Muchos compatriotas, venezolanos (opositores), pretenden ver el resurgir del país como “algo normal”, como otra planta silvestre que creció en el jardín. Esa memoria corta que siempre se nos ha endosado, como que hace su trabajo en el fortalecimiento de esta teoría. Hay quienes se atreven a decir que esas son cosas normales que debe hacer todo Gobierno. Y se olvidan de la oscuridad, de la desidia a la que nos sometieron las administraciones de la cuarta República. Obvian que esa “normalidad” jamás existió en esos 40 años que ellos llamaron “Democracia”. Intentan imponer en la psiquis del venezolano, que la historia de Venezuela comienza a partir de Chávez. Que los años de destrucción de nuestro país, jamás existieron. Cuando ya la mayoría del Pueblo ha despertado y está claro de que si Chávez no aparece en nuestra historia, estaríamos disputándoles los peores lugares a países como Haití, a pesar de la riqueza petrolera. Esa es una realidad inocultable.
Esta Venezuela Bendecida por Dios, va de la mano, de la inteligencia, del talento, del compromiso, del sacrificio de Hugo Chávez. Mientras los otros se sumergían en la obediencia servil al imperio, y convertían a nuestra Nación en un reservorio de materia prima y mano de obra barata, para los países desarrollados, este Presidente Revolucionario, ha decidido subordinarse al Pueblo Venezolano. Someterse sobre todo a los designios de los más excluidos, al mandato de los más pobres. Ha venido a responder a los suyos, y todos nuestros recursos han sido destinados al desarrollo inevitable de nuestra madre patria.
La nueva Venezuela, no es producto de la casualidad como quieren hacer ver. Responde a un Proyecto Nacional, al cual se le van incorporando nuevos elementos períodos tras períodos. Basta con ver los videos de Hugo Chávez de hace 12 o 13 años y compararlos con los planteamientos actuales, para que veamos que es el mismo sueño, son las mismas ideas, es el mismo plan. Una Venezuela próspera que día a día resurge de sus cenizas y se eleva hacia un futuro promisor.
No ha sido fácil arrancarle este corderito al imperio, cuando nuestros Presidentes ya habían decidido introducirlo en sus fauces. Hemos tenido que soportar un intento de desestabilización y desvirtuación de la realidad, feroz y permanente. Lograron mediante un Golpe de Estado derrocar el Gobierno, sólo que la fuerza del Pueblo fue superior. Ya el 12 de abril las embarcaciones de guerra norteamericana bordeaban nuestras costas. Resistimos el asfixiante paro petrolero que trajo daños profundos a nuestra economía. Cada paso hacia delante, ha sido dado a pulso, por compromiso Patrio. La Venezuela que hoy construimos con Chávez, no sólo se limita a las Misiones, aunque son los proyectos más apreciados por el Pueblo.
Hoy reedificamos una Nación palmo a palmo. Una patria completa. Si sectorizáramos las obras que este Gobierno viene realizando se pudieran observar a simple vista, las transformaciones profundas que se han dado en cada área. En lo que respecta a la salud, educación, el empleo, vivienda, industria, seguridad alimentaria, independencia y soberanía, relaciones internacionales, unión regional, ciencia, economía, tecnología, seguridad social, seguridad nacional, ciudadanía, moral nacional, deporte, agricultura, cultura, infraestructuras, trasporte de uso masivo, turismo, energía, rescate de la historia, entre otros. Las obras de este gobierno en cada uno de estos estamentos, son tantas, que pudieran llenarse libros completos. Pero algunas veces se pretende tapar el sol con un dedo. El egoísmo, o situaciones particulares, personales, muchas veces hacen que se ponga en riesgo, este enorme esfuerzo que se viene realizando en pro de un mejor país.
Hay personas que no votarán por Chávez, por situaciones estructurales, porque varias veces se ha ido la luz en su casa, porque un funcionario del gobierno ha hecho una mala gestión, porque fue asaltado por delincuentes, porque Chávez habla feo, porque Chávez es zambo, porque no le salió un beneficio, porque los medios de comunicación dicen tal o cual cosa, o simplemente por llevarle la contraria a la mayoría. Por situaciones individualizables, terminan arriesgando todo un proyecto nacional. Colocan en riesgo el futuro de la patria, el futuro de sus hijos. El mejor futuro que se pudo haber soñado. Aquí lo que está en juego el 7 de octubre, es si continúa la construcción de la patria buena o retrocedemos al estado de cosas que ya conocimos y sufrimos. Esta escogencia define el futuro de la patria. A Chávez hay que evaluarlo en lo que a su obra de Gobierno respecta. Y al mismo tiempo, evaluarnos nosotros, en cuanto al aporte realizado en pro de esa construcción.
Si tan sólo fuésemos objetivos en nuestros análisis, y comparáramos la realidad económica de la gran Europa con nuestra realidad actual. Nos diéramos cuenta que mientras aquellos hurgan en la basura para alimentarse, nosotros tenemos buenos platos de comidas en nuestras mesas. Ya nos hubiésemos percatado, que ese cordón umbilical que nos unía a ellos, que hacía que cuando ellos estornudaban, a nosotros nos diera bronquitis, ya ha sido roto. Mientras sus economías se derrumban nosotros mantenemos un crecimiento sostenido. Mientras sus habitantes son expulsados de sus casas, el Gobierno Revolucionario las está entregando y por miles.
¿Quién no ve el aporte de las Escuelas Bolivarianas a las familias?, ¿La entrega gratuita de libros a los niños en las escuelas?, ¿La nueva generación que se levanta a partir de la entrega gratuita de computadoras a nuestros niños?
¿Cómo no ver la gratuidad en los centros de alta tecnología, y en la entrega de medicamentos para el tratamiento de enfermedades autoinmunes?
¿Cómo no ver el lugar que ocupa actualmente nuestra Nación en el mundo?, ¿El respeto que se le tiene a nuestro País en el ámbito Internacional?
¿Cómo no reconocer el avance que ha experimentado el Deporte Venezolano en todas sus disciplinas? ¿Cómo ocultar la trascendencia, de nuestra Sinfónica, de nuestro Cine?
¿Cómo tapar el hecho de que nuestro País haya colocado su segundo Satélite en Órbita y todo lo que de allí se desprende?
¿Cómo ocultar los pasos agigantados que se han dado en lo que respecta a la seguridad alimentaria, y en los niveles nutritivos de la dieta del venezolano?
¿Cómo no ver que en el pasado el Estado Venezolano atendía a 250.000 pensionados y hoy se atiende a más de 2.500.000?
¿Cómo desconocer el apoyo que se les viene ofreciendo a los pequeños y medianos empresarios, a los pescadores, a los productores agrícolas, a la economía familiar, entre otros?
¿Cómo no ver los transportes de uso masivo, instalados por esta Revolución (trenes, metro, ferrocarriles, metro cables, entre otros)?
¿Cómo ocultar la asistencia que recibe nuestra gente de parte de este Gobierno popular (caso bancos en quiebra, caso estafas inmobiliarias, catástrofes físico – ambientales, entre otras)?
¿Cuándo íbamos a creer que fabricaríamos teléfonos, computadoras, vehículos, entre otros?
Quien no puede ver a esta nueva Venezuela que se levanta, es porque está bien ciego. Bien disociado de la realidad. Es un egoísta, un indolente consumado.
En tal sentido, el 7 de octubre hay que valorar todo lo que ha hecho ese Venezolanito de pura cepa, de Sabaneta de Barinas, por todos sus conciudadanos. Hay que votar masivamente por nuestro futuro, por la Venezuela Gloriosa, por esa soberanía tecnológica que hemos alcanzado, hay que respaldar masivamente a nuestro líder.
Licenciado