Hacer intentos por concientizar esta oposición majunche que está obstaculizando el proceso revolucionario, tiene que depender de una intención verdadera, que vaya más allá de de creernos magos; no podemos ser una revolución, que solo en tiempos de elecciones, inventamos trucos y ligamos que todo salga bien.
En revolución tenemos que concientizar el verdadero valor de la palabra y hacerla fuerza en cada combatiente del pueblo, con el significado comprendido y necesario, de lo que un modesto ser de compromiso quiere convertir en hecho.
No podemos seguir con mentalidad IV republicana, direccionando el proyecto con la posición acomodaticia; que mientras no tomemos las riendas con estas empresas mediáticas, que están destruyendo la psiquis de una parte del pueblo, que enfermaron con anterioridad, no va a ser posible cambiar, ni se nos va a quitar todo ese mal mental que venimos arrastrando y que tenemos incrustado en lo profundo, que solo con un esfuerzo máximo, podremos curarlo y eso pasa, por darle una direccionalidad distinta a la que ofrece el poder mediático y que tiene que ser llena de valores revolucionarios.
Si no somos capaces de determinar, que las deformaciones, fue un plan concebido para convertirnos en zombis, no seremos capaces de entrarle a la nueva propuesta para curarnos y sacar de raíz todo lo que ellos no están dispuestos a que salga; porque saben seria el eslabón definitivo para convertirnos un verdadero pueblo revolucionario.
Primero que nada. Tenemos que reconocer nuestra debilidad; no desde la superficialidad, sino desde el entendimiento que el plan les funciono a los imperios y nuestras generaciones fueron esponjas que hoy no podemos dejar en manos de los mismos maquiavélicos para que el mal siga profundizándose.
Aquí no se trata de posiciones blandengues “que si es poco a poco” “que hay que entender ” no señores el trabajo se tiene que empezar desde la raíz y es la única cura, porque queramos o no, está contaminada con pasado maléfico y la recuperación solo es posible con una propuesta nueva, que aunque parezca dura, sería la única forma de empezar lo que nos costaría años corregir, si los que están conduciendo no visualizamos que la dirección no es la que estamos poniendo en práctica y restearnos aunque de eso dependa hacer la revolución de nuevo, porque de esta forma planteada hasta hoy, es la continuidad y se nos gastara la vida y la de varias generaciones, si no hacemos lo que está pidiendo a gritos nuestro pueblo en conciencia y dictan los principios y valores.
No hay más tiempo que perder, tenemos encima el 7-O-12, y sabemos que no hay marcha atrás, pero una revolución sin la conciencia, es endeble y no puede estar sustentada en elecciones llena de marramuncia, como lo que nos espera si no atacamos con la propuesta. Luego sería demasiado tarde.
Porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.
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