"Los adecos estamos tan jodidos que si montamos un circo nos crecen los enanos".
La frase se la escuché a Henry Ramos Allup, allá por 1999, cuando su partido, AD, comenzaba a padecer la mala racha que le ha significado el triunfo de Hugo Chávez.
Basta quitar la palabra "adeco" y sustituirla por "gringo" para que la frase de Ramos Allup describa a la perfección la situación actual del gobierno de George W. Bush.
Eso se ve clarito en todas partes del mundo, salvo en ciertos medios y círculos de Caracas y Miami, donde el antichavismo y el anticastrismo –convertidos casi en la misma cosaproducen ceguera y espejismos.
La XXXV Asamblea General de la OEA, realizada nada menos que en el Estado de Florida, mostró una vez más cómo la administración de Bush II no da pie con bola, a pesar de todo el poder que aún conserva EEUU como primera potencia militar del planeta.
Representado por el emperador en persona, su cancillera Rice, el latin boy Noriega y el aquí muy recordado embajador Maisto, el imperio actuó allí como esos fornidos levantadores de pesas que hacen el ridículo en un tatami, creyendo que sus bíceps bastan para atemorizar a un judoka flaquito. No hace falta que éste sea cinta negra para que el grandote ruede por el piso, víctima de su propio peso y empuje, con una simple llave.
Como si no aprendieran de las derrotas previas y como si no les bastara la paliza que les están dando en Irak a dos años de "terminada" la guerra.
La iniciativa para establecer un "mecanismo de monitoreo de las democracias" –eufemismo para autorizar la intervención, como el de la invasión a Guatemala, en 1954- rodó por el piso, porque se le veían las patas al caballo. Todo el mundo sabía que la propuesta iba dirigida contra Venezuela.
Se quedaron solos, con uno que otro lacayo que aún les queda.
Lo había advertido Beatriz de Majo, en un brillante artículo en El Nacional del 7 de junio: "Son muy exiguos los chances de que EEUU se salga con la suya en cualquier foro en el que se haga presente en el conjunto hemisférico. Cualquier propuesta que este país adelante, cualquier idea que intente poner en marcha, cualquier proyecto que proponga al conjunto latinoamericano se va a dar de frente con el acumulado de descontento que se ha generado en el corazón de los pueblos de este continente durante las dos últimas décadas en la que EEUU dio la espalda a la construcción de una sociedad más justa para ellos".
Cuenta la internacionalista que hasta Colombia, niña mimada de EEUU, es maltratada por éste al negociar un tratado de libre comercio. Le piden que permita el libre acceso de los excedentes gringos en maíz, arroz y trigo, pero no quieren que entren a EEUU el azúcar, frutas palma y carne colombianas, lo que ayudaría a los campesinos de Colombia a abandonar el cultivo de la hoja de coca.
A la cancillera Barco, hija de madre estadounidense, la humillaron en el aeropuerto de Miami al hacerle abrir el equipaje y quitarse el cinturón y los zapatos. La cancillera protestó, aunque horas después cumplió su papel y propuso a Condolezza Rice como presidenta de la XXXV Asamblea General de la OEA.
En efecto, el poder de Bush lI sigue siendo inmenso. Todavía hay gente dispuesta a tomarse fotos con él, uno de los hombres más aborrecidos del planeta, sin darse cuenta del favor que hacen a sus adversarios.
Payasos y mujeres barbudas continúan presentándose en su circo, pero los enanos están creciendo.