El consorcio norteamericano-canadiense, Meridian Gold, anunciaba, con bombos y platillos, la creación de 400 empleos. Se trata de la construcción una mina de oro a cielo abierto. El señor Well, representante de la compañía, explicaría, a los vecinos de Esquel, ciudad de la patagonia argentina, en qué consiste una mina de tal naturaleza. “Eso es hacer un hueco en la montaña y con productos químicos separar el oro de la piedra”: Ante las insistentes preguntas de la comunidad, a mister Well no le quedó otra: el cianuro es muy útil para realizar esa actividad. Los habitantes de Esquel sabían que ese producto químico estaba prohibido en Canadá y en los Estados Unidos. Mientras Well pedía que confiaran en ellos; el adagio de los abuelos se hizo presente: no hay que confiar gallina gorda en manos ajenas.
Sobre la región cordillera de la provincia de Chabut, se encuentra una pequeña ciudad de la Patagonia. Se trata de Esquel. Esta ciudad debe su nombre a un vocablo de origen tahuelche y significa abrojal. Esquel se encuentra enclavada en una depresión de cerros. Por ello se erige a 550 metros sobre el nivel de mar. Parece un anfiteatro. La primera mención, que se conoce, de esta ciudad es posible encontrarla en el libro Mi Vida entre los Patagones, escrito por un marino, venido de Inglaterra, George Chartown Musters, quien realizaría una expedición por esos lados entre los años 1870 y 1871. Ese registro quedaría como Esguel-keik.
El expolio lo iniciaron los conquistadores buscando, ansiosamente,
El Dorado. Las trasnacionales como la Barricj Gold, la Newmont Gold
y la BHP Billton, sólo para citar algunas, continúan su trabajo
demoledor y de saqueo. El yacimiento de oro, de la ciudad de Esquel,
está valorado en mil millones de dólares. La empresa Meridian Gold lo
había comprado. La comunidad de Esquel realizaría un referendum. El
80 por ciento de habitantes votó por el No. Es cierto, por estos lados
“la plata anda a caballo y el que la busca a pie”. Pero váyanse con su
cianuro al carajo, sería la contundente respuesta de la comunidad.
Fuente: radialistas apasionadas. Radiclip 54.