La comunidad en general debe resolver y asumir la realidad de las contradicciones y sus consecuencias. Este enunciado es válido para intervenir el ordenamiento de las políticas que promueven las pertenencias económicas y sociales de las comunidades, grupos y personas que viven excluidos y en pobreza extrema. En los ámbitos de las contradicciones, la formación ideológica de la base debe generar actividades que simplifiquen y consagren sistemas de organización basados en el poder de la base de abajo hacia arriba.
La ideología conformada en organización debe ajustar, sintonizar y controlar a los partidos políticos y sus operadores; también a las individualidades y sus organizaciones, y a la sociedad civil y sus medios de desinformación masiva: “Caballo de Troya” reformista, disfrazado de oposición democrática con la finalidad de sabotear y detener los cambios estructurales necesarios para el desarrollo de la nación.
Como cambio estructural definimos la sustitución del sistema político democrático por el sistema político socialista y las orientaciones concretas de las acciones transformadoras, que sustituirán al imperialismo (mercantilismo, afán de lucro) por una proposición Socialista Bolivariana capaz de:
• Erradicar la explotación del hombre, la mujer y los niños.
• Satisfacer las necesidades espirituales y materiales de la sociedad colectiva e individual.
• Eliminar la discriminación racial y la desigualdad cultural, económica y política.
• Defender la naturaleza y el medio ambiente.
• Respetar la autodeterminación de los pueblos a través de la paz y la amistad.
• Establecer la propiedad social de los medios de producción.
Considerando este marco teórico, la ideología y la organización deben ser la alternativa de contingencia y protección a lo planes de desestabilización y sabotaje generados por el Imperio y sus lacayos. Realidad protagonizada por los operadores políticos y la ralea de reformistas que conviven con el Estado: los partidos políticos y organizaciones multilaterales conformadas como sistema coercitivo del imperialismo. Los operadores políticos y las instituciones democráticas, llevan, por así decirlo, dentro de su imaginario colectivo, en su intimidad y al mismo tiempo en la manifestación de su conducta, la fácil tentación del nepotismo, la arbitrariedad, el culto a la personalidad, la traición, la anti-latinoamericanidad y la corrupción. Ejemplo de ello es la carta democrática y la maniobra juramentada por los Estados Unidos para intervenir el Proceso Bolivariano desde la Organización de Estados Americanos y la sociedad, cortesana, citada como civil.
Es así como el sistema político democrático contempla y consagra sus desgracias. Es así como venera los desequilibrios que produce el afán de lucro. Es así como catequiza la cólera y el odio, tal como lo manifiestan sus políticas y sus acciones, maquillando los problemas de fondo por la forma.
Como si todo esto fuera poco, la implantación de la inconsciencia de la oposición “democrática” es desarrollada a partir de lo que se ve y se hace mal. Así el sistema de poder impone la cultura de la deslealtad y la falsedad donde se gestiona la filiación de sus intereses. Este sistema de cortesanato se apoya en la elaboración de estructuras locales, nacionales e internacionales: sociedad civil, fundaciones, iglesias, medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales, organismos multilaterales, etc.
La expresión de sentido del sistema político democrático opera en nosotros sin nosotros y se legitima sin nosotros. En este punto, el sentido de lo imaginario lo asumimos nosotros desde la negativa a mirar y escuchar la realidad de nuestra acción expresiva. Este monstruo de expresión, conquista y totaliza todo lo que el sistema político democrático hace mal: la democracia legitima su expresión sin explicar quién es su amo, qué intereses legitima a través del voto, qué negocios usufructúan los partidos políticos, ni dónde habrían que buscarse los instrumentos de participación de los pueblos.
La desgracia de nuestros pueblos es que la política genocida y colonizadora de Estados Unidos no es inocente: el Imperio utiliza la “democracia” como herramienta para invadir países y exterminar pueblos y culturas, ordenándolos en el terreno de la guerra y el genocidio. Estados Unidos suministra razones “democráticas” para ordenar el genocidio y el destino de los pueblos: a las razones del Imperio otras razones se oponen; como si ellos no lo supieran, desatan el odio y sonrisas de tono libertario. Es cierta esta conspiración planificada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Ese mundo de falsificadores observa los procedimientos y el estilo del sistema de poder como un acto de magia fabricado por la mano de la opresión y la explotación. Según la cual, cada una de las mentiras fabricadas por el sistema político democrático y sus irresponsables líderes coexiste como un poder supremo; gobernado por un constructo mágico-visual, ordenado y manipulado a través de los centros mundiales de transmisión de la información y el conocimiento. Desde este punto de vista, el oficio de la democracia se proyecta como santo y seña de un sistema de poder negador del porvenir, que articula la industria de dominación alrededor de todas las tentativas de emancipación de los pueblos.
El sentido del sistema político democrático, trafica el sentido de todo lo que se aleja en la medida que permuta de un extremo a otro el sentido primario de sus ofertas, posicionándose del lugar y del objetivo definido por el sistema de poder: Así convierte la lucha histórica de los pueblos en un sistema de supremacía, donde las tentativas históricas de liberación son desdibujadas por los medios de comunicación en la misma medida en que se ocupa, opera, y encubre, la política imperial de dominación: el sufragio atrae al pueblo y el aparato mediático manipula lo que hay que trucar para que la ciudadanía se encuentre allí como un manso cordero. Todo pasa muy rápido ante los ojos catatónicos de una multitud, negada e imposibilitada, para advertir el mundo humano de la percepción y el gesto; no sin antes responder mecánicamente con el cuerpo geográfico a las exigencias permutadas por esos hacedores de mentiras que operan la política en el plano de los sueños que acostumbra el cine y la televisión.
Este catatónismo histórico convierte a otro criminal como George W. Bush en presidente de los Estados Unidos. Simultáneamente a este venenoso episodio; la liberación de la conciencia y el gesto en el Proceso Bolivariano, posibilita la defensa al dispositivo catatónico inoculado por el american way of life a los pueblos: discurso donde se representa Estado Unidos y su ejército de genocidas como defensor a ultranza del sistema político democrático.
En complicidad con esa malsana imposición los medios de comunicación apoyan todo lo que el resto del mundo ve mal y todo lo que Estados Unidos hace mal. Es así, sin limitación de espacio ni tiempo que el intercambio de ideas, materiales didácticos, recetas técnicas, documentos calificativos, juicios de valor, y afines, se transmite modificando los contextos de la realidad. Así conforman la herramienta que estimula la abstracción que evita, en su ingente ambigüedad, la conciencia de lo que el resto del mundo ve bien de la Revolución Bolivariana y todo lo que inevitablemente hace bien el Proceso Bolivariano. Dejar oculta y velada la circunstancia catatónica de los aconteceres y el enmascaramiento de la realidad en Venezuela, debela a los medios de tergiversación masivos y a la sociedad civil “opositora y cortesana” como escudos que salvaguardan los intereses del imperialismo y su cortesana democracia.
En la vida de los pueblos, en la asamblea popular y ante la historia, el destino del Proceso Bolivariano permanece de pie, de tal manera que nadie podrá detener el avance de los pueblos. Hay una parte de elocuencia dócil y adaptable en el Socialismo del Siglo XXI hay otra parte culpable por exceso o por defecto en su obediencia a los principios de los pueblos sin miedo y voluntad. A la base y a nadie más que a la base le corresponde - viendo las imágenes perjuras de la democracia y su fétida apariencia - leerle su destino en blanco y negro, después de establecer una fuerza social y una fuerza política que permita, garantice y consolide un Sistema Político Socialista en los planos, políticos, económicos y sociales.
Los semblantes de la igualdad, estimulada en el desmantelamiento de la propiedad histórica de las minorías sobre los medios de producción deben hacerse temple en una sociedad socialista. Libertadora de la manipulación de la correspondencia y la libre potestad de los derechos y los deberes del ciudadano.
La emancipación promovida como un todo permite comprender cómo el Socialismo del Siglo XXI atrae los desajustes estructurales del sistema político democrático hacia sí, y cómo penetra en la presencia que se concierta y organiza consigo misma y con la Revolución Bolivariana. Los cambios formulados para cambiar la estructura política nacen reclamando un pasado épico (gesta de independencia) que paralelamente erige un presente y un sentido de libertad social, económica y política. Desde el proyecto socialista la propiedad social de los bienes de producción estimula la participación y superación de la base; convocando la creación y significación de las identidades, las correspondencias y los destinos. En su primera fase, este comportamiento cumple dos funciones relevantes: uno, constituye, el elemento básico que proporciona la legitimación y el desmantelamiento, minucioso, de los desequilibrios económicos y sociales acordados por el imperialismo y su estructura de poder. Otra es elegida para servir como guía para la acción de objetivos y metas, es decir: destinar al sistema político socialista la planificación de estrategias y el perfeccionamiento de metodologías y procesos que apoyen los nuevos sistemas de organización: concretando la inclusión de los pueblos de abajo hacia arriba.
El proceso liberador en la base es deber ser demandante de los orígenes que deciden sobre los comportamientos políticos y sus manifestaciones. Es así y no de otra manera como se eleva el Socialismo del Siglo XXI en medio de la ideología del Proceso Bolivariano. A partir de este estadio de organización se debe transmutar el sentido y el crisol de los automatismos culturales manipulados por la democracia y su hija más reproducida, la pobreza: expresión convertida en estructura del sistema político democrático; obstáculo hecho instrumento y estimulo hecho silencio y opresión.
La ironía del desencuentro impuesto por la cultura occidental dominante no fue frenesí aunque después de 1492 los pueblos murieron muchas veces y muchas veces siguen muriendo, dejando vivo en el rango del honor el derecho a vivir en libertad.
El proceso de la conquista y la colonización fueron los escenarios de intercambio y violencia establecidos por el sistema de poder en la legitimación del saqueo de los pueblos. En estos procesos genocidas, la expoliación y la barbarie de la cultura occidental dominante alimentó con la muerte del hombre y la mujer el destino aristocrático de Europa, Estados Unidos y sus encubridores. Encubrir la conquista y la colonización de los pueblos es una forma de validar las técnicas de exterminio cultural y las semejanzas entre el 12 de octubre de 1492 y la actualización de la vocación genocida de la cultura occidental dominante en los pueblos de Palestina, Afganistán e Irak. La muerte es la faena que mejor identifica a los possessores que encarnan los tablados de la democracia. Estas armazones funcionan como órdenes de un proyecto civilizatorio, impuesto como máscara del descubrimiento de las realidades antagónicas: imperialismo enfrentado al espacio histórico de convivencia y tolerancia, desencuentro entre la cultura occidental dominante y los pueblos, los colores y las procedencias ajenas a su cultura: situación forjadora de la dominación y la colonización, el letargo y el oscurantismo.
El sistema de armazones es el lenguaje de la mascara inicua y oprobiosa, advertida sobre lo que tenemos que evitar o lo que podemos impulsar. Así el sistema político democrático sustituye en las culturas ajenas la memoria del pasado que explica el presente para negar el futuro. Sustituye la realidad, implantando en la conciencia de los pueblos la memoria falseada a través de la abstracción de los procesos civilizatorios; formulados como base de la contemplación del pasado real que sustituye los lastres que se requieren para esperpentatizar la caracterización de la conquista y la colonización dentro del contexto de la realidad.
El Diagnóstico en el Socialismo del Siglo XXI
El diagnóstico permite, identificar problemas y necesidades, conocer las características de la población y en general, establecer el contexto de un espacio geográfico determinado. Estos elementos son necesarios para que los proyectos económicos y sociales alcancen los niveles de información que procure el entendimiento y la solución de los problemas planteados para el desarrollo de nuestras comunidades. En la medida que estemos enterados y capacitados de las circunstancias que rodean un problema, tendremos mayores probabilidades de conseguir la solución a los mismos.
El análisis de los desequilibrios económicos y sociales producidos por el capitalismo en las comunidades nos permite agrupar y estructurar los datos necesarios para la planificación y la formulación de proyectos. En los proyectos se inmiscuyen las instancias y las instituciones determinadas por la ideología burguesa. Estas instancias se constituyen como el segmento de un sistema de poder que sostiene el usufructo de las asignaciones financieras del Estado interponiendo sus intereses en el gobierno municipal, estadal y nacional: gobernaciones, alcaldías, institutos, fundaciones, ONG’s, etc.
Nuestro pasado reciente determina que los operadores políticos y las instituciones interventoras de los recursos humanos y financieros, identifican los problemas de las comunidades basándose en el interés político y los conocimientos académicos determinados por las universidades. Estos operadores de oficio: políticos y académicos, no mantienen contacto con las comunidades, menos con los afectados. Esta condición asocia a los operadores políticos con la ineficiencia, la burocracia y la corrupción de los recursos asignados al desarrollo endógeno de la nación.
El Socialismo del Siglo XXI debe sustituir el control que ejercen los operadores políticos en el sistema político democrático, por la participación directa de la base conformada como, contraloría, inteligencia y propiedad social en el nuevo sistema político planteado en el Proceso Bolivariano. Involucrando a los afectados del desequilibrio social y económico en la lucha contra el Imperialismo y sus cohortes. Cada una de las partes involucradas en el desarrollo del Socialismo del Siglo XXI: gobierno nacional, autoridades regionales y municipales, y la ciudadanía en general debe tener una visión específica o un aporte especial en relación con la situación y la comprensión de los cambios estructurales.
Es bueno destacar que la Constitución Bolivariana de Venezuela determina que el suelo y el sub – suelo no son propiedad personal ni privada, por lo tanto no pueden transformarse en medio de explotación o método de coerción política, administrativa, social o económica: la energía eléctrica, el aluminio, el hierro, el carbón, el petróleo, el agua, etc. Son propiedad social y propiedad personal de todos los venezolanos. También es fundamental aclarar que los líderes políticos contemporáneos, “forjadores de la democracia” como destino inamovible, se manifestaron contrarios a la socialización de los medios de producción y su papel rector en la economía y en la construcción del bienestar social. Este género de venta de los bienes del Estado sustituyó la propiedad social por la propiedad de grupo. Produciendo los desequilibrios estructurales que antagoniza el Socialismo del Siglo XXI.
La Participación en el Socialismo del Siglo XXI
La participación se recomienda como metodología de trabajo para la formulación de los diagnósticos. Los mismos deben ser sustentados, basándose en objetivos claros que permitan la comunicación y la cooperación entre iguales. Esto permitirá interactuar en forma efectiva para trabajar en equipo sobre algún tema en particular.
La participación cumple tres funciones primordiales:
• Permite conocer y tomar en cuenta la opinión de todos
• Organiza las condiciones para reducir “la cultura de la oposición a los cambios”.
• La base crece manifestando un punto de vista claro y realista de la problemática que se planifica en el gobierno. Es imposible que una institución forjada como garante de intereses exógenos o partidistas tenga la disposición que aprueba el conocimiento de la multiplicidad de aspectos que rodean los desequilibrios sociales y económicos.
Las actividades que se organizan para fomentar la cultura del diagnóstico las denominaremos “Talleres de Producción Social”. Los grupos de base y los representantes de las instituciones facilitadoras de los recursos financieros y humanos, integradas alrededor de esta actividad, deben ser seleccionados dentro de las comunidades. También deben poseer un perfil adecuado sobre la temática a discutir y no pueden ser funcionarios con intereses políticos partidistas manifiestos.
Un criterio de selección puede ser la representatividad, en el caso de discutir la problemática de una comunidad. En estas circunstancias deberá buscarse a las personas más representativas de la colectividad, es decir, hay que apoyarse en sus líderes naturales no en los operadores políticos. También debe darse prioridad a las personas que más conozcan el tema y sus afiliaciones.
En el “Taller de Producción Social” se integrará un facilitador, cuyo perfil comprende: alta capacidad de análisis, síntesis, contextualización y descontextualización de los desequilibrios estructurales producidos por el capitalismo y su hermana democracia; debe a su vez escuchar y respetar el criterio de los participantes, y poseer habilidad para conducir la discusión pensando en la cultura del consenso. El facilitador tiene la responsabilidad de dirigir el evento así como de elaborar un informe, conteniendo los resultados y las conclusiones del diagnóstico.
La metodología utilizada persigue que todo lo relevante quede escrito y que los participantes siempre tengan a la vista los resultados que se van obteniendo.
Aspectos de unidad fundamentales en la base:
• Debe practicar la libre comunicación.
• Debe ser flexible con la meta planificada
• Debe entender claramente sus propósitos
• La base no debe ser dominada por un miembro o líder conectado a intereses partidistas.
• El liderazgo debe ser compartido para que todas las alternativas sean consideradas por igual.
Para complementar un diagnóstico contrario a la propiedad personal se considera necesaria la aproximación de bienes materiales y espirituales tomando en cuenta:
• Análisis y capacitación de la base.
• Unidad cívica – militar no partidista.
• Derecho a obtener beneficios del producto social
• Carácter pacifico y abierto de la Revolución Bolivariana.
• Inclusión de la base en los beneficios del producto social.
• Análisis de los problemas desde el punto de vista estructural.
• Estructura de gobierno inspirada en la propiedad social de los medios de producción.
• Caracterización del entorno y los desequilibrios sociales y económicos producidos por el capitalismo.
El Entorno en el Socialismo del Siglo XXI
El entorno del Socialismo del Siglo XXI son las comunidades donde se ejecuta la acción política prevista para socializar los medios de producción. El entorno de la comunidad es la parroquia, el municipio, el estado, la región y la nación.
La caracterización es el resumen de la información de carácter social, cultural, económica, productiva, medio ambiental y política. Esta información nos permite establecer la situación de la comunidad y su entorno a través de indicadores y series estadísticas útiles para realizar comparaciones que reflejan las fortalezas y las insuficiencias de la comunidad.
Este tipo de información, se obtiene, comparando las fuentes primarias de información con las fuentes obtenidas mediante el trabajo directo en las comunidades. La información será de carácter cualitativo y cuantitativo, como ejemplo conformaremos algunos indicadores:
Lineamientos Políticos y Legales:
• Políticas sectoriales
• Políticas del gobierno
• Política nacional de desarrollo económico y social
• Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
Indicadores Económicos:
• Porcentaje de inflación.
• Distribución de ingresos.
• PIB (Producto Interno Bruto).
• PNB (Producto Nacional Bruto).
• PEA (Población Económicamente Activa).
• PCE (Porcentaje de Crecimiento Económico).
• Porcentaje de desempleo y distribución del presupuesto nacional.
Indicadores Sociales:
• Población por sexo, edad, área geográfica.
• Porcentaje de aumento en la población
• Esperanza de vida de la población
• Porcentaje de mortalidad
• Porcentaje de natalidad y mortalidad infantil
Servicios Básicos:
• Educación
• Electricidad
• Agua Potable
• Servicio de Salud
La información recopilada debe constituir un marco de referencia para visualizar y entender los desequilibrios sociales y económicos, desde la perspectiva integral y sistemática del Socialismo del Siglo XXI.
El Proceso Bolivariano al otorgarle a las naciones amigas el derecho a obtener una parte del producto social de nuestra nación; consolida un proyecto económico y social para el mundo civilizado. Estados Unidos no tiene políticas de cooperación con los pueblos, sólo tiene políticas de expansión y control de mercado y sistematización de la opresión a través de los teatros de guerra.
Los Emprendedores en el Socialismo del siglo XXI
La falta de cooperación y la negativa a la participación dispuesta por los operadores políticos y las instituciones del Estado afectan el desarrollo de las comunidades. De ahí parten los diferentes grados de socialización y la lucha de clases manifestada a través de las políticas públicas y privadas.
Las organizaciones y los grupos de personas que conforman las comunidades, tienen desiguales intereses, expectativas y visión, en relación con los mismos temas o problemas. Esta separación es el fundamento del interés material establecido por la propiedad privada. Por tal razón, es importante comparar los intereses de la base con los intereses de los partidos políticos, los grupos y la sociedad llamada civil. Órdenes que de alguna manera u otra resultan involucrados en el desarrollo y perfeccionamiento de la producción social.
La tarea de la contraloría social y la inteligencia social es supervisar quienes serán las y los beneficiarios directos e indirectos de las políticas públicas. También debemos vigilar a los potenciales opositores del crecimiento de la producción social: operadores políticos, organismos financiadores, partidos políticos, instituciones ejecutoras de los proyectos planificados por el Estado, etc.
El análisis de los emprendedores permite visualizar el nivel de organización de cada uno de los involucrados; identificando sus características, necesidades, potencialidades, relación, e identificación con el Socialismo del Siglo XXI.
Como primer paso, hay que desarrollar una imagen capaz de sostener organizativamente la reproducción ampliada del Socialismo del Siglo XXI después de organizarse:
• Haciendo un censo de todas las personas, grupos e instituciones involucradas.
• Categorizando el interés de los grupos, individuos, organizaciones, autoridades públicas o privadas, partidos políticos, iglesia, “sociedad civil”, etc.
• Especificando el género basándose en la información disponible desde los diferentes puntos de vista: técnico, humano, social, económico y político.
• Decidiendo cuáles intereses y puntos de vista hay que priorizar cuando se diagnostican los desequilibrios sociales, económicos y de gobernabilidad.
Análisis de los Desequilibrios en el Socialismo del Siglo XXI
La aparición de un problema o la percepción de una demanda social requieren solución. El alto índice de mortalidad en una comunidad, el alto nivel de analfabetismo o la suciedad de las calles constituyen problemas que deben ser resueltos. Estos problemas son señales que deben ser oportuna y adecuadamente distinguidas. Lo anterior nos exige familiarizarnos con el uso de métodos de análisis y solución de problemas. Tomando como base la causa y el efecto:
Identificación del Problema
Reflexionemos alrededor de algunas afirmaciones: “reparemos una cancha deportiva”, “construyamos un hogar de cuidado diario”, “solucionemos el problema del acopio y la recolección de basura”. ¿Qué pasa cuándo un colectivo se cree organizado a través de una meta como las testificadas?
La cancha deportiva, el hogar de cuidado diario y, el acopio y la recolección de basura son el comienzo de la construcción de la participación de la base en la comunidad. Luchar por este espacio implica organizarse para cambiar la lógica de funcionamiento productivo y reproductivo impuesto por el sistema político democrático: pensamiento e identidades basadas en la discriminación, exclusión, el racismo, el egoísmo, la explotación, la corrupción, la individualidad, etc.
Una pregunta básica para la identificación del problema puede ser: Qué tipo de civilización humana queremos construir, qué tipo de ser humano nuevo queremos, qué tipo de sociedad queremos. La cancha deportiva, el hogar de cuidado diario y, el acopio y recolección de basura son parte indivisible del proceso transformador. Son parte de un proceso que se construye de forma inconsciente porque la lógica impuesta por el Imperialismo decreta en si misma la contradicción que produce la lucha social y su dependencia.
De seguro que en la comunidad tenemos varias canchas deportivas sub-utilizadas, hogares de cuidado diario funcionando con criterios de propiedad privada y problemas orgánicos y culturales con el acopio y la recolección de la basura. Esta vieja manera de organizarnos patrocina a los operadores políticos dentro y fuera de la comunidad.
El Socialismo del Siglo XXI nos plantea la necesidad de revisar el modelo de organización impuesto por el sistema político democrático.
Debemos entender que no lograremos la solución satisfactoria de un problema, si no hacemos, primero, el esfuerzo de conocer la diferencia entre el sujeto individual reformista que plantea una especie de capitalismo a ultranza y el sujeto colectivo de los cambios estructurales que plantea:
• Erradicación de la pobreza.
• Erradicación de la exclusión.
• Satisfacción de las necesidades individuales y colectivas de la población
• Garantía y ejercicio pleno de los derechos a la vivienda, la salud y educación.
• Constitución de una base económica de amplio desarrollo, altamente avanzada y productiva sostenida en la conquista de la ciencia y la tecnología, las tradiciones y los saberes.
Las finalidades humanas entendidas y separadas del afán de lucro instaurado por la cultura occidental dominante es la acción constitutiva del Socialismo del Siglo XXI.
El punto de partida para solucionar los desequilibrios sociales es la identificación adecuada de los mismos un problema es identificarlo adecuadamente. Generalmente, los problemas se hacen evidentes a través de las expresiones y manifestaciones que afectan a una comunidad. Un problema se refiere a una situación que denota inconveniencia, insatisfacción o un hecho negativo. Se puede resumir por la carencia de algo bueno, o por la existencia de algo malo.
Estas son tres expresiones o identificaciones iniciales de problemas:
• Inundaciones producidas por las lluvias.
• Corrupción dominio y cartelización de la policía.
• Acopio y recolección de basura en las calles de la nación.
Debemos evitar la definición de los problemas pensando en la ausencia de una solución. La ausencia de solución es la falta de una alternativa y dicha falta sólo podrá solucionarse con la existencia de alternativas. Esta forma de análisis limita la búsqueda creativa de otras posibles soluciones. Pongamos un ejemplo: si las inundaciones y el deterioro del hábitat producen damnificados y el problema lo definimos por la ausencia y la falta de drenaje y alcantarillado esta definición sugiere que la solución es crear, sustituir o reparar los sistemas de drenaje en los barrios. Con ello se estarán excluyendo a la postre otras posibles e importantes alternativas, como el control sanitario, o la prevención de enfermedades.
Todo desequilibrio demanda una solución. Para facilitar la solución del problema y conducir el diagnóstico a buen término es necesario conocer a fondo y con responsabilidad el problema planteado.
Un proyecto puede formularse para una comunidad, una parroquia, un municipio, un estado, país o un área especifica de los mismos. Por tal razón, se recomienda que para identificar el proyecto, primero se realice un análisis que permita visualizar las relaciones de causa y efecto de los problemas identificados.
Asumamos que en una comunidad se analizará el problema de la educación y que para el efecto se utilizarán técnicas participativas mediante el desarrollo de un taller. Para definir el problema se seguiría el siguiente procedimiento:
• El problema debe ser real y actual.
• Cada uno de los participantes debe asumir el análisis de un problema.
• El problema debe expresarse con una sola oración como situación negativa, no como ausencia de una solución.
Tomando como problema base la deserción y la repitencia escolar desarrollaríamos el diagnóstico partiendo de:
• Ausencia Laboral
• Deserción de alumnos
• Deserción de alumnas
• Repitencia de alumnos
• Repitencia de alumnas
• Ausentismo de alumnos
• Ausentismo de alumnas
• Ausentismo de maestras
• Ausentismo de maestros
• Estadística de la población laboral
• Identificación del Plantel educativo
• Discriminación de la población laboral
• Estadística de las población estudiantil
• Responsabilidad de las autoridades educativas
• Ausentismo de las autoridades del plantel educativo
• Contenidos de capacitación para maestros y maestras
• Ausentismo de alumnos y alumnas en el nivel primario
• Contenidos de capacitación para la población estudiantil
• Ausentismo de alumnos y alumnas en el nivel primario
Análisis de la Base Legitimidad del Socialismo del Siglo XXI
Identificado un problema o percibido un desequilibrio social o económico, es necesario abundar en su análisis adecuadamente. De esta manera la aplicación de los correctivos, optimizará el tipo y cantidad de bienes y servicios que se requieren para la atención del desequilibrio manifestado.
Por Base Legitimidad, entendemos el número de beneficiarios potenciales -ciudadanía en general, familia, empresa de bienes y servicios, etc. - que exteriorizan la afinidad con la producción social planteada en el Socialismo del Siglo XXI.
El propósito del análisis es caracterizar y cuantificar la población, delimitarla en una referencia geográfica, estimar su evolución a mediano y largo plazo. Esto nos permitirá definir, en calidad y cantidad, los bienes y servicios necesarios para atender las comunidades.
En el proceso del análisis para la determinación de la demanda social, podemos identificar, de mayor a menor, tres tipos de poblaciones:
• Población de Referencia: es una cifra de población circunstancial que tomada como marco de referencia optimiza el cálculo, la comparación y las correspondencias de la demanda.
• Población Afectada: es la fracción de la población de referencia, que requiere de los servicios del proyecto para satisfacer las necesidades identificadas en los diagnósticos.
• Población Legitimada: Es aquella parte de la población afectada, a la que el proyecto, una vez examinados los criterios y restricciones, está en condiciones reales de atender.
Naturalmente, lo ideal es que la Población Legitimada sea igual a la Población Afectada; es decir, que cada proyecto pueda atender efectivamente a la totalidad de la población necesitada. No obstante, restricciones de índole técnico, financiero, cultural e institucional; hacen que la demanda supere la capacidad de atender las comunidades. En muchos casos será necesario aplicar criterios de factibilidad. Esto quiere decir que hay que definir prioridades en la atención y la aplicación de los proyecto según los recursos humanos y financieros disponibles: estratos de la población que padecen con mayor rigor y riesgo un problema base planteado.
Los porcentajes no atendidos del proyecto se constituirán en una Población Legitimada y Prorrogada, frente a la cual las autoridades públicas deberán tener disposición para solucionar los desequilibrios en planes posteriores; tan pronto se prevean nuevos recursos o mediante otro tipo de acciones. Lo importante es no condenarla al olvido; por lo tanto, las comunidades y las instituciones del Estado deben mantenerse en contacto directo y sistemático con las mismas.
Los actores del Proceso Bolivariano requieren el análisis adecuado de la población afectada:
• En sus diferentes características, especialmente las que sean relevantes para el tratamiento del problema, como las socioeconómicas, culturales, grado de avance del problema.
• En su dimensión geográfica: zona donde está ubicada y áreas de influencia correlacionadas con el problema;
• En su dimensión temporal: volumen actual de la población afectada, y estimación del crecimiento de dicha población durante los próximos años.
Información actualizada disponible
La información se puede tomar directamente de estudios realizados durante el último año: censos de población o estudios especiales que hayan sido elaborados por entidades a las que otorgamos confiabilidad. Pero esta es una situación excepcional ya que los censos de población se llevan a cabo entre períodos bastante prolongados, normalmente cada 10 años; en ausencia de censos los estudios específicos deben ser analizados a través de otras fuentes.
Si tomamos como ejemplo la demanda en la estratificación poblacional podemos especular partiendo de la:
• Estructuras de edades (para proyectos recreativos)
• Clasificación socio-económica (para fijación de precios)
• Niveles educativos (para proyectos de inclusión al sistema educativo)
• Diferenciación por sexo (para proyectos de salud de protección del hogar o de participación de la mujer)