Al fin entendí la campaña llena de cuñas con estrategia de lagrimas donde Polar se lamenta por haber sido alejada su propaganda, de la imagen de la Vino Tinto. Acción que según ellos era montada cómo operación filantrópica.
Según Bill Gates la filantropía debe ser administrada como un negocio: “con disciplina, estrategia y un enfoque sólido en los resultados”. En criollo, como decía el chinito de San José: sino hay: “lial no hay lopa”. Y eso significa, “por encima de todo, que usted debe evaluar el rendimiento sobre la inversión”. Aconsejan: “no dar puntada sin dedal”
Algunos mas cínicos dicen tajantemente que la responsabilidad social de las empresas se limita a generar utilidades: FMI.
En esto de ayuda filantrópica se lleva la palma Greg Mortenson, él intentó seducir al presidente Obama para que colocara, en su proyecto, 100.000 dólares (casi 70.000 euros) de su Nobel de la Paz. Este respondió con la seña del mudo.
Faroleó a Obama con otro truco filantrópico, demostró qué, con lo que cuesta mantener a un soldado estadounidense en Afganistán, durante un año, podría construir allí 20 escuelas, no tuvo éxito.
Pero no hay rollos, filántropos, el sistema de incentivos impositivos vigentes anestesia "el dolor" de cualquier “regalo” financiero, pues lo compensa con un descuento en la declaración de impuestos.
De eso trata el caso de la cervecera. Apoyaba la Vino Tinto como imagen de su malta como tapadera, pues la verdad está, en que su negocio, es apalancar el consumo de cerveza a estadio lleno.
Las cuñas de la empresa tratan de explotar, vendiendo imágenes de buenísmo, con comercio de lágrimas del director técnico de la vino tinto. Dicho de paso, ser que no merece, dada su recta conducta deportiva, el tratamiento publicitario, adonde se lo coloca al final de la cuña un insinuante bozal de arepa, creo, con queso blanco.
Esta historia comienza en el año 2004, cuando ocupábamos el puesto 55 del Ranking FIFA y la Federación de Futbol de Venezuela –FVF- firmo contratos, hasta el año 2014 con las Sociedades COMPAÑÍA DE ESPECTACULOS DEL ESTE, S.A. y PEPSI-COLA VENEZUELA, C.A. (filiales de Empresas Polar).
Se entiende que un contrato se lleva a cabo por que ambas partes reciben beneficios y estiman equilibrio sano entre cuanto aportan y cuanto reciben en términos honorables.
En absoluta legalidad, todo contrato, tal como se creó, se puede rescindir. Sobre todo, contando, como lo declara la FVF, que fueron varios los intentos en los últimos cuatro años, dirigidos a revisar las condiciones del convenio que firmaron en 2004 con Polar; qué, con el tiempo, se mostraba insostenible. Pues los beneficios en ventas producían ganancias extraordinarios y a la Federación, le tocaba el lado estrecho del embudo. Ellos realizaron varios intentos que no llegaron a lograr un nuevo acuerdo.
En vista de que la Federación estima que el precepto jurídico se soporta por la existencia de un relación éticamente razonable, donde no existan ventajismos, ni “agilidades circunstanciales”, decidió sencillamente, como sus Clausulas lo contemplan, rescindir el contrato.
Además, agrega la Federación: “tener la convicción, que los beneficios publicitarios y económicos obtenidos por Empresas Polar derivadas de la relación contractual referida, sobrepasan el apoyo que en estos años han otorgado a nuestras Selecciones Nacionales; estableciéndose desigualdades inadvertidas, en la balanza reciproca de estas vinculaciones convenidas que menoscaban las alianzas de ganar-ganar”. Mas que justificada aún, la ruptura del contrato de marras.
Es necesario reconocer que la marca –y el signo publicitario- “La Vino tinto”, fue bautizo de Polar, obvio, el nombre lo impone la cervecera, que por dueña de las “Bodegas Pomar”, le interesa promover, - en “santo derecho comercial”- al néctar de uva que allí produce.
No hay que rasgarse la camisa con esto de la ética de la filantropía. Es práctica que alberga en sí, ciertas contradicciones. Preguntamos: ?por qué, son los mas acaudalados los que practican la filantropía?. Demostrando, de paso, que entre mas filántropos son, mayor riqueza acumulan.
¿ Sera la filantropía entonces una farsa ¿; o en el mejor de los casos, un negocio, al albergar otra paradoja: “si soy filántropo, soy desprendido, al serlo entre mas lo hago, mas ganancias obtengo”.
Este silogismo no lo entiendo mucho, no faltará algún sabio de los negocios que me ilustre.
No es extraño que en la lógica de una sociedad capitalista se anime el máximo beneficio; ¿entonces, por que practican la filantropía quienes deberían estar dedicados a ganar mas y gastar menos?.
Lo cual no lleva a otro enredo. ¿Por que la practican los que tienen mas dinero y no aquellos que fueron los máximos filántropos (entendido que etimológicamente filantropía es amor a los hombres) de la humanidad por ejemplo, Jesucristo, Marx, Lenin, Che, de quienes sabemos que poco practicaron la filantropía.
Mi retardada y lenta sesera me impone , - hasta mejor entender- que la filantropía me suena mas a negocio que ha simpática y noble y desprendida acción social.
Mientras tanto mis saludos a ese notable equipo que tantas emociones nos regala y que tanto apoyo necesitan de nosotros, ahora, Vino Tinto, al Mundial.