La necesidad de recordarle al adversario político que todo 11-Abril tuvo y tendrá su 13, ha fijado entre nosotros la idea de centrarnos en el 13-A, pero dejando a un lado que este 11abril 2002, fue posible por la acumulación de errores y lo que ahora celebramos (Todo 11-A tienen su 13) no deja también de tener su lunares porque probablemente no hubo una dirección política (Partido) capaz de valorar acertadamente ese retorno. No es muy frecuente vernos como proyectos en los meses y años previos al 11abril y esto es un error que se junta con los errores del 13-A
Es bueno entonces, que este 13 de abril 2012 y a pocos meses de una confrontación electoral definitiva con evidentes planes desestabilizadores en todo el trayecto de este año, abramos más el margen de reflexión y nos aboquemos a revisar los posibles errores que se cometieron antes del 13 y el propio 13-A. Esto nos exige tener muy presente que la política no es un deporte, aunque el deporte es de alguna manera una actividad que se corresponde con una política y con lo POLÍTICO. El ejercicio de la actividad política anda tras la búsqueda de PODER como palanca para impulsar los cambios o los proyectos que una determinada propuesta política tiene para el país. Sin PODER y sin una opción de acumular PODER, las estrategias requeridas para impulsar esos cambios no son a veces viables, porque hay otro actor político que también tiene poder y nos limita la capacidad de accionar.
La política de desestabilización que adelantará la oposición en este año electoral es una expresión o manifestación de su PODER. Desde el gobierno se reconoce esta posibilidad de ampliación de planes desestabilizadores por parte de la oposición. La planifican y ejecutan porque tienen PODER para ello. Los supuestos 15 banqueros metidos en el plan de desestabilización no están en ese plan por su condición de banqueros ricos; están porque tienen PODER para ponerse en eso y tirar el plan a la calle.
La oposición no perdonó nuestros errores y la fuerza política que acumuló previo al 13 de abril la utilizó para dar el golpe de Estado y tratar de recomenzar su proyecto político. El 11 de abril la oposición vino con todo y previamente a esa fecha, fue capaz de planificar actos criminales para legitimar el golpe de Estado. Es decir, la oposición estaba clara y está clara. Necesita PODER y por esa razón tiene su plan A y su plan B. No perdonará nuestros errores porque su función y objetivo en la política no se orienta a perdonar nuestros errores; su objetivo es hacerse con el PODER y una vía para ello, es aprovecharse de nuestros errores. Cada error que cometamos se transforma en una oportunidad para ellos.
Mientras la oposición no perdonó y se vino con todo con el paro petrolero y el 11 de abril; el proyecto bolivariano perdonó una primera y una segunda vez. A veces nos vemos tan angelicales recordarnos todo lo humano que hubo en ambos gestos de perdón y aunque eso se ve muy angelical; el proyecto perdió la opción de aprovecharse del PODER y la fuerza que acumulaba con un regreso que tuvo en el pueblo su primer actor político. Pudimos perdonar pero cobrar como lo hizo y lo haría nuevamente la oposición, si tiene o le damos otra oportunidad. Tuvimos una oportunidad para salir mucho más fortalecido y la perdimos.
En política, las oportunidades no se derrochan tan ingenuamente y debemos reconocer que en los momentos que se tuvo la capacidad (y el poder) de voltear totalmente el proyecto de la oposición, actuamos muy ingenuamente, perdonado y pidiéndole a la oposición un tiempo para reflexionar ellos y nosotros. En cada uno de los momentos en que lo derrotamos y perdonamos (paro petrolero, 11-A y golpe mediático) la oposición salió derrotada pero completa y con fuerza para planificar su próximo intento. Ahora están en eso; mantienen su su plan A y su plan B
Es una guerra y si en una guerra ganas una batalla, no puedes entonces llamar al adversario para entregarle las armas capturadas, el territorio ocupado y pedirle al enemigo derrotado un tiempo para reflexionar e intentar vernos como hermanitos. Se perdonó una y otra vez y las nuevas amenazas de hoy, son posible o viables porque se desaprovechó una debilidad y una oportunidad para nosotros.
Jugamos a vernos como más papita que el papa y dimos un espacio grande para que los golpistas (medios y sus operadores políticos) salieran ilesos y hoy cargamos con ese error. Muy en el fondo nos lamentamos que en la guerra comunicacional estemos a la defensiva por los errores del 13-A.
Yo no sé aún, cómo se fue Carmona a Colombia y cómo los ministros de Carmona aunque estén bajo de perfil, andan libres y denunciando la dictadura de Chávez. Por supuesto, creo también, que si la oposición ahora goza la enfermedad de Chávez y desea su desaparición física, se lamenta y se ha lamentado de no haber sacado a Chávez de circulación ese 11 y 12-A, pero fue su error y ese error de ellos, fue para nosotros una gran oportunidad, posible por la decisión y el PODER del pueblo.
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