globalización y el libre mercado.

La primera sesión de trabajo estuvo a cargo del "experto" en desarrollo,
Heinz Sonntag (profesor de la UCV), quien presentó su trabajo "Revisitando
el debate del desarrollo y la Globalización". Su ponencia debió darse por
la tarde pero hubo de ser adelantada porque el señor Sontag tenía que ser
sometido a una intervención quirúrgica a las 4 p.m.. Este anuncio trajo a
la sala tonos claro-oscuros refulgentes que se fueron llenando de premisas
sobre el desarrollo, la globalización y el dependentismo, con críticas
solapadas al sistema capitalista, sólo para concluir que inevitablemente
el único camino que nos queda es seguir atados hasta la muerte al sistema
que el imperio nos imponga. Un conjunto de datos históricos más o menos
equilibrados hasta que no pudo más, míster Sontag, y acabó reventando al
referirse al modelo económico adelantado por Allende, que "ejerció una
enorme atracción sobre los pueblos latinoamericanos" e incluso Europa. Y
habló de los modelos económicos de las dictaduras en Ecuador, Panamá y
Perú "que tenían proyectos reformistas de un alcance bastante radical.

Durante cinco años gozaron de amplio apoyo popular...". La indirecta hacia
el caso venezolano era evidente, y como se metiera con el modelo de Cuba,
el representante de este país, don Pedro Morales Carballo, le paró el
trote al trasfondo ideológico del jueguito y se preparó para una severa
réplica. El señor Sontag no calculó el terreno en el que se había metido,
mucho más cuando en su trabajo se refería al caso cubano de manera muy
superficial, parcializada y vaga. Don Pedro Morales pidió la palabra y le
recordó la imposición del modelo del imperio norteamericano a las
dictaduras en América Latina, y de cómo el pueblo cubano había resistido
heroicamente a cuarenta años de embargo económico, y que esto el señor
Sontag no lo había mencionado en absoluto. Cuando Sontag pretendió
defenderse y hacer muchos rodeos haciendo malabarismos para reconocer la
posición del delegado de la gran patria de Martí, asomó un "me choca la
manera como Cuba...", cuando fue de manera tajante cortado por el señor
Morales quien protestó el camino que estaba llevando aquella intervención.
El señor Sontag, rojo como un tomate, callaba y no habló más. Realmente,
los cuidados intensivos se le habían adelantado para por la mañana al
señor Sontag, aún cuando muy respetuosamente el delegado cubano le había
deseado al principio que sus mayores deseos era que se restableciera
pronta y sanamente de la operación a que iba ser sometido.

Durante los pocos minutos que duró este debate, yo recordé y sentí a
Bolívar y a Martí en los momentos en que estos dos Libertadores buscaban
una patria sólida y fuerte moralmente, y lo glorioso que es vivir en un
país con dignidad, que sabe hacerse escuchar, que es respetado en el mundo
por su heroica historia y por su determinante decisión a ser libre. Pensé
que así son hoy Cuba y Venezuela en todo el globo. Pero en aquel momento
faltó la voz de Venezuela. Busqué por todas partes al delegado o a la
delegada venezolana que debió también tomar la palabra para reforzar la
posición de la hermana Cuba, pero no lo vi por ninguna parte. Pienso que a
veces a nuestros representantes en los foros internacionales les hace
falta más decisión, más convicción y más fortaleza en la defensa de los
objetivos humanos y sociales de nuestra revolución. Cuando me entero de
esos embajadores que tenemos siento escalofrío por lo pobre que estamos
siendo representados en el exterior. Gente que no siente ni le interesa
esta revolución, y que además la han torpedeado de mil maneras, por lo que
este es a la vez un mensaje que debe llamarle la atención a los camaradas
de Reinaldo Bolívar y William Izarra. En esta reunión del SELA, apenas si
se repartieron unos folleticos sobre desarrollo endógeno y una
escualidísima hoja suelta sobre las misiones, unas informaciones
demasiados vagas y escuetas. Yo le planteé a cierta dama, representante de
la delegación venezolana, que era indispensable repartir el libro "El
Código Chávez" de Eva Golinger y "Chávez nuestro", y lo que hizo fue
preguntarme: "¿Y dónde se consiguen?". En cambio repatieron "Don Quijote"
que estoy seguro cada uno de los presentes debía tenerlo ya en distintas
ediciones en su casa.

A la intervención de Sontag siguió la del profesor (miembro del PSOE)
Antonio Luis Hidalgo Capitán, de la Universidad de Huelva. Una ponencia
correctamente profesoral, con datos recogidos en una biblioteca o en
internet, pero que no se sustentan en la realidad latinoamericana. La
posición del señor Hidalgo es que al mundo no le queda otra salida que ser
neoliberal porque por ejemplo, "el Estado no puede dedicarse a hacer
cerveza". En su intervención hizo hincapié, lo que me pareció muy raro,
que los países en desarrollo no debían dedicarse a comprar armas. Insistió
mucho en esto. Su tesis me pareció al principio producto de una gran
ingenuidad o puerilidad, y en el receso le dije que a los países pobres
como los nuestros no les quedaba otra salida que armarse para evitar la
amenaza del imperio que considera cualquier desviación de sus proyectos
colonialistas en América Latina como un peligro y como un desafío a sus
intereses. Que para ese desarrollo capitalista que se busca es preferible
morir de un balazo peleando contra los marines que andar por allí
deambulando con hambre, con miserias, toda clase de enfermedades. Al tío
se le pusieron los ojos redondos. Hablamos de la situación venezolana y me
dijo que la oposición había sido muy torpe por no haberse unido como lo
hicieron en Nicaragua alrededor de Violeta Chamorro, y le contesté: "¿es
que usted no sabe que esa oposición a los sandinistas la armó la CIA?".
Trató de decirme que la amistad de Chávez con Fidel era una provocación
(innecesaria) al imperio. Fue hasta ahí cuando comprendí que este era un
pobre muchachote (fornido y rechoncho) que la cabeza no le sirve ni para
piojos porque además es calvo. Pues bien, y lo raro es que estaba ante un
socialista del Partido Obrero Español, total y ciegamente plegado a la
política norteamericana, como habrá millones en España, y remató don
Antonio con esto: "lo que pasa en estos momentos en Venezuela no es culpa
de EE UU sino del partido Republicano". Es espantoso el desconocimiento
que hay en las universidades españolas de la realidad latinoamericana.
¿Cómo será en el resto de Europa?

Para mí esos "intercambios derivados de estrategias competitivas",
"modelos sustitutivos de importaciones", "modelo histórico-estructural
doméstico-industrial primario exportador", no son más que monsergas que
crecen y se multiplican en un sistema económico enfermo y desquiciado.
Como dice el Presidente Chávez, dentro del capitalismo no hay solución
para los problemas del hambre, de las guerras, de la educación, salud y
vivienda.

El día miércoles 3, viendo a esos delegados que se saludaban porque
acababan de llegar de otro encuentro reciente en Madrid, y probablemente
salían de este para verse dentro de unas semanas en Chile o en Costa Rica,
comprendí que de estos encuentros no se puede implementar nada serio ni
concreto. De esta XVII, se llegará a la XXX en las mismas condiciones de
pobreza y de miseria para nuestros pueblos mientras que sus delegados
engordan y van poco a poco muriendo de dispepsia. Pensaba que a estas
reuniones debería llevarse delegados que surgieran de los sectores más
deprimidos de nuestros pueblos. No esos profesionales empolvados, que en
medio de conversaciones, impúdicamente, se echan aerosoles en la boca para
mitigar el mal aliento, y van hediondos a perfumes caros, que como
burritos de carga llevan portafolios, laptos, videovin, y llegan a las
9:30 de la mañana a un programa de trabajo que debió haber comenzado a las
8. Que se les va el tiempo hablando de los buenos restaurantes de la zona,
de cómo es el hotel al que han llegado y si tienen balcón con vista al
Ávila o si los baños son con jakuzis; y peroran de lo lindo de los
almacenes que tienen por los alrededores. Este es el estado mental de los
niños mimados del neoliberalismo que no pueden tener otros dioses que el
mercado, el consumo y la idiotez de diseñar estrategias para esa mierda
que se llama competitividad. Estoy seguro que si estos foros fueran con
los pobres de la tierra, se llegarían a soluciones más seguras y profundas
para conseguir la paz y la solución a los grandes sociales de nuestros
pueblos. Por eso, Señor, nada se arregla y todo sigue peor. Qué cosa.


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

 jsantroz@gmail.com      @jsantroz

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