Chávez: ¿Y el Pueblo Protagónico?

Entiendo que el contenido de esta nota, será fuertemente cuestionada por camaradas que tienen todo el derecho a pensar que el liderazgo real y efectivo del Presidente Chávez que nadie pone en duda, alcanza para todo. Creo que hay muchas cosas que ajustar en este proceso y una de ellas, nos pide una demarcación de las fronteras entre las competencias del líder indiscutible del proceso, lo que debería ser una facultad de un partido como el PSUV y el derecho de la militancia a tener también un papel más activo (protagónico) en las decisiones que se tomen. En la medida en que estos tres elementos se combinen novedosamente, estaremos en el camino del socialismo del siglo XXI. Esto hará la diferencia entre el socialismo de ayer y la propuesta de hoy.

Entiendo también, el sentido que Chávez tiene para este proceso y la gran responsabilidad que asume para no dejar abierto una rendija por donde la derecha pueda entrar para regresarnos a la IV República. Ese extremo cuidado que pone a las cosas, puede permitirnos entender que cada una de las decisiones que tome es pensada para preservar el proceso y es lo que más nos conviene. Todo eso puede entenderlo perfectamente, pero más importante que todo esto, es darnos un chance para pensar también, que el proceso de transformación del país trasciende a esta generación porque es una ruta larga con sus situaciones complejas y nos exige de un escudo que trascienda el acto muy breve del hombre y la individualidad.

Sin un partido suficiente maduro y experimentado y sin un pueblo haciendo uso efectivo del protagonismo; la amenaza a largo plazo es real y clara. Es cosa de la naturaleza y de la historia. Un partido y un pueblo son como una semilla que luego tiene la oportunidad de trasformarse en una planta. Si una vez germinada la semilla, la planta no dispone de los rayos del sol y está siempre a la sombra de un gran y frondoso árbol, la planta crece débil y sin una raíz suficientemente fuerte para sostenerse y soportar de los embates del viento: La Derecha.

Sin ánimos de hacer comparaciones que no vienen al caso, veamos un poco el sentido y la vida de Bolívar. Su proyecto de la gran patria, tomó vigor con su existencia, pero detenida su vida por una razón natural o inducida; el proyecto entró en una total turbulencia y sus enemigos lograron la oportunidad que buscaban para cancelarlo en el momento en que crecía. Bolívar siempre estuvo claro, pero esa claridad y entrega por su proyecto, no empapó al pueblo y esta circunstancia, contribuyó para que sus enemigos internos y externos liquidaran sus ideas y visiones.

Ya es un gran riesgo disponer de un PSUV que vive a la sombra del líder. Sabemos el sentido de ese riesgo y si alguien lo duda, remueva sus recuerdos y haga el recorrido mental de los sucesos del 11, 12 y 13 de abril y compruebe, que para esos días del golpe; la vanguardia estaba aislada y extraviada. Viviendo una coyuntura difícil, el partido de entonces no ocupó efectivamente su papel de vanguardia. No reclamo que los cuadros del partido debían seguir a Chávez colocándose visible, pero faltaron y ese vació lo llenó el pueblo con su protagonismo. Así como este pueblo fue competente para cumplir esta desafiante e histórica labor, puede serlo también para una cosa más simple y sencilla: Seleccionar un candidato a gobernador y sus alcaldes.

Para ser justo, creo que una decisión como esta, no debe serle ajena al comandante Chávez, pero tampoco al pueblo. Lo lógico y recomendable para fortalecer el protagonismo del pueblo y no dejarlo como sujeto pasivo, sería pensar en una formula donde los puntos fundamentales de este proceso que se resumen en el liderazgo de Chávez y el protagonismo dormido del pueblo, se junten para intentar un salida más vigorosa que le permita a esa semilla, ir reuniendo la energía suficiente para crecer.

Es muy bueno que Chávez participe en la escogencia y selección de los cuadros que estarán en las batallas electorales locales, pero sería interesante y conveniente que nos dieran un chance para oír, ver y sentir a los camaradas que desean conducir los gobiernos locales (estadales y alcaldías) y en función de los proyectos e ideas que nos comuniquen, también tener la oportunidad de participar en la toma de decisiones. Así crecemos como un pueblo con vocación protagónica. El debate protagónico desde abajo nos dará los nutrientes necesarios para vernos en nuestra condición de sujetos protagónicos

Entiendo que Chávez tiene perfecto conocimiento de lo que sucede en cada entidad, pero no le vendría mal a la democracia participativa y protagónica una oportunidad de estar en estas decisiones tan importante para la vida local.

evaristomarcano@cantv.net


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Evaristo Marcano Marín


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