Estamos asistiendo al espectáculo de una sociedad de tácticos. Pletórica de héroes de la cultura tweeter maquillada con: pánico financiero y mediático, ausencia de políticos responsables, reacciones a ciegas, deudas soberanas sin control, especulación financiera, revueltas populares y alta represión, organismos internacionales actuando como corsarios, capaces de dar golpes de Estado: ¿sería extraño suponer que esta sucesión de crisis e impases, en callejón sin luces de salida, fuese el resultado de un gran vació estratégico?.
Película sobre operadores que dirigen con vulgar ceguera la estructura de un sub producto germinado en lánguida construcción que se desarrolló después de la guerra fría que nos condena a reemplazar el arte de la estrategia por la futilidad de las simples tácticas. El vacío estratégico es tal vez efecto de una superabundante y no digerida información, y una dictadura de lo inmediato con ayuda de vaporización de la cultura.
Una de cuyas obligadas ignominias es la negación de las ideologías, por que ellas solicitan predecir lo que vendrá y eso compromete a la gente improvisada, pues siendo cercanas a lo banal, no quieren asumir compromisos. Fanáticos del ocio del pensamiento que miran con recelo soñar estratégicamente en el futuro y se obligan a habitar solo en el presente.
Es sinónimo de ignorancia que anima la nulificación del espíritu; donde se hace bandera de la ausencia de discernimiento como signo que se corono con la falta de estrategia. Impulsa chafarotes para hacerlos habitar en sociedades militaristas privadas, donde las Asambleas las controlan los traficantes, y los intermediarios financieros convierten en ganancias.
Es realidad adonde tres monstruosas medusas gobiernan las crisis: sociales, económico- financieras y energéticas, cuya violencia, demuestra el fracaso de los modelos estratégicos mal diseñados y han quebrado todos los termómetros de alerta de una fiebre de origen bien definido.
Era malestar que todos conocían y nadie delataba. En los animales una de las estructuras mas finamente organizadas y eficaces, es su capacidad para la anticipación, dicen que algunos pueblos del Tíbet, y antiguos chibchas, amarraban a orillas de sus ríos, ovejas que podían predecir con muchas horas de adelanto una crecida o un deslave. Así, mientras mas enterramos estos finos sentidos ancestrales, mas nos excedemos en improvisación.
Hay que preguntarse, ¿cual será la raíz de este progresivo tendencia a la ceguera continuada¿. Obvia la manera como han extraviado los grandes Estados, sus grandes empresas y organizaciones, tan eficaces en demostrar ganancias, y ver que su final les sorprende, por no saber establecer ni reconocer los “hechos estratégicos” o diría una amiga “estelares”. Ignorantes a estos símbolos estas tendencias se le escapan a sus decisores políticos, financieros, militares e industriales: sin duda que la dictadura de lo inmediato le gana la carrera al análisis estratégico.
Tal parece que no se asoma ninguna visión sobre una posible sociedad emergente, nadie -excepto, Ítalo Calvino con sus “Seis propuesta para el próximo milenio” se atrevió a algo de este tipo- y es capaz de decir a que se parecerá mañana nuestro universo actual.
Salvo algunos estrategos que osan darnos quejosas perspectivas, pero no ofrecen opciones.
Lo que pudiera ayudar a resolver este gran hueco negro o vacío estratégico es volver a la imaginación necesaria, que solicita rechazar nuestras rutinas, aceptar el valor de lo inaprensible y hasta la valoración de los limites de lo mas incongruente.
Otro fracaso. La web en la que poníamos tantas esperanzas, se ha convertido, wiki leads a la cabeza, en un medio mas, atrapada en la red de quienes solo la tienen como una gran biblioteca o cercana a un modelo adonde lo frívolo la hace caminar hacia la porno-TV, que por ahora no está en condiciones de tenerse como recurso documental eficiente de un nuevo modelo de sociedad.
Algunos teóricos como Jeremy Rifkin, A troisième révolution industrielle; Les Liens qui libèrent, 1er février 2012, que supone que estos retos vayan por el cambio de ritmo de la “mundialización” por el de la “continentalización”, que puede buscar el fin de la energía dividida por una energía distribuida; y por que no, una ganancia social igualmente distribuida. Estos indicadores se muestran como elementos para la reflexión y el llamado de atención.
Es mundo de gente que no le interesa haber perdido su capacidad para definir o explicar el estado de las cosas, aunque paradójicamente jamás estos imperios hallan creado tanta riqueza como hoy, … ni tanta pobreza, que va terminar por ahogarlos.
Hoy se han roto los sistema de alerta. Mientras esto pasa en nuestra narices nosotros seguimos discutiendo sobre el candidato “diente roto” que ni puede ni sabe explicar que quiere, por falta de estrategias. Otro ejemplo de lo aquí expuesto.
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