¿Quién aceptaría como medio de pago un "Tamunangue"?

Venezuela no necesita monedas alternativas sino producción

Si la mayoría de los venezolanos no tienen confianza en el bolívar, ¿Cómo pretende el Banco Central de Venezuela (BCV) promover la creación de monedas comunitarias y que sean usadas para el intercambio? El BCV trabaja en función de implementar el Sistema Alternativo de Intercambio Solidario (SAIS), que funcionaría con monedas locales llamadas por ejemplo “el momoy”, “la lionza”, “el ticoporo”, “el paria”, entre otras.

Estas monedas se usarían sólo en localidades determinadas por comunas y tienen el fin de llevar a la economía a un modelo de intercambio sobre la base del trueque.

Este tipo de prácticas no es nuevo, ya hace unos diez años en Europa había experiencias de comunidades de trueque, organizadas no por las comunidades y no por el Estado, debido a la necesidad del ahorro. Los ciudadanos se organizaron para implementar mecanismos de intercambio comercial sin usar euros, sino monedas alternativas, por ejemplo tickets y cupones que se emitían según el trabajo aportado por cada miembro de la comunidad de trueque establecida.

Es decir, si un herrero necesitaba de un médico, el médico le prestaba servicio, en determinada cantidad de cupones acordada y que en la paridad con el euro, era mucho más económico, entonces el médico, al necesitar servicios de otro miembro, por ejemplo de un carpintero, pagaba con los cupones creados por él con el trabajo realizado al herrero, y por supuesto controlado por la comunidad misma, de este modo cada cupón emitido tenía el respaldo del trabajo de los miembros de la comunidad, gestionada de manera seria y objetiva.

Estas comunidades de trueque tenían un fin. Permitir ahorrar euros, acumularlos, y no gastarlos si otro aceptaba los cupones alternativos, es decir, un propósito capitalista como el de acumulación de riqueza. El planteamiento de las monedas comunitarias que hace el gobierno y el BCV para localidades en Venezuela, tiene el objetivo de “impulsar la economía comunal” según el ministerio de Economía Comunal, ello queda encerrado en un limbo abstracto, que no permite dilucidar a qué se refieren exactamente.

El respaldo de una moneda es necesario y pudiera ser que las comunidades involucradas en el proyecto tengan a disposición bienes para el intercambio, supóngase producción alimenticia, rubros agrícolas que pondrían a la orden de su propia comunidad para una suerte de economía endógena, en respaldo a su moneda local, pero se hará necesario que dentro de la localidad, exista una gran diversificación de bienes y servicios en oferta para que el productor de alimentos, acepte “los momoy” y pueda satisfacer la demanda de sus bienes de consumo con las mismas monedas, sin necesidad de cambiarlas a bolívares.

Ocurre hoy por ejemplo con los cupones del bono alimenticio que recibe un trabajador como beneficio extra de su salario, en muchos establecimientos comerciales se canjea el bono con tickets o electrónico por bolívares en efectivo, porque el beneficiario no puede usar ese sistema de pago en todo el mercado, ese canje se hace con tasas de descuento muy altas, que tienen que ver también con el poco valor del bolívar, esas tasas rondan entre 8% y 15%. Si de antemano se quiere determinar cuál será el resultado de la propuesta de las monedas comunitarias, tomen el ejemplo anterior como respuesta.

Venezuela no necesita más monedas, ni alternativas ni de otro tipo, ya con la gigantesca liquidez que se tiene es suficiente, lo que necesita el país y las localidades es encender miles de pequeñas industrias que puedan incrementar la producción interna de bienes y servicios, de lo contrario, la inflación, igual sería alternativa en esas localidades.

CNP 16478
@alexvallenilla


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Alex Vallenilla


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