Cuando la Transición es ley

Leer el titulo de esta novedosa como estrafalaria ley de Transición, en principio, me llamó a la duda, y llevó a pensar, que intentos como ese, han sido la causa de las dudas de insolvencia que pueden recaer sobre un improcedente sistema de hacer política.

Obvio, que en este caso como en muchos otros, de lo que se trata es de defender materias sin sentido y temas llenos de absurdo. Mejor seria ocupar su tiempo en asuntos trascendentes. Pej. propuestas que engrandezcan el alma de la gente y empujen su libertad y exalten la igualdad entre seres.

Pero que va ¡¡, los lideres del borde opositor, sencillamente hacen política sin pensar lo que hacen; otros, los menos numerosos, piensan y luego la hacen y fatalmente para dolor de nuestra historia, la mayoría de ellos improvisa.

Pero, no son solo estos los que existen, los mas comunes son aquellos, que hacen la política y luego piensan en lo que hicieron, imagino para crear teorías; otros, mas pragmáticos tal vez, mientras la hacen van pensando en lo que urdieron, es decir piensan con la política, y en ello se distraen. De todo este cuadro de especies solo surge un edificio construidos con grandes y notables y tristes gazapos sobre el pensamiento político.

Lo que resulta definitivo es, que al margen de estos improvisados, surge como prueba que el pensamiento político real aceptable es asunto verdaderamente humano, por ser social.

Eso si, solo acto concreto cuando se expresa por la palabra. Matavilla que nos hecho mas rectos, mas vertebrados y mas humanos. Por lo que surge, lapidaria una consecuencia: quien de un modo u otro no habla, no logra comunicarse, con sus semejantes. Peor para aquellos que pretenden atraer masas. Que notable no lo logran por que sencillamente no piensan.

Hay políticos que uno los mira e imagina como una vaca en el potrero, con el perdón de esos bellos rumiantes. ¿Cuál es el pensamiento del cuadrúpedo mientras se come la hierba¿.

Entiendo que su conciencia y “pensamiento” deberá estar siempre ocupada solo por la impresión de sus sentidos. Que se adormecen mientras miran la paja que se manducan. Mueven sus músculos de la mandíbula con un frenesí tan voraz, como infinito, que no cabe duda de que están muy concentrados en lo que hacen. De lo cual, da fe su vientre, que por cierto, pareciera que nunca o difícilmente se sacia. Pero señores, esto no es pensar y menos  hacer política.

Se piensa con el uso de la palabra, o con símbolos. Cómo aquellos quienes en la tele le traducen los contenidos a la población de personas sordomudas. Son en cierta manera palabras y signos. Sin estos signos ¿como pensar?.

Muchacho de la Escalera, Ud. puede hacer soliloquios, y comunicarse con sus propios pensamientos. Sorprendernos con esos arrebatos que rondan con la inexperiencia, como eso de querer que se legisle sobre la Transición. Pretender distraernos con mas paja mediática. Pero, es bueno saber, el pensamiento, el verdadero pensamiento existe cuando se comunica. De allí que saber pensar es saberse expresarse, por ende SABER HABLAR. De eso debería preocuparse.

Puede correr kilómetros y kilómetros, sudar y perder la conciencia como le sucedió, pero crear un pensamiento político y transmitirlo correctamente es lo único que espera la gente de Ud. Sobre todo que emocione.

Parece olvidar que tiene gente que ahora y antes y siempre solo lo seguirán por que Ud. está en contra de Chávez. Solo esa es la ley de una oposición frenética. Pero como Ud. hay cientos que podrían hacer mejor este triste papel.

Sepa, quien no se expresa bien o se delata con sospechosas pausas en su discurso da pie para pensar sobre su limitadas capacidades. Que evidente nunca serán suplidas con calistenia o work out.

Convendría, para ver si mejora su performance, que piense y hable de lo que realmente le resulta natural y propio a su pensamiento de derecha. Digamos, por ejemplo, fijar posición  sobre ese recurso notable que lo anima, a la privatización de industrias y grandes empresas publicas. No tema, exponga su afán conocido, como buen militante de la derecha, por hacer que el Estado reduzca al mínimo su tamaño y se haga despreciable. Mientras engrosan sus arcas la gente del gran capital. Total es solo eso lo que ocupa la mente de un persona de esa pequeña oligarquía que hoy sufre fuera de las áreas del poder. Es mucho sufrir estar trece años fuera del presupuesto y sus bondades.

La gente lo vería mas coherente, honesto y a lo mejor su lugar en las encuestas mejoraría. No siga presentando “ideas políticas” que han sido dadas y pensadas por otros. Esos lo engañan cínicamente cuando dicen que “piensan por Ud.”. Delátese por lo que dice no por lo que oculta. Su transición será real, pero hacia campos adonde madure políticamente y crezca en su talento.

tuliomon@gmail.com



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Tulio Monsalve


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