En esta madrugada triste, ante el lamentable hecho de la explosión de Amuay con tantos fallecidos y heridos, recuerdo a mi tío Felipe, un guarda nacional a quien cariñosamente en nuestra familia llamábamos el “sargento García” por ser gordito y rechoncho, gozar de buen humor como el famoso personaje de una serie televisiva para niños. Con un gran sentido de justicia, jamás cometió atropello alguno contra algún ciudadano en sus funciones. Al contrario, en la cuarta siempre se quejaba de algunos de sus compañeros y nunca entendió el miedo y el temor que la guardia sentía en esos tiempos contra la institución que dignamente representaba. Fue en esta revolución, con la llegada de Chávez que la guardia recuperó el respeto y la consideración de los ciudadanos, por el cual se sintió feliz de ser un guardia del pueblo y observar y vivir los cambios que sufrió ese cuerpo militar en la revolución bolivariana tan injustamente atacada por los contrarrevolucionarios de la oposición.
DOS
Dos anécdotas de este simpático personaje ya fallecido me vienen a la mente. La primera de ellas era que cada vez que acercaban las navidades, salíamos a comprar sendos trajes. Uno para él y otro para mí que gustosamente me obsequiaba. Buscaba por todas las tiendas de ropa hasta conseguirlo precisamente de color verde. Tío, es muy parecido al color de tus uniformes le reprochaba –Que le voy a ser, sobrino, es la costumbre, además es el color de mi vida y de mi divisa – me contestaba.
TRES
La segunda anécdota sucedió cierto día que manejaba mi viejo Land Rover por la vía más lenta de la autopista Caracas- La Encrucijada de Cagua, cuando un energúmeno al volante me pasó por el hombrillo, gritándome -- pajuo, vota esa chatarra y sacando a relucir un enorme pistolón. Más adelante lo encontré comiéndose un emparedado de pernil en La Encrucijada de Cagua. Afortunadamente el “sargento García” estaba de guardia en el Peaje al cual le conté el hecho. Acompáñanos sobrino – me dijo. Se acercaron al hombre de la pistola que inmediatamente se identifico como de la PTJ. Lo revisaron y lo detuvieron no si antes decirle mi tío -- Usted no le hace honor a su cargo en esa institución policial. Gente como usted deshonran a esa profesión. Va preso por abusador. Al final me dijo --Te espero en el comando para que registres y pongas la denuncia, vainas como estas hay que denunciarlas para que no vuelvan a suceder.
CUATRO
La muerte de más de 19 y Guardias Nacionales que custodiaban la refinería de Amuay y 17 civiles tienen acongojado y lleno de dolor el país. Sin embargo algunos carroñeros mediáticos han salido a relucir sus bajos instintos y tratan de aprovechar el hecho para hacerle propaganda al candidato de la derecha y tratar de desprestigiar a nuestra PDVSA. El candidato de la derecha habla de negligencia y el vende válvulas de Toro Hardy le echa la culpa a Chávez por los cambios que ha hecho la revolución en nuestra industria petrolera. Una vez más instrumentan una campaña sucia contra el comandante. Este lamentable suceso debe investigarse hasta el final. ¿Saboteo o accidente? Hay que esperar las investigaciones, tal como lo expresé en el minuto de silencio por las victimas de Amuay, antes de comenzar nuestra plenaria del PSUV. Si fue saboteo de la derecha, no habrá nada ni nadie que pare el triunfo del candidato de la revolución el 7 de octubre. Honor a nuestros soldados y civiles que perecieron en tal lamentable suceso. Adiós en Dolor Mayor y pido de este escrito la respectivas condecoraciones post mortem a todos los fallecidos y heridos. A los soldados y trabajadores de PDVSA lo recordaremos para siempre. Honor a quienes honor merecen.
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