Malos tiempos

Imagínense un grupo de hombres que hace unos años hacen
explosionar en pleno vuelo un avión civil provocando la muerte
de las 73 personas que se encontraban en él. Que un miembro de
ese grupo tiene entre sus antecedentes disparar con una bazuka
a la sede la ONU durante el transcurso de una reunión de la
Asamblea General.

Ese mismo equipo recluta mercenarios para realizar una cadena de
atentados en centros turísticos de la capital de un país
provocando la muerte de un turista europeo.

También se les descubre con varios kilos de explosivos y armas
preparando un atentado contra un jefe de Estado con motivo de una
cumbre multilateral.

Además, participaron en el asesinato en Washington de un ex
Ministro de Relaciones Exteriores y su secretaria.

Todas esas acciones, y muchas más, no son meras acusaciones o
hipótesis, han sido reconocidas expresamente por esas personas en
declaraciones a grandes medios norteamericanos, confirmadas por
mercenarios contratados por ellos y documentadas por documentos
desclasificados por los servicios secretos con más recursos del
mundo. Incluso han expresado su justificación y legitimación
para haber realizados esos crímenes y su intención de continuar
con planes similares.

Llegaron a estar procesados por esos delitos en varios países,
pero siempre lograron fugarse de las prisiones o disfrutar de
indultos.

Además fueron reclutados y financiados por un gobierno.

Cualquier persona decente consideraría que se trata de terroristas
que deben ser enjuiciados y encarcelados. Del mismo modo, si algún
gobernante o algún país les protegiese y financiase sería
calificado de terrorista por la comunidad internacional.

Esas personas se llaman Luis Posada Carriles, Guillermo Novo,
Pedro Remón y Gaspar Jiménez Escobedo. Tres de ellos viven
plácidamente en Miami, fueron contratados y financiados por el
gobierno norteamericano a través de la CIA . El primero tiene hoy
algún asunto legal pendiente en Estados Unidos por una cuestión
menor de inmigración, cuyas autoridades se niegan a extraditarlo
para que sea juzgado por un tribunal internacional ante el que
responda por sus delitos.

El gobierno que les acoge, protege, financió y entrenó le dice
al mundo que tiene como prioridad la lucha mundial contra el
terrorismo y se permite invadir países para, según dice, luchar
contra esa lacra.

El resto de los gobiernos de la comunidad internacional y los
grandes medios de comunicación, simplemente calla. Sólo son
anticastristas y les protege el gobierno más poderoso del mundo.


Verdaderamente, nos ha tocado vivir malos tiempos para la justicia
de los pueblos y la dignidad de los gobernantes.



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Pascual Serrano


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