¿Hasta cuándo esta burla a los trabajadores universitarios? En el medio del tejemaneje entre el gobierno y las autoridades universitarias, se encuentran, como jamón de sándwich, los empleados, obreros y docentes de las universidades nacionales, que todavía esperan por el pago de innumerables deudas, lo cual es responsabilidad del Ejecutivo Nacional.
En este momento, a los trabajadores universitarios se les adeuda el 50% de la homologación (aumento salarial) correspondiente al año 2002-2003; las prestaciones sociales del 2000 al 2003; los pasivos laborales hasta 1997; la extensión de los cesta ticket al personal jubilado, medio tiempo y convencional, así como el pago de 90 días de salario integral como bono vacacional y bono de aguinaldos. Por otra parte, aún está pendiente el aumento salarial 2004-2005, en este sentido, es bueno recordar que a los trabajadores universitarios no se les aumenta el salario desde el año 2003.
Lo cierto es que mientras la disputa entre el gobierno y la autoridades continúa retrasando el cumplimiento de los compromisos socioeconómicos con los trabajadores, estos siguen sin cobrar el resto de la homologación 2002-2003, cuyo pago del 25% de lo que se adeuda –debe recordarse que en diciembre se canceló la mitad de esta deuda- fue prometida para el mes de febrero pasado, hace exactamente 4 meses. Mientras que la discusión del aumento salarial sigue pendiente. En ese sentido, el pasado 13 de mayo, se suscribió un acta de preacuerdos para elevar la consulta al Ministerio de Finanzas y la Presidencia de la República, en base a tres escenarios de aumento: 46%, 53% Y 60%. Sin embargo, el ministro de Educación Superior, Samuel Moncada, planteó hacer la consulta agregando un escenario de 34,5% de aumento, lo cual ya había sido previamente rechazado por los gremios universitarios. Afortunadamente, y gracias a la presión de los trabajadores, se logró retomar la discusión en base a la propuesta inicial de tres escenarios.
La actitud del gobierno…
El punto crítico del gobierno respecto al pago de las deudas, tiene que ver con las irregularidades existentes en la data del personal de las universidades. Durante el pasado mes de diciembre el gobierno nacional pagó la mitad de la homologación 2002-2003, sin embargo, ahora, el pago del 25% que había ofrecido honrar en febrero pasado, se ha retrasado ya que solicitó se le entregara una información que no fue requerida en el mes de diciembre, mientras tanto, los que siguen pagando los platos rotos son los trabajadores.
…Y la responsabilidad de las autoridades universitarias
Todos sabemos que las universidades son otra gran caja negra aún existente en el país. El presupuesto universitario es una especie de pozo sin fondo, sobre el cual nadie sabe cómo se maneja ni con qué criterio se administra y distribuye. También estamos conscientes que quienes dirigen nuestras universidades son una élite conservadora y reaccionaria que en los días del golpe de abril de 2002 y durante el paro-sabotaje petrolero, se colocó del lado de los sectores más oscuros de la sociedad venezolana, y de espaldas a los intereses populares. Igualmente entendemos que las irregularidades existentes en las nóminas y datas del personal de las universidades, son la cortina de humo que a estas autoridades le ha servido para ocultar el manejo poco transparente y arbitrario de los ingentes recursos que manejan las universidades nacionales.
Los que pagan las consecuencias son los trabajadores
No obstante, más allá de la polémica entre el gobierno y las autoridades, los trabajadores son los que están pagando las consecuencias del regateo del gobierno, que en lugar de anteponer las necesidades de los trabajadores a sus intereses, sigue enfrascado en una polémica con las autoridades “escuálidas”, mientras que estas aprovechan la situación para pescar en río revuelto y echarle la culpa al gobierno del retraso en el cumplimiento de los compromisos con las universidades. Lo cierto es que el gobierno tiene derecho a solicitar los recaudos que considere necesarios para evitar irregularidades en el manejo presupuestario, pero lo que no debe hacer es retrasar la discusión del aumento salarial ni el pago de las cuantiosas deudas. ¿por qué no solicitó en diciembre los recaudos que ahora está solicitando? ¿por qué no discute las normas de homologación 2004-2005, y por el contrario introduce un escenario de aumento que ya fue rechazado por los gremios? ¿por qué si ya hay aprobado un presupuesto de 300 millardos para prestaciones sociales 2000-2003, no se hace efectivo su pago? ¿por qué no se decide extender el beneficio de cesta ticket al resto del personal? Estas medidas podrían concretarse, mientras se actualiza y consolida la data del personal.
Y a las autoridades universitarias le preguntamos: ¿cuándo van a terminar de resolver el problema de la data y entregar al gobierno los datos solicitados? ¿hasta cuándo van a continuar con su ineficiencia y sus chanchullos?
Y las organizaciones gremiales…brillan por su ausencia
Como si todo lo anterior fuera poco, los profesores universitarios nos encontramos al garete, sin organizaciones gremiales legitimadas y respetadas por sus miembros, que luchen consecuentemente por las reivindicaciones de los docentes, al lado de los demás trabajadores universitarios. Por el contrario, tenemos una FAPUV y asociaciones de profesores golpistas, que se prestaron durante el paro petrolero para cerrar las universidades y cercenar el derecho al estudio de millones de jóvenes. Organismos antidemocráticos, compuestos por una élite completamente al margen de los intereses del pueblo y de sus agremiados.
El conflicto que actualmente tenemos los universitarios, pone en el tapete la urgencia de abrir un debate democrático en el seno del gremio de docentes universitarios a escala nacional, para transformar nuestros organismos gremiales, aprovechando que este año estaría prevista la realización de elecciones en FAPUV.
Los docentes universitarios necesitamos gremios combativos, que utilicen la democracia y la movilización como métodos centrales de nuestra acción reivindicativa. Organismos que deben ser independientes tanto de las autoridades universitarias como del gobierno, que luchen al lado de los demás sindicatos y organizaciones de los trabajadores universitarios, y que en el marco de un proceso de convergencia con dichas organizaciones, se incorporen a la Unión Nacional de Trabajadores.
*Profesor de la escuela de Sociología de la UCV y dirigente de Opción de Izquierda Revolucionaria (OIR). oir_2001@yahoo.com